3 días después:
Empecé a sentirme más ligero. Como si nada en el mundo me importara aparte de la clase de Geografía.
La profesora Mallory ya no era la profesora Mallory. Ahora me permitía llamarla Lauren, pero cuando nadie nos escuchara. Y ella me llamaba Seth todo el tiempo.
Era su alumno predilecto a la hora de pedir ayuda para traer muchos libros, o buscar tizas, o mapas.
Una vez estaba en el estacionamiento esperando a que Jacob terminara su sexcapada con Nessie en las regaderas, para ir a la Push cuando Lauren paso junto a mi distraída buscando algo en su bolso. Las llaves se le cayeron al piso y tubo que agacharse.
Tuve que apretar los labios para no gritar lo mucho que me atraía. Ella se dio la vuelta mirándome con gesto malévolo y me dijo:
- Disfrutando de la vista srto Cleawater- tragué en seco
- Seth- le corregí titubeante- y...si, a decir verdad, es una vista preciosa...
...Y por ese motivo cuando entre en clase de Geografía iba mas que animado. Si Lauren había notado como le miraba el trasero y no se había enojado con migo, definitivamente ella sentía algo por mi.
Como ya era costumbre para mí, me senté en la mesa más próxima a la de ella junto a Mandy. Ella aun no había entablado amistad con nadie más q yo y Nessie, incluso se negaba a hablar mas de dos palabras con los chicos... Lauren me lanzó una mirada que juraría era de picardía, pero debieron ser mis hormonas las que me habían engañado. Lauren me detestaba... aunque antes en el aparcamiento... sacudí mi cabeza despejándola, Lauren estaba hablando y yo SIEMPRE atendía a sus palabras.
No sé como ocurrió realmente, no era mi intención aunque…Wow estuvo genial... El casi es que se le escurrió la tiza de los dedos mientas estaba junto a mí explicando a la clase el tema... raídamente me agaché a recogerla para devolvérsela al tiempo que ella también se agachaba. Casi, casi... nos damos un coscorrón con las cabezas, divertidos ambos alzamos la cabeza para reírnos del casi tonto accidente con la mala fortuna de rozaros los labios....
Me frunció el seño, como si me estuviera reprochando el mal comportamiento:
- No es mi culpa que estés amenazando mis hormonas- le susurré mientras se incorporaba y me fulminaba con la mirada- Lo siento, me calló.
- Si, mejor- ella se dio la vuelta rápidamente y empezó a escribir las preguntas para un trabajo practico que debíamos entregar dentro de un semana.
Mandy me paso un papel. No era su costumbre mandarme papelitos entre clases, pero la veía muchos mas libre cuando me escribía que cuando tenía que decir algo. Iba a tener que sacarle provecho a ese detalle.
<< ¿Te gusta la profesora, Seth?>>
Dios, ¿tan obvio era? pero no podía decir nada de esto a un simple humano, no lo comprendería. Así que cogí el papel y le puse una de las más grandes mentiras:
<< No, ¿que dices? Casi me muero del asco cuando nos hemos rozados los labios. Urghhh>>
Miré a Lauren que se encontraba aun de espaldas, pero con la cabeza ligeramente girada hacia mí. ¿Estaba ruborizada? pestañeé un par de veces y volví a mirar. Sí, lo estaba. Sonreí internamente
<< ¿En serio? >> No pude evitar poner una sonrisa de idiota al tenderle la nota pero al verle su ceño fruncido se la volví a quitar y añadí: << que asco ¿no?>>
<> No era raro, Mandy siempre esperaba a que la sala quedase bacía para que los chicos no la empujaran, aun que sabía que nadie lo haría por que yo y mis amigos les dábamos miedo.
Del mismo modo que los chicos de la escuela dejaron de insinuársele a Nessie desde que Jacob y todos nosotros nos cambiamos aquí.
Ella me quito el papel de las manos, borró lo que había escrito y luego agrego <>
Me reprendí a mi mismo por ser tan obvió. Tendría que cambiar mi cara de "Si pudiera te vertería miel por le cuerpo y le limpiaría con la lengua" por una expresión un poco mas común
Para mi alivio no tuve que responderle a aquello, realmente no sabía que responder, pues la sirena sonó y rápidamente recogí mis cosas para salir. Pero Lauren me llamó.
