Team "Todo lo que tenga piernas!"

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Entre la verdad y el amor- Capitulo 11- Una ocacion especial parte 1


Un día perfecto sin lugar a dudas.
Día perfecto, novio perfecto, amigos perfectos. Y por desgracia esas 3 cosas fueron las únicas cosas perfectas que pasaron. Por que un seguía teniendo una familia desecha, no tenía mas amigos que los Cullen y la manada de Jake, incluso Leah. A la cual le agradaría mucho más si no fuera amiga de vampiros.
Pero sin importar nada, todo estaba saliéndome bien, o eso me parecía. Por que ahora casi no estaba en mi casa, ya que Edward, Alice o Jasper siempre insistían en llevarme por que ellos podían analizar el clima emocional que había en mi casa. Debido a que cuando volví a casa de la Push mi padre me grito miles de cosas como que era una irresponsable y una desconsiderada que teniendo una madre con cáncer no me quedaba cuidándola y me iba sin mas a hacer otra cosa como si no me importara. Mi madre, pero claro que me importaba. Pero en casa a falta de mi madre yo era la nueva esclava. Tenía que cocinar, planchar, limpiar, hacer mi tarea, comprar comida, cocer la ropa, bañar al perro, alimentarlo, y nadie me daba las gracias ni me preguntaba si necesitaba ayuda como si ellos fueran inválidos.

Estaba mas que harta. Hacía todo lo que podía para que la casa luciera decente y solo para que mi padre y mi hermano me gritaran cada ves que me quejaba de estar cansada (Cosa que rara ves sucedía por que trataba de no hacerlo y por que nunca estaban en casa), y cuando no hacía de cenar me reclamaban: “¿Quien piensas que soy? El santo doctor Carlisle Cullen, que te invita a comer a su casa su comida fina, pero ¡Nosotros no somos ricos como ellos! Aca hay que trabajar por las cosas señorita ¡Trabajar! Tu madre esta enferma y hay que hacer sacrificios. Anda a hacer de comer antes de que te abofetee” Mi padre el dulce, o eso era antes de la enfermedad que arruino a mi familia.
Por supuesto que mi hermano no se quedaba atrás, y seguía firme su estela “Vos te haces la muy, muy con tus amiguitos esos con dinero, y vienes aquí para seguir fingiendo que eres una reina. Pues eres fea, nadie jamás te querrá y agradece que papa y yo te tratamos bien por que si no estaría pudriéndote en la calle” Y claro que no le faltaba abofetearme para dejar claro su punto de “A la mierda los derechos de la mujer. Las mujeres útiles y lindas se merecen que las traten bien, y tú eres una completa inútil. No te mereces que nadie te quiera, y Jonh fue un idiota al estar contigo”

Un tema espinoso para mi, Jonathan. Definitivamente ya no lo odiaba tanto pero si le guardada cierto rencor por haberme echo sufrir de esa manera. Y Jacob, bueno, el era otra cosa. El no odiaba a Jonh en lo absoluto. Definitivamente lo suyo era algo que sobrepasaba al odio. Era más grande que su odio contra los vampiros. Y eso era decir mucho.

La tarde de ese día transcurrió tranquila, y sin complicaciones, ni interrupciones por parte de ningún miembro masculino de mi familia, que estuviera en la casa excepto mi madre que estaba durmiendo.
Pero por desgracia tenía terminantemente prohibido salir de casa, ya que alguien tenía que cuidar a mi madre, y todos se borraron de la escena, pero lo que si se encargaron de dejarme bien claro que no podía salir bajo ninguna circunstancia, ni aun que entraran ladrones o la casa se prendiera fuego. Ni si quiera aun que viniera el mismísimo Dios y me lo pidiera.

