Team "Todo lo que tenga piernas!"

viernes, 22 de enero de 2010

El Canto del Cazador!!!!

Hola Holaaa, bueno, aka esta el nuevo One Shot!!!!! jajaja
ok, no me quedo tan mierda como suponía pero ojala les gusteeee
va dedicado para todas las seguidoras y para todas las chikas que comentan!!! En fin, va para todas!!!!
Las amooooo, gracias a Karin y a Criso89 por el coment
jajajaja
Y si creen que merezco ganar vallan a Kokoro friends y voten por Annie Crazy!!!!
ajjaja
ok ahora si las dejo leer
Es viernes, o tra vez no tengo nada que hacer más que mirar televisión y comer chatarra.
Cualquier chico normal aprovecharía un fin de semana para salir y divertirse. Pero, sorpresa, sorpresa. No soy un chico normal.
O al menos lo soy en el exterior.
Me enfrenté a su traición, y pague por mis errores con sangré y lágrimas. Sobretodo con sangre.
¿Y para que? ¿Alguien puede decirme que gané con todo esto?
Yo se los diré, lo que gané fue que me partieran el corazón, que me lo arrancaran, lo apuñalaran y que al final lo incineraran con un soplete. Eso fue lo que gané.
¿Que voy a hacer ahora que ya no esta aquí? Solía preguntarme, pues no lo se.
Hoy se cumple un año, un año de haberla perdido. Les ofrecí a los malditos Daimons mi alma, mi sangre y mi vida por ella. Y al final fue ella la que acabó por traicionarme.
Aun recuerdo sus palabras, mientras yo estaba tirado en el piso desangrándome, apunto de morir:
¿Qué quieres que te diga, Jacob? Todo fue cuestión de quien es mas apto para sobrevivir. Tú nunca podrías protegerme de todos los males de este mundo, pero los Daimons si pueden, a demás ellos me convertirán luego de que tú mueras. Admítelo, al final no pudiste ganar la batalla.”
Leah no solo me había partido el corazón con su traición, había acecinado al hombre que quedaba en mi interior.
Eso pasa por confiar en los apólitas.
- Estoy harto, me voy a la calle- declaré mientras me levantaba del sillón. Edward y Bella me observaron con gesto inmutable. Ya los tenía hartos de mi mal humor.
- Pero amanecerá dentro de 2 horas. ¿No crees que deberías quedarte?
- A menos que quieras morir, si es así, vete con toda confianza- soltó Edward entre risotadas por lo que Bella de dio un muy merecido codazo en las costillas.
- Nos vemos- tomé el abrigo con mis armas del respaldo del sofá y salí al abrigo de la noche. Matar a un par de Daimons me pondría de mejor humor, o eso quería creer.
- Maldito seas, Edward- musité una ves que monté la moto.
El muy maldito se había encargado de dejarme varios recordatorios acerca de la fecha.
Hoy se cumplía un año desde que Leah me había entregado a los Daimons con el fin de que ellos la convirtieran luego en uno de ellos, pero al final la mataron como si no fuera más que una humana insignificante. Eso me provocó una sonrisa macabra, que erradiqué de inmediato. Fuera quien fuera, mi trabajo era proteger a los humanos de los vampiros. Para eso me pagaba Artemisa después de todo.
Recorrí las calles de la ciudad por varios minutos hasta que encontré un pequeño grupo de vampiros engatusando a unas chicas borrachas.
Sonreí a mis anchas, y me bajé de la moto sacando un par de cuchillos de los bolsillos internos del sacó.
- Valla, valla. Pero que linda sorpresa. Si que me voy a divertir- los vampiros me miraron asombrados y se lanzaron hacia mi. Acabe con la primera sanguijuela de pelo negro de una sola estocada, mientras que los otros 3 se pusieron a cada lado de mí para acorralarme.
Incineré al primero haciendo uso de mis poderes de Cazador Oscuro, que se izo polvo en menos de un instante y los otros 2 saltaron desde mis costados y los aceciné usando los chuchillos escondidos en las mangas del saco.