- Seth, puedes venir por favor- me llamo desde su escritorio. Vacile en el umbral de la puerta y me adentre en el salón mientras los chicos se iban y Mandy me dedicaba una mirada de preocupación.
- No te preocupes por mí, nos vemos mas tarde- le asegure. Ella asintió y se fue cerrando la puerta tras ella. Me di la vuelta para encarar a Lauren que se sentó en su escritorio con las piernas cruzadas, y arrojo los brazos hacia atrás para sostener su cuerpo- ¿Que pasa ahora Lauren? No hice nada malo hasta donde se
Ella se mordió el labio, tensándome en el sitio. Ese gesto me excitaba demasiado.
- No, no has hecho nada malo, solo me has besado. - dijo alzando una ceja y mirándome con enojo.
- ¡Yo! Se equivoca Lauren, yo no la bese- ella se ruborizó, inmediatamente se bajo de escritorio y se paro junto a mi. Solo tenía que acercarme un poquito para besarla. Pero ella acercó su rostro hasta mi oído.
- Es una pena, me habría gustado que fuera así. - ronroneó dejándome estupefacto.
No sabía bien que hacer. Tenía su cuerpo muy cerca del mio. Ella apartó su rostro del mio hasta que quedamos a la misma altura.
No quise ser grosero, pero ella me estaba provocando.
- Lauren no llames al lobo si no vas a dejarlo jugar contigo- susurré tratando de sonar sexy
Y entonces hizo algo que me congeló, llevándome al cielo. Me besó. Instintivamente le correspondí sin párame si quiera a pensar si era algún truco, una trampa o qué, mi cuerpo solo era capaz de responder a aquel beso suyo. Sabía tan bien, tan dulce y suave...
Se me ocurrió tentar mi suerte. La sujete de las caderas e hice que quedara contra el escritorio. Para que sintiera mi cuerpo aplastarse contra el suyo.
Ella abrió su boca invitándome a robarme su lengua, y me sentí morir cuando sus manos se afianzaron con más fuerza en mi pelo, atrayendo mi cara aun más cerca de la suya, si es que eso era posible. Entonces ella cruzó las piernas por detrás de mi espalda, arrimándome aun más cerca de su cuerpo de fantasía.
Mi pobre cuerpo, sometido por sus encantos, respondió al beso con una maldita erección que no pude controlar. Ella sonrió contra mi boca, pero rápidamente volví a besarla y a apretarla aun más contra mi.
Si no podía poseerla al menos me limitaría a poder ceñirme lo mas cerca que me fuera posible.
- Eres tan hermosa Lauren- susurré sobre sus labios
- Lo sé. - rió Lauren mordiéndome el lóbulo de mi oreja. ¡Dios esta mujer me volvía loco! en ese momento pegaron a la puerta. Rápidamente me separé de ella y nos pusimos de pie, arreglándonos la ropa.
- ¿Quien es?- pregunto mientras se sentaba tras el escritorio fingiendo que solo estaba hablando con otro estudiante. Y realmente lo hacía muy bien. Yo tome mis cosas y disimulada mente me acomode el pantalón para disimular el bulto en mis pantalones.
- Soy yo Lauren, tengo las evaluaciones de los alumnos. ¿Te apetece reírte un rato?- pregunto el profesor de literatura., que ingreso sin pedir permiso. Me observó a mi y a ella, paseándose de hito en hito hasta que, de manera arrogante asumió que yo no suponía gran amenaza para el. Toda la escuela sabía que el estaba tras ella. Era un hombre pequeño, calvo, con la espalda encorvada, usaba anteojos y si Alice viera como bestia le daría un infarto del horror.
- ¿Interrumpo algo?
- No Jerry, pero de echo el señor Cleawater y yo, ya nos estábamos retirando- el hombre observo a Lauren desilusionado mientras se colocaba el abrigo y nos hacía señas para que saliéramos del salón mientras ella cerraba el curso con llave- Bien, ya me voy. Nos vemos Jerry. Otro día con gusto te acompaño a ver las evaluaciones de los alumnos.
El tipo este se fue refunfuñando, y cuando se perdió de vista acaricie la mano de Lauren y le sonreí.
- ¿Así que el señor Cleawater se tiene que ir? Y ¿A donde si se puede saber profesora Mallory?