Tuve que sacrificar una salida de compras con Alice que habría cancelado de todos modos y una “fiesta” en la playa con la manada (en realidad no era una fiesta propiamente dicha, era solo una reunión con los chicos, en la que comían chatarra y bebían coca cola hasta que tenían que ir a la tienda y comprar 10 toneladas mas de gaseosa y salchichas), algo que lamentaba de verdad.
Me desperté temprano. A eso de las 8 de la mañana y no había nadie en casa. Me Labé los dientes de forma mecánica y suspiré en cuanto admiré la maraña que era mi pelo, por lo que solo metí la cabeza en la ducha y deje correr el agua. Luego me sacudí para evitar manchar el piso con agua y mi cabello quedo revuelto como si acabara de pasar un tifón por mi cabeza. Sonreí a medias ante la evidente ventaja de tener el pelo corto. Me cambie con pesadez, eligiendo mi ropa con demasiada sensatez. Y acabé por ponerme otro de lis infinitos vestidos patrocinados por Alice, era muy bonito, azul a tiras.
Baje las escaleras haciendo un examen demasiado riguroso sobre el acabado de los barrotes de la escalera, para no mirara el resto de la casa. Pero cuando acabe de bajar no pude evitarlo, pasa que mi instinto sadomasoquista es más fuerte que yo.

La casa estaba echa un chiquero, con botellas y latas de cerveza bacías tiradas por todas partes, y colillas de cigarrillos por doquier. La alfombra estaba teñida de distintas tonalidades y la mesa estaba más que rayada y toda pegajosa. La cocina estaba aun peor. La puerta refrigerador abierto, los pisos asquerosos y los platos mas sucios de lo que habían quedado la noche anterior
Hizo un esfuerzo sobre humano por contener las lágrimas recordando como me había esforzado el día anterior para que todo quedara reluciente y las horas que había invertido en hacer una cena deliciosa para mi padre, mi hermano y mi madre. Que por primera ves en muchos meses comió con nosotros.

Suspiré resignada y comencé limpiar sin esperar que al final del día vinieran y vieran la casa deslumbrante como planeaba que quedara y que ni siquiera me dieran las gracias.
Empecé por juntar las botellas y latas en una bolsa de basura, y luego tirarla en el bote de afuera.
Luego llené un balde agua y metí un trapo y empecé a fregar la alfombra y los muebles hasta que el piso olía a lavandina y jabón. Estaba en pleno proceso de incorporarme, tratando de no hacer mis huesos crujir demasiado, en lo que los estridentes bocinazos me obligaron a levantarme con rapidez.
Corrí hasta el teléfono y lo descolgué al tercer timbrazo.

-         ¿Hola?- pregunte sin aliento.
-                     ¿Annie, Estas bien? Te oyes agitada- declaró una vos suave como el terciopelo, que reconocí al instante- Alice vio que no irías de compras con ella pero que tampoco estabas con Jacob. Parece que otra ves tu padre te castigo ¿Me equivoco?- sonreí de forma automática, y de inmediato me alegre. Parecía que Jasper podía manipular mis emociones incluso por teléfono.
-                     No me castigo, solo me prohibió salir de casa Jass. Han dejado un desorden espantoso que casi me hace llorar- reí amargamente.
-                     Oh, es una lastima- detrás de la línea se escuchaban voces que lo llamaban y que ordenaban que le entregara el teléfono a alguien del otro lado-Espera, Alice quiere hablar con tigo- enseguida Alice le quito el teléfono y con vos entusiasta comenzó a parlotear- ¡Hola! Que lastima que no podamos ir de compras pero bueno, en menos de 10 minutos estaré en tu casa para dejarte lo que tienes que ponerte
-                     ¿Qué? Claro que no Alice, no soy una muñeca de vestir- le espeté con sequedad
-                     Tal vez, pero hoy no serás mi muñeca. Hoy vas a tener cosas mas importantes que hacer- musito con desgana, como si le desagradara la idea, y entonces susurró tan bajo que casi ni la oí, parecía que estaba hablando con alguien- va a ser el perro que el disfrute de su conjunto-
-                     ¿Qué dijiste Alice? No te oí bien-
-                     No importa. Estate lista, llegaré a tu casa en menos de 10 minutos-
-                     Pero Alice estoy limpian…- y entonces la línea se corto- mierda. Bueno, no voy a dejarla que me controle, tengo mucho que hacer- admití sonríete mientras admiraba el desorden.
Fui por la escoba y empecé a barrer las colillas del piso y la tierra de debajo de la mesa y el sofá. Estaba en eso cuando el teléfono sonó otra vez. Suspiré abatida, pues no quería atender. Seguramente Alice planeaba seguir dándome ordenes y no me apetecía en esos momentos, pero al final tuve que contestar, por que mi madre con ese oído agudo suyo podría despertarse y bajar para que le de un paro cardiaco por el desorden.
Atendí resignada sin quedarme mas remedio, al menos Alice me haría compañía y me haría reír con sus ocurrencias.