- Demasiado fácil- y en efecto así era, por que otro vampiro salió desde la azotea de un edificio y me golpeo con una barra de hierro afilada cortando mi piel a través del saco y la camisa- ¡Mierda! Ok, ya estoy cabreado
Hice uso de todo mi poder de Cazador Oscuro para acabar con el maldito de una buena vez, que acabó hecho cenizas.
Observé mi entorno unas 3 veces para asegurarme de que no iba a sorprenderme mas Daimons, pero ya estaba amaneciendo y debía salir pitando de allí.
Entonces retumbó en mis oídos los latidos frenéticos de un corazón a mi espalda. Los engendros no habían acabado de acecinarlas.
Detrás de mí, junto a su amiga muerta, había un ángel materializado en una mujer joven de cabello broncíneo y piel pálida.
Sus enormes ojos achocolatados me escrutaban aterrorizados.
Ella estaba sentada en el suelo, con los brazos envueltos en torno al cuerpo de su amiga, que yacía sin vida y con el cuello todo ensangrentado y retorcido.
Las piernas de esta pelirroja desconocida estaban claramente expuestas gracias a que los vampiros habían desgarrado su vestido. Podían apreciarse con total claridad sus cremosos muslos, que tentaban al hombre que yo creía muerto, incitándolo a zambullirse en ese cuerpo delicado, a probar esos pechos perfectos, o esos labios carnosos. A acariciar su dulce rostro y borrar todo rastro de temor o tristeza.
¡Jacob Black! ¿Ves una chica bonita y pierdes la cabeza? Compórtate ¿Quieres? Mejor ve a asegurarte de que este bien, imbesil. Sacudí la cabeza 2 veces, la voz de mi cabeza tenía razón. No podía estar haciendo el papel de idiota, en lo que probablemente la pelirroja estaba allí paralizada del miedo, herida o algo peor.
Caminé hasta ella lentamente con ademán inofensivo para no asustarla aun más. En sus ojos ya no se veía miedo, solo sorpresa. Pude apreciar como me recorría con la mirada, seguramente asombrada por mi aspecto.
Una vez frente a ella le tendía la mano y trate de preguntarle con la voz más dulce que pude:
- ¿Estas bien? ¿Te hicieron daño?- sus ojos se dilataron a causa del asombro. Abrió la boca para decir algo pero de sus labios solo salió un susurro imperceptible que disimulaba ser un “No”- ¿Como te llamas?
- Renn…Renesme- musitó tomando mi mano para incorporarse. Su voz de campanillas era el sonido más dulce y melódico que mis oídos habían escuchado jamás. ¿Y su cuerpo? ¡Por todos los dioses! Esta mujer era la personificación del deseo sexual encarnada.
- Hola, soy Jake.
- Hola- una tímida sonrisa jugueteo entre las comisuras de sus labios. ¡Mierda que deseaba a esa desconocida! Sus hermosos ojos estaban oscurecidos por alguna emoción que no supe identificar. Pero parecía tan absorta en su escrutinio que simulaba estar resolviendo una difícil ecuación de matemáticas.
- Discúlpame Renesme pero necesito irme de aquí, a no ser que quieras ver como me hago cenizas
- ¡No! Ven, rápido- ella tomo de mi mano y me guió dentro de un callejón donde había una puerta negra que daba a un restaurante, en el que las ventanas estaban cubiertas por varias capas de papel de periódico.
El lugar era pequeño y estaba muy sucio y baqueteado. Había botes de pintura regados por todas partes.
Renesme me llevó hasta otra puerta detrás de una especie de mostrador donde había unas escaleras que llevaban hasta una habitación sin ventanas con goma espuma pegada a las paredes, y muchos bártulos llenos de luces y cables, y en el medio de la habitación un enorme piano de cola color negro.
Ella soltó mi mano para ir hasta un apagador junto a la puerta, pero le di alcancé aprisionando su cuerpo entre el mío y la pared.
Su corazón dejo de latir por un segundo y luego empezó a bombear como loco.
Su respiración se acelero haciendo que sus pechos se aplastaran contra el mió, lo que me provocó una sonrisa maliciosa.