- El señor Cleawater a su casa, y la profesora a la suya. Tengo cosas que hacer- me soltó secamente mientras se marchaba
Me quede allí parado mirando atónito, ¿me había corrido como a un perro pulgoso?
Ni hablar, no la dejaría irse sin más. Corrí hacia ella y la detuve por el brazo.
- ¿Qué crees que estas haciendo Lauren? - le pregunté indignado.
- Irme a casa, ¿que piensas? Nos hemos divertido pero ya esta. - Dijo soltándose y sacudiendo su larga y bella melena con aire de orgullo.
- No.
- Como dices? - pregunto volviendo intimidatoriamente.
- Que no te vas a ir. - le aseguré agarrándola por los hombro y empujándola a la clase más cercana cerrando tras mi la puerta. La arrinconé contra la pared y le planté un beso en los labios.
- ¡Suéltame!- murmuró contra mis labios. Me separé un poco para ver que sus ojos me decían lo contrario, entonces su vos se calmó- Llamaré a la policía
- ¿Enserio?- inquirí desafiante
Ella me miró dubitativa.
- Vamos Lauren, no voy a decir nada de esto si es lo que temes. - Le susurré al oído acariciándole el hombro con un dedo y escurriéndole la tira de la camisa por el brazo. Luego le besé el hombro y la mire a los ojos. Ella no dijo nada más, solo me agarró de la cara y la atrajo a la suya para besarme desesperadamente. Con un gruñido la levante, enroscando sus piernas en mi cintura y la tumbé sobre las mesas. La verdad estaba siendo demasiado imprudente, podrían entrar en cualquier momento y pillarnos y ese sería nuestro fin. Así que siendo por primera vez prudente me retiré de ella.
- Creo q la limpiadora apsara por aquí en cuestión de minutos para limpiar el aula...
- Cuando eres sensato pierdes tu encanto- musito mientras le incorporaba para cerrar con seguro la puerta- una de las ventajas de esta escuela mugrosa es que la gente se va temprano para dejar que los limpiadores nocturnos se encarguen de esto- entonces me tiró encima del escritorio y se sentó a horcajadas sobre mi. Curvó los labios en una sonrisa maliciosa en cuanto sintió mi erección presionarla - Mmm, se siente bien.
- Dentro de poco lo sentirás aun mejor- ella sonrió maliciosamente, se recostó sobre mi y empezamos a besarnos otra vez. Solo que ahora me tome unas cuantas libertades con ella. Como por ejemplo meter mis manos por debajo de su blusa y acariciar sus pechos por encima del sostén. Se me izo agua la boca, y me cuerpo ardió en llamas cuando ella gimió de placer, mientras con una mano envolvía la mía para que la apretara mas fuerte, y la otra la deslizaba dentro de mi pantalón, acariciando mi miembro por encima del bóxer.
No pude evitar soltar un gruñido de mi garganta al sentir sus suaves manos acariciarlo. Concentrándome en no rasgarla, le quite la blusa dejándome una genial visión de sus pechos atrapados en ese estorboso sostén de encaje negro. Ella hizo lo suyo con mi camisa entre risas y quedó muda al ver mi torso. Je, estaba claro q no se esperaba que estuviera tan tonificado. "Es lo que tiene ser lobo preciosa”, pensé para mi mismo.
- Guau- exclamo sorprendía, pasando sus manos por mi pecho. Ambas.
Sonreí muy pagado de mi mismo.
- ¡Estas que ardes!
- Gracias, tu también- pero su expresión no era la misma, estaba así como preocupada.
- Ósea, que estas ardiendo. Parece que tienes fiebre- sonreí tratando de disimular, aun no era tiempo de explicarle mi secreto. Y se me ocurrió un chiste para bajar la tensión.
- Es que cierta mujer me esta subiendo la temperatura con sus caricias.
Volví a besarla procurando acallar toda queja que pudiera salir de ellos, y entonces le deshice el sostén y me maraville ante sus perfectos pechos. Sus pezones estaban sonrosados y muy duros. No necesite otra cosa que me indicara que moría por mis caricias.
Los degusté con una devoción casi religiosa.
Pasé mi lengua por uno de ellos y luego lo mordí.
- Hay si- gemía ella, lo que me ponía aun mas frenético de lo que ya estaba.