-                     Hola Alice- salude mecánicamente
-                     ¡Ah no!- bramó alguien por el teléfono- Primero me dejas plantado en la playa, por lo que Seth no a parado de molestarme, segundo me dejas con la duda que si te a pasado algo y por que no llamas, y ahora ¿¡Confundirme con la sanguijuela psíquica!? ¿Es que tengo la vos tan aguda?- rezongó en tono burlón. Mi rostro se iluminó por la alegría de escuchar su vos varonil bromeando- mas te vale que tengas una buena excusa para haberme dejado plantado. No se, que te secuestraran extraterrestres o que estés siendo jurado en un juicio por triple homicidio
-                     Mi madre esta en casa y no me permiten salir. Alguien debía cuidarla, y a demás parece que por mi casa pasó el Catrina. No sabes el desorden que han dejado. Lo siento Jake- gemí patéticamente- no quiero hacer esto sola, por la noche estaré mas que muerta-
-                     ¿Quieres que valla para ayudarte? Ya veras que con migo terminaras en menos de lo que te imaginas
-                     Te agradezco el entusiasmo pero, a decir verdad con tigo aquí lo último que voy a hacer será limpiar, y no quiero tener más problemas con mi padre. Pero te prometo que cuando termine te llamaré y haré lo que tu quieras- del otro lado se escuchó como sofocaba una risita- ¿Qué pasa?
-                     Nada. Pero igualmente no aceptare un no como respuesta, vas a necesitar ayuda y para eso estamos los novios licántropos con nuestros reflejos y sentidos superdesarrollazos. Para limpiar y ordenar con rapidez y salir pitando antes de que los suegros con mal carácter nos echen a escopetazos en el culo- me reí con verdaderas ganas, tal vez no fuera mala idea tenerlo por aquí, por que a pesar de mi miedo irracional el tenía razón. Con su ayuda acabaría en menos tiempo del que lo haría limpiando yo sola, y en cuanto mi padre estuviera por llegar se iría con tiempo de sobra, y no me vendría nada mal  un poco de compañía, sobre todo si El, era la compañía.- además me encantaría conocer a mi suegra, apuesto a que ella es mucho mas divertida que tu padre y eso pondría puntos a tu favor a la hora de los castigos irracionales. Seguro que tú mama lo convence de que se tome las cosas con más calma.
-                     Claro que no, mi madre tiene ya muchas cosas como para estar preocupándose por los problemas de una adolescente problemática y su novio licántropo. Le daría un ataqué si llegará a verte. Por si no te diste cuenta no aparentas 16 años-rectifiqué autoritariamente, como si fuera una madre que le esta soltando una reprimenda a su hijo por molestar a los vecinos a la hora de la siesta
-                     Eso no puedes saberlo, no puedes decidir por ella. Igual no voy a discutir con tigo, estaré allí en 20 minutos- entonces caí en la cuenta de que Alice también vendría y no me apetecía una pelear con ellos por que se comportaran. Afortunadamente lo interrumpí antes de que colgará
-                     ¡Espera! Se me olvidaba, Alice vendrá a “vestirme”- solté con antipatía- y no se cuanto tiempo planea quedarse- del otro lado pude escuchar como gruñía y refunfuñaba algo como “mierda”-
-                     Entonces en cuanto se valla me llamas y apareceré. Trata de que no se quede mucho tiempo- dijo con vos serena imitando el tono de Sam, al mismo tiempo que lo decía tratando de sonar tierno.
-                     Bien, a mi tampoco me agrada la idea.
-                     Ok, nos vemos mas tarde…A por cierto ¿Annie?- pregunto indeciso
-                     ¿Si? aquí sigo-
-                     Te amo, cielo- sonreía avergonzada y en vos de susurró le dije.
-                     Yo también Jake, te amo. Adiós
Suspiré complacida, repitiendo en mi cabeza las palabras de Jacob “Te amo, cielo”
Me incorporé para ir hasta mi habitación para buscar mi reproductor MP3, colocándome los auriculares poniendo el volumen al máximo de su capacidad. Y Empecé a escuchar