- No es una buena idea- repliqué contra su oído. Soltó el aire de golpe y agachó la mirada avergonzada. No me costó demasiado oír como la sangre se agolpaba en sus mejillas, a demás podía sentir su olor.
- Lo…siento- musito. La sujete de la barbilla y la forcé a mirarme. Sus verguenza e incomodidad eran casi palpables, hasta el punto que me izo sonreir, y ella, quedo como atontada en cuanto lo hice. Era casi tan divertido ver el efecto que la belleza natural de mi especie producçia en los mortales. Ja. Me imagino la sorpresa que se llevarçia si tan solo viera a alguno de los dioses.
Mi cuerpo actuo por impulso, y fui acercando mis labios a los suyos, hasta que casi se rozaron.
Pero no era el único con un deseo ferviente por el otro. Las dulces manos de Renesmee se aferrarón a mi cabello, acercando su rostro al mio con vehemencia, estrellando nuestras bocas en un beso salvaje cargado de pasión. No pude contener una sonrisa estúpida que demostraba mi alta satisfacción, y un ego que crecía hasta alcanzar alturas insospechadas.
La aferre por la cintura para que sintiera en su pelvis mi propia erección
Menos mal que eras un Cazador Oscuro despechado, duro y frió. Sin el menor rastro de emociones.
Pues si, soy un cazador Oscuro, pero no hace que no sea un hombre con necesidades. A demas cualquiera que viera a esta chica no reaccionaría de la misma manera y no hay nadie en este mundo capaz de contra decirme.
Sus manos atrajeron mi cuerpo al suyo aun mas cerca (si es que eso era posible, ya que ni un cordelito podría pasar entre nuestros cuerpo) y sus labios aparentemente expertos acariciaban los mios divididos entre una extraña dualidad. Eran suaves pero seguros, cálidos pero a la vez ferozes. Entonces recordé quien había sido la última mujer que me había besado de esa manera y solte un gemido involuntario de dolor que Renesmee mal interpretó. Rápidamente se apartó de mi que la súplica gravada en su rostro perfecto.
- Lo lamento, lo había olvidado- entonces volvió a acercarse a mi (que aclaro no tenía ni idea de a que rayos se refería) y me tomo de la mano para sentarme en un banquillo de madera negro enfrente de un enorme piano de cola. Se fue hasta un botiquín situado en la pader opuesta a mi posición contorneando esas suculentas caderas suyas. Se me hizo agua la boca.
Rápidamente se sentó a mi lado, mientras sostenía un monton de bártulos inútiles como gazas, agua oxigenada, desinfectante y otras cosas mas en las que no me molesté en observar, por que ella me había quitado la chaqueta y estaba apunto de hacer lo mismo con mi camisa. Al final lo hice yo mismo.
Estaba apunto de pasarme por la herida un algodon mojado con el desinfectante cuando observó mi torso lleno de sicatrises produciadas por los Daimons y se le resvaló entre los dedos y la boca se le habría por asombro, aun que sus ojos se vieran mas horrorisados que sorprendidos.
- ¡Dios! ¿Quien te hizo esto?- inqurió con su voz de soprano aun mas aguda a causa del asombro.
- Las mismas criaturas de las que te salvé
- Pero no puedes hacer esto...osea...pueden matarte. No deberás...
- Es mi deber- le corté con sequedad. Entonces recorde una de las reglas de los Cazadores Oscuros " Nada de relaciones serias, en caso de necesidad follate a la primera tia que te cruzes" Mierda de código. Pero ¿Como iba a hacer yo para no relacionarme con esta preciosa extraña? La respuesta era obia. Tenía que marcharme ya mismo antes de que acabara mas indido en esta situsación, sin importar que tan buena estuviera esta muchacha. Me levanté del banquillo y me dispuse a ponerme el sacó por algo me detuvo. Una pequeña mano cuidadosa y delicada que se aferraba a mi muñeca con determinación, mirándome como una madre que regaña a un niño malcriado.