Comencé a subir mis labios hasta su cuello dejando un camino de mordidas suaves que le hacían reír y gemir al mismo tiempo. Ella comenzó a desabrochar con manos nerviosas mi pantalón a lo que yo respondí con un gruñido y una sonrisa picara deslizando mis manos hasta su minifalda para quitársela por la cabeza, ya que estando sentada a horcajadas era difícil pasársela por las piernas. Nos reímos mucho cuando la falda se atascó en los hombros y yo tiraba de ella sin éxito hasta que al fin se deslizó dejando a Lauren solo con unas finas bragas negras. Ella hizo un sensual puchero y acercó su cara hasta mi oído para susurrar:
- creo que aquí sobra una prenda. - tiró de mis pantalones hasta se deslizó. Con los pies me quité las deportivas y me libre del pantalón.
La agarré de la cintura y la empuje de espaldas contra el escritorio para poder ponerme sobre ella. Se la veía preciosa con el pelo extendido por la superficie del escritorio y su pecho subiendo y bajando rápidamente por la excitación.
Ya la tenía a mi merced, solo tenía que quitarle las bragas y podría hacerla mía...pero...No sabía muy bien como hacerlo. Ósea, si que lo sabía. Había visto la peli porno en la cabeza de Jake más de una vez.
Pero yo no era como ellos, no era un ninfomano sexopata. Yo era un patético niño tratando de darle placer a una mujer sombrosa.
Deje que mis labios llegarán solos hasta su oído y le susurré con vos temblorosa.
- Si te lastimo, por favor, por favor golpéame. No podría soportar la idea de hacerte daño.
- Tu puedes hacerlo Seth, confió en ti pequeño- soltó entre suspiros.
Mas nervioso que confiado, sujete las diminutas bragas y las deslicé por sus cremosas piernas pálidas. Se las separé solo un poco para quedar entre sus piernas. Su calor me llamaba, su humedad me estaba volviendo loco por el deseo.
Solo deje que mi cadera fuera hacia su entrada y entonces...juro que sentí las puertas del cielo abrirse para mí:
- Mmm, que bien se siente- gimió contra mi cuello. Ella me sujeto del trasero (cosa que me divirtió bastante) y me obligo a entrar en su cuerpo con más rapidez. Haciendo que mí miembro entraba y saliera de ella, cada vez más rápido.
Mis brazos se hicieron gelatina, los había expandido a cada lado de su cuerpo para que dejar caer mi peso sobre su cuerpo. Pero entonces, mi resistencia se quebrantó, y ahora solo me sostenían con los codos apoyados, y roge que eso fuera suficiente
Nuestros cuerpos estaban totalmente pegados, notando el pecho de Lauren en el mio, bajando y subiendo frenéticamente. Su boca estaba a la altura de mi oído, haciéndome estremecer con sus suspiros y gemidos. Ella enrolló sus largas piernas al rededor de mi cintura y comenzó a moverse para obtener mas placer, llevándome al cielo con aquel movimiento de caderas. Lauren comenzó a respirar dificultosamente y se quedó quieta. Asustado la mire.
- ¿Ocurre algo?
- Es... solo que... esta tan caliente... que quemas de verdad. Y no te ofendas... pero pesas.- dijo entre jadeos.
No me había dado cuenta que deje caer todo mi peso sobre ella. Rápidamente la volteé para colocarla encima mio, así no la aplastaría y no se abrasaría con mi calor.
- Mejor. - suspiró.
Trate con todas mis fuerzas de sonreír, pero solo pude poner una expresión de placer en cuanto ella comenzó a moverse, alrededor de mi miembro, que la llenaba por completo.
Pero había algo que no entendía. ¿Por que todo se sentía tan apretado? Lauren estaba apretando mi miembro y todo cada vez se ponía mas húmedo y apretado.
Entonces, cuando reprimió un grito de placer comprendí que ella estaba teniendo un orgasmo.
Recordé lo que Jacob hacía cuando Nessie tenía uno. Empecé a arremeterla mas fuerte, a sabiendas de que me correría en cualquier momento, y cuando eso pasó, Lauren tuvo que taparme la boca para que no gritara del placer que estaba experimentando.
Ella se bajó de mí, y se sentó en la silla del escritorio mientras yo seguía tirado sobre este.