Use Somebody de Kings of Leon, cantando alegremente mientras acomodaba los sillones y bailoteaba de un lado al otro. Vacié un balde de agua con jabón, lavandina, detergente y otros productos de limpieza sobre la alfombra mientras cantaba el estribillo de la canción y pasaba el cepillo por la misma tratando de quitarles las manchas.
No me tomo mas de 15 minutos acabar de fregar, y me felicité a mi misma por el trabajo realizado. Otra vez me incorporé mientras los huesos de mi espalda crujían encajando en su lugar. La música aun seguían encendida tuve que pagar el reproductor si no quería que se quedara sin batería, la que de por si ya era bastante escasa.
Le dediqué una mirada a la sala-comedor un poco esperanzada. Ya todo se veía un poco mas limpio que antes, y solo faltaba que limpiara los muebles y acabara de barrer. Entonces miré hacia la cocina para hacer recuento de los daños, pero para mi sorpresa todo estaba más que reluciente. Los platos lavados y guardados, los pisos relucientes y todo en su lugar.
-         Me tomé la libertad de hacerlo yo misma, tú estabas muy ocupada con la alfombra- susurró alguien a mi espalda, erizándome todos los bellos del cuerpo. Me di la vuelta con mi corazón martilleando como loco por la sorpresa de hallar a Alice sentada en el apoya brazos del sofá que estaba a la izquierda de la puerta principal y a la derecha de la ventana.
-         No te oí llegar- repuse con un hilo de vos, ella sonrió sarcásticamente y se paró para envolverme en uno de sus abrazos, entonces noté la bolsa alargada de color gris oscuro como esas en las que vienen los esmóquines que había dejado sobre la cabecera del sillón. Ella se alejo un poco de mi escrutándome mientras sonreía otra vez
-                     Te eh traído un regalo, hoy parece que será un día muy especial para ti. Mas te vale que te apresures, por que con Jacob rondando por aquí no puedo estar segura de la visión- ¿Jacob estaba aquí?
-                     ¿Qué dices?- le espeté incrédula- Jacob no esta aquí
-                     Que tu sepas- ella dio un respingó como si algo oliera mal, y clavo la mirada en la ventana junto al sillón. Luego me miro con una perfecta cara de poker y dijo- Adiós, nos vemos mas tarde. Salúdame a tu madre de mi parte, y ya ve a bañarte, no te puedes poner esto con esas fachas- y luego se evaporó en menos de un segundo. Admiré la casa por un segundo, todo ya estaba limpio. No hacía falta barrer, y podía limpiar los muebles mas tarde.
Suspiré resignada y me dirigí hasta el baño, y me duché en menos de 2 segundos luego me envolví el cuerpo con una toalla, pero cuando iba a mi cuarto para vestirme recordé el paquete que Alice había dejado en la sala.
No me detuve a considerar nada, y solo bajé las escaleras y me dirigí hasta el sillón, pero me detuve en seco en cuanto noté que no estaba sola…
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OK!!! ojala le hayas gustado, y subiré la conti pronto
las amo chikillas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11

3 comentarios:

  1. Anniie
    no me puedes seguiir dejando con
    estas incertidumbres
    Y con estos calores q no mas haces q me iimagiine jaja XD
    tQm ciielO graciias x
    esta bella historiia
    siiguele pronto xfiiZz

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  2. AHHHHHHHHHH no puedo creer que lo dejes ahi!!! conti annie!! y conti ya!!! jajajaja me encanto el capitulo!! sabes? comprendo a annie con lo del padre y la casa, a mi me pasa lo mismo... hmm mi madre no tiene cancer claro pero trabaja y ahora como ella no esta para hacer los queaceres me toca a mi =( un asco desde luego!! encima jamas dan las gracias!!! sino que te espetan que es tu obligacion! y q no deben agradecer nada!! argh me aliare con annie apra destruir a los padres!!! jajajaja ^^ besitos mi lobita!! MUACKS! auuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

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  3. ¿quien espera abajo Annie? ¡no puedes dejarnos así¡

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