- Ni se te ocurra Jacob, estas lastimado y tengo que curarte. ¿Quien me dice que no te has roto una costilla? Te dejaré marcharte en cuanto acabe de curarte- ¡Diablos! No podía irme. Esdtaba amaneciendo, y debía quedarme a cubierto hasta que el sol se pusiera. Osea que estaba encerrado en esta sala con la tal Renesmee hasta que oscureciera. La idea me sonaba de lo mas tentadora pero sin embargo debía marcharme. Encontrar un modo de alejarme de ella. De los malos recuerdos y de la tantación de poseer ese cuerpo glorioso. Oirla gritando de placer, mientras la penetraba hasta dejarle las cuerdas bocales destrozadas. Sentir su estrecha humedad rodeando mi miebro.
Oh si, Renesmee debía de ser una autentica belleza desnuda, y apuesto a que su piel pálida convinaría perfectamente con mi piel cobriza.
Le devolví una mirada cargada de frustración. Sabía ue no podía marcharme por el maldito sol, y tambbien sabía que acabaríamos en la cama de una u otra forma, asi que ¿Para que retrasar lo inevitable?
Me senté otra vez en el banquillo y la deje curarme mientras obserbava el probocativo escote de su bestido.
- Entonces...¿Que eran esas cosas, Jacob?- ¡No le respondas, imbesil!
- Daimons, son como vampiros, pero mas cabrones.
- ¿Y tu eres como Blade? ¿Un cazador de vampiros?- Eso tampoco se lo respondas
- Si, algo parecido. Soy como un vampiro que caza a otros vampiros, con la diferencia que yo no te voy a chupar la sangre, claro que podría chuparte otras cosas y todo lo que se te ocurra, Nessie- su mejillas se tiñeron de carmesí y su corazón martilleaba como loco. Bajo la mirada y continuo curandome. Pasaron unos minutos en los que ninguno de los 2 se atrevió a romper el sileció.
Me dedique absorber cada caricia suya. La forma en que sus dedos acariciaban mi piel sin querer, y su aliento chocaba contra mi cuerpo erizándome los bellos del cuerpo. Me imagine esas pequeñas manos acariciando mi piel mientras sus labios bajaban por mi pecho y mi cintura hasta mi...
- Terminé...Solo trata de no moverte demasiado para que no se salga el vendaje- ella se incorporo limpiando se los restos des algodon del bestido y entonces se dio cuenta de que lo tenía todo sucio y roto.- Mejor me cambió, vuelvo en un segundo- entonces se marcho por un estrecho pasillo hasta la habitación de junto- Te molesta si te prgnto una cosa- dijo en vos de grito desde la otra habitación
- No, dime
- ¿Por que matas vampiros?
- Por que hice un juramento
- ¿ Aquien le juras para matar vampiros?- pregunto como si fuera una broma
- Puesto que no tendría que estar hablando con tigo, no te lo diré por que no es algo que les incumba a los humanos
- ¿No tienes muy buen caracter que digamos no es cierto?- soltó con sarcasmo mientras entraba por la puerta. Ahora vestía una enorme camiseta y unos shorts. Me aventur{e a suponer que no traia ropa interior, y acabé por comprobarlo en caunto note como sus pezones resaltaban sobre la camiseta por la verguenza que le daba mi escrutinio. Aparté la mirada fingiendo que no me importaba
- Supongo que hoy no es un buen día.
- ¿Por que no?- Por que hoy se cumple un año desde que mi ex novia me entregó a los vampiros a cambio de la inmortalidad, para que acabaran matándola. Mi voz se tornó ácida y no pude evitar resonderle oscamente
- Eso no te importa niña- me levanté del banquillo dispuesto a irme cuando su brazos me detuo de nuevo. Me dí la vuelta para toparme con sus ojos suplicantes.
- Mira lamento ser tan entrometida. Me limitare a callarme ¿Esta bien?- suspiré. No podía contra un ángel caido del cielo. Me pregunté si Artemisa habría puesto a esta chika en mi camino para acabar de cagarme la vida o era simple y pura casualidad.
- Bien- ella sonrio y se incorporó saliendo de la habitación. La puerta se abrió y por esta se colaron varios rayos de sol. Me refugie rápidamente detras del piano y ella me observó exrañada- La luz- le recordé, y ella izo un gesto de sorpresa y luego comprención. Cerró la puerta tras de si y salio escaleras abajo.