- Guau- solté asombrado con la mirada en el pecho- esto es...Ósea...fue como... ¿Que fue?- Lauren se inclino en la silla para besarme y susurró felizmente:
- ¿Primerizo eh? Pues felicidades, acabas de tener tu primer orgasmo- sonrió y empezó a buscar su ropa y la mía.
Me vistió con cuidado, y luego me permitió que yo la vistiera. Aun que lo hice con mucha tristeza.
Pero ella noto mi mirada y me tranquilizo diciendo:
- Tranquilo mi niño, tienes todo el tiempo del mundo para continuar perfeccionándote. Te prometo que esta no será la última vez...
___________________________________________________________
Ok, luego de muchas idas y vueltas pude publicar
jaja
un besote
We love you!!!
Team "Todo lo que tenga piernas!"
sábado, 10 de julio de 2010
lunes, 5 de julio de 2010
Entre la verdad y el amor- Capitulo 17- Por que...
Okas jeje, espero que les guste este mini capi
juju
byeee
no se olviden de comentar
PD: Va dedicado a sara, a ale y a beu
jejeje
Claro como no mencionar a mi hermana Ada y a Mi madre ausente que disfruta de una merecidas vacaciones jejje. Te amo Leda y a ti tamb Tia Teles
Sentí mis manos temblar de la ira y mis mejillas llenarse de sangre, es que no podía simplemente creerlo.
Corrí por el bosque, tratando de escapar, de la realidad. De del dolor. De las mentiras.
Pero las palabras de Quil seguían repitiéndose en mi cabeza
- ¿Quién rayos se cree que es como para echar a Seth de su propio hogar?- chillé
- Nadie, Anne. Jake solo estaba cabreado, pero créeme que lo siente. En cuanto se calmó, el trato de hablar con Seth para pedirle que volviera. Pero el no quiere hablar con nadie. Solo con migo, y muy de vez en cuando…- Claire se había removido inquieta en sus brazos, desperezándose. Miró a Quil con curiosidad
- ¿Qué pasa? ¿Aun no llegamos?- con su manito se había frotado el ojo derecho, y luego descansó su cabeza en su hombro- Ya quiero llegar
- Estamos aquí princesa- le murmuro con dulzura. La sujeto con mucho cuidado de la cintura y el dejo en el suelo. Se inclino junto a Claire, acomodando su abrigo antes de depositar un pequeño beso en su frente. ¿¡Como podía actuar tan tranquilo, mientras conversábamos de algo tan serio!? ¿Qué? ¿Seth ya no le importaba o que? Para colmo la maldita migraña me estaba destrozando la cabeza como si me metieran un viejo taladro oxidado por las sienes.
No pude soportarlo, solamente salí corriendo de allí. Quil no me siguió, no me importo el por que. Solo corrí y corrí por el camino sinuoso, con mi corazón doliendo, y mi cabeza martilleando.
¿Por qué? Me repetía
El bosque denso estaba todo negro, no sabía si estaba oscureciendo, o si las nubes en el cielo se habían vuelto más gruesas. No me importo.
Nada me importaba. Es que aun no podía… o no quería creerlo…
Jake, mi Jake. Dios. ¿Por qué? ¿Por qué no podía ser feliz pero al 100 por cien? Solo por una vez.
Mi cabella martilleaba sin piedad. Los músculos de mis piernas estaban tensos. Mis huesos temblaron, y acabe cayendo al suelo mohoso…
Los sollozos se escaparon de mí, como un sonido tan poco humano.
Mire el bosque, todo se veía negro. Mis piernas no me respondían. Mi cabeza me estaba matando del dolor, y para colmo había comenzado a sangrar. Estaba tan cansada…
De pronto apareció frente a mí de la nada, como el ángel de la muerte todo cubierto de sangre. Pálido como la nieve, con facciones hermosas y perfectas. Con un rostro perfecto y rectilíneo adornado de rizos dorados, con unos amenazadores ojos rojos, brillantes, hambrientos, mortales.
¿Jasper?
juju
byeee
no se olviden de comentar
PD: Va dedicado a sara, a ale y a beu
jejeje
Claro como no mencionar a mi hermana Ada y a Mi madre ausente que disfruta de una merecidas vacaciones jejje. Te amo Leda y a ti tamb Tia Teles
Capitulo 17
Por que...