Aprobeche el momento de soledad para aclararme la sesera.
Estaba encerado con una guapisima desconocida en quien sabe que casa de los suburbios. No podía llamar a Bella o a Edward para que me buscarán por que seguramente habría demasiada luz.
Conclución: Debía aprobechar mi estancia con la tal Renesmee y disfrutar de su compañía por lo menos hasta la noche. Probablemente echarle un buen polvo, pero nada de implicaciones sentimentales.
Entonces vino a mi como un relámpago y no tuve tiempo de contenerlo
El teléfono había sonado esa misma tarde, el día en que Leah y yo cumplíamos 2 años de novios. No la había visto en todo el día y eso me preocupaba. Ella había dicho que vendría a verme y que haríamos algo "especial" (traducciión: tener sexo de todas las formas avidas y por haber)
Contreste antes de que sonara el segundo timbrazo:
- ¿Hola?
- ¿Jake, eres tu? Ayúdame por favor
- ¿Leah que ocurre? ¿estas bien? ¿Por que lloras?
- Jake unos Daim...Hola Jacob- respondió una voz extrañamente familiar- Si tengo a tu chica, y si la mataré a menos que no vengas a quí. Y por cierto, si aun no sabes quien soy, te refrescaré la memoría. Hace 2 años maté a tu madre y Artemisa te ofreció convertirte en cazador oscuro y te negaste. ¿Recuerdas que te dije que nos servías mejor como Daimon?- Minos- Bueno supongo que ya lo sabes. Tienes una hora para aparecerte en el lugar que ya sabes oh...- y al fondo se olló el agudo grito de Leah que me heló la sangre de las venas. Luego Minos cortó la comunicación.
Salí volando a toda pastilla hasta el viejo bar en reconstrución que Leah y yo frecuentabamos.
En la puerta había una nota que decía "Entra! Unete a la fiesta" manchada con sangre.
Entre corriendo como uan exalación, y entopnces la ví tirada, sangrando, en el suelo sucio del bar inconciente. Corri hacia ella con el corazón en la boca y entonces, algo me aprisiono contra el piso, justo junto a ella.
- Hola Jacob, bueno. Como ya te lo habras imaginado, te tenemos rodeado y tus amigos cazadores no podrán salvarte. Ahora tienes 2 opcciones. Convertirte en uno de nosotros, o- se acercó hasta mi oido y susurró- ver como violamos entre todos a tu amiguita y luego la asesinamos lenta y tortuosamente
- ¡No la toques! ¡¡¡BASTARDO ASQUEROSO HIJO DE UNA GRAN PUTA!!!
- No, no. MI madre era una mujer muy respetable- entonces me dió un puntapie en las tripas y gemí del dolor.-Ahora Jacob, te daré una última oportunidad. O te unes a nosotros, o, ya sabes- lo sopesé en menos de un segundo. Nada en este mundo valía que mataran a Leah. El amor de mi vida, la razón de mi excistencia.
- Esta bien, me uniré a ustedes. Pero por favor déjala ir.

- ¿Vez que facil son las cosas si copeeras?
Los malditos me levantaron del suelo y me atarón a una silla. Empezaron golpearme por todas partes, rompiendome varios huesos y dejandome sangrando. Me estaba matando el dolor pero no dije nada. No debía. Lo que mas lesgustaría seríaque gritara, que suplicara por que me mataran pero no iba a darles esa satisfacción.
Minos se inclínó sobre el cuerpo de Leah y pasó algo que me dejó sin aliento.
El la ayudo a levantarse del suelo mientras ella se limpiaba la sangre de la ropa. Del vestido que yo le había obsequiado por su cumpleaños.
La estúpida sonrisa de Minos se ensanchó aun mas. Se acercó hasta mi que aun miraba a mi novia sorprendido ¿No se suponía que estaba secuestrada? ¿¡por que rayos no uía!?
- ¿Creías que yo tocaría auna chica tan hermosa como tu pequeña Leah, mi buen amigo? Esto era una trampa- luego me golpeó las napias destrozandome el puente de la naríz- ¿O no es cierto querida?

Ella se acercó hasta mi, hasta quedar junto a Minos, que le rodeo la cintura con el brazo meintra ella sonreía impoluta.
- Pero claro. Desde el principio todo esto fue una trampa ¿Qué quieres que te diga, Jacob? Todo fue cuestión de quien es mas apto para sobrevivir. Tú nunca podrías protegerme de todos los males de este mundo, pero los Daimons si pueden, a demás ellos me convertirán luego de que tú mueras. Admítelo, al final no pudiste ganar la batalla. Ellos me convertiran y viviré para siempre
- ¡¡Ellos te mataran!! ¡¡¡No pueden convertirte en un Daimon!!! Por favor Lee-Lee, ayúame
- ¡¡¡Cállate!!! No te quiero y jamas lo hice. Cuando ellos acaben de matarte seré imortalmente hermosa para siempre.
- Pero claro cariño- musitó mientras la besaba apaionadamente metiendo su asquerosa lengua dentro de su boca- Y solo para que lo sepas no te convertiremos en uno de nosotros. Eres demasiado peligroso. Es mejor matarte y evitar que mas adelante te conviertas en otro poderoso enemigo.
No quise recordad lo demas. Al final habían acabado por hacerme trisas a golpes, solo que Leah había echo el mayor destrozo. Luego como Minos había prometido fue violada por todos y cada uno de los Daimons presentes. Ella me había partido el corazón.
Desde entonces juré que jamás volvería a amar a otra cosa que no fuera mi trabajo.
Lo único que me permití recordar fue cuando Edward (que ya no era mas un Cazador Oscuro ya que Bella lo había librado del juramento de Artemisa devolviendole su alma) me encontró y me llebó hasta su casa.
Una vez recupere el sentido le pedí a Artemisa que me convirtiera, y maté a Minos y a todo su maldito séquito.
No me había dado cuenta de la cara de angustia qur había puesto, sino hasta que Renesmee entró por la puerta y relajé el semblante. Entonces ella se acercó hasta mi corriendo dejándo caer la canasta con cosas que traía para abrazarme.
- ¿Estas bien Jacob?- me preguntó levantando la vista de mi pecho para mirarme a los ojos. Nadie me hab{ia abrasado para consolarme hacia mucho tiempo asi que se imaginaran mi sopresa.
Aparentemente un par de lágrimas se habían colado por mis mejillas, pero no fuí conciente de ellas sino hasta que Renesmee las limpió con la punta de sus dedos finos y delicados.
Otra ves la cercanía de nuestros cuerpos hizo mella en mi autocontrol.
Era extraño sentir a una mujer consolandome, pero mi cuerpo tenía intereses mas amplios que un simple abrazo.
La sujeté de la caderá para sentarla sobre el piano. Sus ojos relucían la autentica sorpresa pero no había atisvo de miedo en ellos.
Estrellé mis labios con una fuerza pasional rayana en la violencia. Y contrarió a lo que sospechaba no me apartó. Sus brazos se aferraron a mi cuello y me acariciaron el pelo tratando de hacer que mis labios dejaran de violentarla moviendo los suyos con dulzura. Pero mi cuerpo tenía sus propias intenciones y yo preso como por un encantamiento le corresponía al igual que lo haría un niño obediente, al que su madre acabara de darle una orden.
Destrabé mis manos de su cintura (haciendo uzo de mi fuerza de cazador) y despedazé su camisa. Grande fue mi sopresa cuando me percate de que ella tenía los pechos mas perfectos con los que fui capas de soñar .
Me llamaban, pidiendome que los probara. Así lo hice.
Ella soltó un gemido de placer en cuanto mi lengua empezó a jugetear con su pezón y curvó su espalda para que pudiera tener un mejor acceso a sus pechos.