No podía respirar, no podía moverme de mi sitio. Jacob… había echo… ¿Qué cosa?Sentí mis manos temblar de la ira y mis mejillas llenarse de sangre, es que no podía simplemente creerlo.
Corrí por el bosque, tratando de escapar, de la realidad. De del dolor. De las mentiras.
Pero las palabras de Quil seguían repitiéndose en mi cabeza
- ¿Quién rayos se cree que es como para echar a Seth de su propio hogar?- chillé
- Nadie, Anne. Jake solo estaba cabreado, pero créeme que lo siente. En cuanto se calmó, el trato de hablar con Seth para pedirle que volviera. Pero el no quiere hablar con nadie. Solo con migo, y muy de vez en cuando…- Claire se había removido inquieta en sus brazos, desperezándose. Miró a Quil con curiosidad
- ¿Qué pasa? ¿Aun no llegamos?- con su manito se había frotado el ojo derecho, y luego descansó su cabeza en su hombro- Ya quiero llegar
- Estamos aquí princesa- le murmuro con dulzura. La sujeto con mucho cuidado de la cintura y el dejo en el suelo. Se inclino junto a Claire, acomodando su abrigo antes de depositar un pequeño beso en su frente. ¿¡Como podía actuar tan tranquilo, mientras conversábamos de algo tan serio!? ¿Qué? ¿Seth ya no le importaba o que? Para colmo la maldita migraña me estaba destrozando la cabeza como si me metieran un viejo taladro oxidado por las sienes.
No pude soportarlo, solamente salí corriendo de allí. Quil no me siguió, no me importo el por que. Solo corrí y corrí por el camino sinuoso, con mi corazón doliendo, y mi cabeza martilleando.
¿Por qué? Me repetía
El bosque denso estaba todo negro, no sabía si estaba oscureciendo, o si las nubes en el cielo se habían vuelto más gruesas. No me importo.
Nada me importaba. Es que aun no podía… o no quería creerlo…
Jake, mi Jake. Dios. ¿Por qué? ¿Por qué no podía ser feliz pero al 100 por cien? Solo por una vez.
Mi cabella martilleaba sin piedad. Los músculos de mis piernas estaban tensos. Mis huesos temblaron, y acabe cayendo al suelo mohoso…
Los sollozos se escaparon de mí, como un sonido tan poco humano.
Mire el bosque, todo se veía negro. Mis piernas no me respondían. Mi cabeza me estaba matando del dolor, y para colmo había comenzado a sangrar. Estaba tan cansada…
De pronto apareció frente a mí de la nada, como el ángel de la muerte todo cubierto de sangre. Pálido como la nieve, con facciones hermosas y perfectas. Con un rostro perfecto y rectilíneo adornado de rizos dorados, con unos amenazadores ojos rojos, brillantes, hambrientos, mortales.
¿Jasper?
miércoles, 30 de junio de 2010
O.S- Mi Salvación by Moi and Naty!!!
Mi salvación
Jelow!!!, este shot lo escribi con la genial, increible, asombrosa, frabullosa Naty como auto regalo-auto, de cumpleaños, y es genial. La verdad se me paso publicarlo aki...
Y adivinen quien es la prota?? juju ¬¬ ok, lo se, pero no hay nada mas bello que el amor propio verdad?
Si no te amas a ti mismo, nunca podras amar a nadie mas
jajaja
Ok, aki las dejo, disfruten y comenten!!!!!
Natt, eres genial!!!!! Eres Frabullosa!!!!!!
te quierooooooooooooooo
Jake POV
Ni siquiera pude ver el carro alejarse después de rogarle que se quedara. Sabía que no me haría caso, que era una causa perdida, pero debía hacer algo. Era la única opción que tenía para intentar evitar que se marchara a salvar la vida de alguien que no la amaba, enfrentándose a un montón de monstruos que se la almorzarían. Mi cuerpo entero tembló y entré en fase sin desearlo por primera vez desde que me había hecho parte de esta doble vida.