Lamí y desgusté todo lo que estubo a mi alcance mientras ella gemía de placer aferrando sus dedos como pinzas de acerco en mi pelo, acercando mi rostro aun mas cerca del suyo
Solto un magnifico gemido de placer que izo que fuera aun mas rápido, pero de sus manos no se quedaron quita y empezarón un camido desesdente por mi abdomen desnudo hasta desabrocharon mi pantalón liberando mi inchada verga de la prición de tela a la que estaba confinada. Sus suaves manos de deslizaron por mi miembro acariciando desde la punta hasta la base, apretando en ocaciones, solo cuando dejaba de gemir.
Mi voz se volvió ronca y mi respiración cada vez mas entre cortada.
- Oh, Nessie- ni siquiera sabía de donde se me había ocurrido ese nombre tan extraño pero solo lo dije y partecío gustarle por que sonrió alegremente. Solo separé mis labios de su enrojecido pezon por un solo segundo y ella lo aprobecho para dejar un reguero de besos por mi abdomen hasta que llegar a la zona donde comanzaba mi bello púbico. Entonces su rostro desapareció debajo de mi erección pero podía sentir su sonrisa cuando su lengua acaricio mi glande completamente, y despues me besó la punta. Solté el gruñido mas salvaje que se escucho y si no fuera por la excitación de seguro que ella se habría asustado. Pero contrario a eso continuo lamiendo mi verga inchada hasta separó su lengua para juguetear con mis testículos. Jamás ninguna mujer me había tocado de esa manera y eso que habñia estado con muchas mujeres. Renesmee tenía algo muy especial. Algo que la hacía única.
Sus labios revolotearon dejando besos por aquí y por alla hasta que sin previo aviso se llevó mi miembro a la boca acariciandolo con su lengua y acariciando con los dientes, mientras que una de sus manos seguía jugueteando con mis testículos.
Su ritmo era delicioso, adictivo y muy excitante, pero mas que eso erá tóxico. Era algo inigualable. Una tortura deliciosa que deseaba que nunca se acabase, pero por desgracía el cuerpo tiene sus limitaciones, y el mió no era la excepción. Aparté su rostro con un poco de brusquedad y ella acabó de incorporarse reluciendo en puchero de tristeza fingida demasiado adirable para su seguridad.
Sabía que me vendría, y no quería hacerlo, no hasta que la poseyera, y no podía esperar mas.
- No es justo- musitó con un fingido tono de aflicción- tu miembro estaba muy pero muy rico- y luego sonrio para seguirme besando. Descubrí entonces que no había nada mas excitante que oír decir a una mujer ese tipo de cosas como "Tu miembro estaba, muy pero, muy rico"
- Necesito hacerte mía Renesmee, no puedo esperar mas- ella sonrió nuevamente, enseñándome sus deslumbrantes dientes blancos. Mis manos, como con mente propía bajaron por su abdomen hasta llegar a sus pantaloncillos, lo cuales hice girones, pero esta vez cuidando de no hacerle daño. Pude oler lo húmeda que estaba, y su corazón delataba su creciente excitación - No puedo esperar- y entonces undí mi verga palpitante en su centro. Decir que estaba húmeda era quedarse corto y convinado con lo estrecha que estaba...
...Juró que jamas sentí algo similar. Su calides, y sus caricias eran tan deliciosas.
- Oh, si ¡Jake!
Mis esfuersos por ser getil se fueron al caño en cuanto enrredó sus piernas em mis caderas y, no me pdió, me exigió que fuera mas aprisa y así lo hice.
Otra vez trabé mis labios con los suyos y nuestras lenguas danzaron entrelazadas siguiendo el silencioso compas de nuestra propia orqueta silenciosa.
Mis embestidas se hicieron mas salvajes, entraba y salía de ella, undiendome hasta el fondo de su intimidad.
No me bastó con que se corriera una vez, sin que que a la tercera vez, cuando su cuerpo quedo reclinado sobre el mío, abrasándose con la poca fuerza que le quedaba, acaricie suavemente su clitoris mientras entraba y salía aun mas rápido a saviendas de que estaba a punto de ser sacudido por mi propio orgarmo.
Tras una última envestida me vine dentro de su cuerpo...
Ambos descanzamos reclinados sobre el otro sin podernos creer lo que acababamos de vivir.
- Guau- exclamo entre jadeos
- Si, "Guau"- sujeté sus caderas con delicadeza y nos recostamos abrazados en el suelo. Nessie levanto la vista hasta obserbar mis piernas aun atadas por los pantalones, y soltó una risilla traviesa
- Supongo que estaba demasiado ocupada como para darme cuenta- suspiró y me abrazó por el pecho con mas fuerza y yo hice lo propio con ella.
Por primera vez en 3 años me sentí un hombre feliz y completo, sin mencionar extremadamente exausto. Pero feliz, al fin y al cabo. Estreché a Nessie con mas fuersa en tono a mi pecho
- Me llamaste Nessie un par de veces, puedo preguntar ¿Por que?
- Se me ocurrió de la nada, llamarte Renesmee todo el tiempo no me hacía gracia- le expliqué, y otra ves su sonrisa. Un hombre jamás podría cansarse de verla sonreir...
- ¿Y que pasará ahora?- preguntó repentinamente seria. Me iría, pues a los Cazadores Oscuros no se nos permitía tener relaciones fijas con humanos. Ella levanto su mirada y me escrutó por un minuto inmensurable- no quiero que me dejes. Se que tanto para ti como para mi esto fue increible y no te creeré si me dices que no significó nada- tenía razón, pero una voz, la sensata me gritaba "¡Mientele!" pero también había otra voz que le gritaba a la sensata un sonoró "¡Cierra el pico!"
- Pues...no se. Ya veremos que hacer...
Renesmee
Ya pasaron 3 años.
Hoy es mi aniversario y alguien muy especial esta esperandome. Los niños (Tim y Karin) estan en casa de mis padres y Jacob prometió que me daría una grata sopresa en cuanto llegará.
Entré por la puerta y estaba todo apagado, pero había un claro senderó de pétalos de rosas que decía por si mismo "Sigueme"
Subí las escaleras casi a la carrera hasta quedarme frente a la puerta de nuestro cuerto duvitativa, sin saber bien que hacer "¡Entra!" me gritaba una vos en mi interior.
- Ya la oí señora Black, mas le vale que entre pronto o si no se perderá su sopresa- canturreó desde dentro. Abrí la puerta y otra vez todo estaba oscuro, tan solo iluminado por la tenue luz de las velas. El estaba completamente desnudo tirado en la cama, mirandome con picardía con esos hermosos ojos marrones.. No pude evitar hiperventilarme, aun me costaba creer que era real.
Se incorporó de la cama, caminando hacia mi con su respectivo andar felino tan sensual y se plantó frenté a mi abrazandome con todo su cuerpo escultural- Hoy señora Black, se cumplen 4 años desde que Leah me traciono y me entregó a los Daimons, y tambien hoy se cumplen 3 años desde que te salvé de aquellas sanguijuelas en el callejón y me eche el mejor polvo de mi vida. Y ahora se cumple 2 años y 1 mes desde que me devolviste mi alma- tomo mi mano derecha en la que descanzaba la quemadura del medallon de Artemisa (el medallón que contiene las almas de los Cazadores Oscuros, el cual es tan caliente que quemá a los humanos pero no a los dioses o a los mismos cazadores) y la beso con suavidad- Hoy se cumple el aniversario en el que conocí a la persona mas maravillosa de este mundo, a la esposa mas fiel y a la madre mas devota- suspiró satisfecho regalándome una de sus mas hermosas sonrisas
- Jake, Te amo
- Y yo igual mi cielo- y entonces selló su juramente con un beso devastador y luego ambos caimos en la cama (era nuestra acción refleja). Me preguntó: ¿Como le caería la noticia de que tenía un 3er hijo en camino? Nah, mejor se lo digo despues.... Despues de todo hoy es mi aniversario y tengo que disfrutarlo.
N/A: Supongo que ahora esperan el y vivieron felices para siempre, pero eso no lo se.
Prefiero dejar esa decición en manos de ustedes. Je.
Este One Shot esta inspirado en el One Shot "Gracias por mentir"( creo que es de Jazzy pero no adelantaré concluciones) y en el cuarto libro de la saga de los Dark Hunters de Kenyon Sherrilyn "Placeres

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