Pero no fue lo relajante que pensé que sería. Las voces en mi cabeza me aturdieron y me taladraron los sentidos los sentimientos de pena de los demás. Estaba arto de que sintieran pena por mí. Y estaba arto de ser el maldito melodramático de toda la manada. Deseé poder alejarme de todo y de todos por unos minutos. Aunque no fuera real, aunque no fuera permanente, sólo quería que las cosas fueran lo que eran antes de todo esto
Quisiera admitirlo o no, mi vida había cambiado cuando Bella se había mudado a Forks. Todo había ido cuesta a abajo desde entonces. Un golpe tras otro, sin tiempo para recuperarme.
Y entonces lo pensé: La única persona que no tenía nada que ver con todo esto. La única que me escucharía simplemente por apoyarme y no por formar parte de una ridícula realidad alterna de sanguijuelas y perros. Al fin y al cabo, y aunque pareciera ridículo, la persona más normal que conocía
Salí de fase antes de pensar en ella claramente, para no alertar a los demás de donde estaría. Ya estaba bastante cerca de casa, y necesitaría ropa si planeaba ir a visitarla. Corrí un par de minutos más y luego entré a casa sin prestarle atención a Billy cuando se sobresaltó por mi portazo. Fui directo a mi cuarto, ignorando sus preguntas y apretando los dientes para no responderle algo que sabía luego me traería consecuencias.
Tomé un par de pantalones y una playera oscura del armario. Realmente no tenía mucho de donde elegir. El que llevaba era mi último par de tenis, así que no me molesté en tomar zapatos. Sólo me quedé descalzo. Al fin y al cabo, me importaba un carajo seguir las reglas de etiqueta. Salí por la ventana para evitar a Billy y corrí por el camino que tanto conocía de hacía un par de años, y de toda mi vida.
Annie POV
La casa se veía fría, vacía, estéril. Como si fuera de otras personas. Tal vez, yo también estuviera volviéndome otra persona, al fin y al cabo.
Luego de pintar todo, de sacar los muebles y demás... no me sentía mejor. No, definitivamente, remodelar para que mis padres se enfadaran como el demonio no había sido una buena idea. En especial ahora que pensaba con mas claridad.
Y aun que todo se viera genial para mi gusto... No era mi casa. Sin nadie allí mas que yo, no parecía que fuera nada. Solo ladrillos y cemento.
Pero basta ya, no era momento de deprimirse. Las medidas extremas en situaciones extremas nunca fueron mi fuerte. Mis dedos rozaron las cicatrices de mis muñecas ante ese pensamiento. Definitivamente, las medidas extremas no eran cosa mía.
Me levante del sofá, tratando de aclarar las ideas. No debía ser negativa, o terminaría en otro psiquiatra. Tome uno de los discos sobre la nueva mesilla de café frente al sofá y lo coloque en el equipo de música.
La sala se lleno de armonía, con la voz ronca y desvencijada de Joaquín Sabina completando el ambiente. Sin perder tiempo tome el mando y puse una de mis canciones favoritas. "La Magdalena". Oh si, Joaquín era, para mi, ese tío bohemio que todos deseamos alguna ves. La cura para mi inminente soledad...
Sentí como si la casa se estremeciera, o por lo menos mi puerta de entrada, cuando alguien la aporreo con violencia y rapidez. Se me erizaron los bellos del cuerpo ante la posibilidad de tener a algún asesino serial o maníaco religioso dispuesto a encaminarme por el camino de la fe. Considere seriamente llamar a la policía, pero, solo por si acaso pregunte antes.
- ¿Quien es?
- ¿Annie?
- Jake? eres tu?
- Annie ¿en serio eres tu? Te oigo diferente... -se quedó callado un segundo- Si, soy yo -agregó luego cuando entendió que no había contestado mi pregunta
- Pues yo si estoy segura de ser yo, y el que se oye raro eres tu. Como se que no eres Jack the Riper o algo así uh? -Jake soltó una carcajada, pero tampoco sonó correcta. Era él, lo reconocería donde fuera, pero había algo mal.
- Creo que me siento más como una de sus víctimas -respondió intentando que sonara como una broma.
Otra vez mi corazón dio un vuelco. Corrí hacia la puerta y la abrí de golpe. El hombre que vi allí parado... No era mi Jacob. Físicamente lo era, o al menos parte de el. Tenía semanas sin ir a la escuela y Billy no me dejaba verlo. decía que estaba muy, muy enfermo. Además siempre estaba con la chica Swan, que aun que no tuviera nada contra ella, me parecía un poco demasiado fatalista. Tu novio te dejo amiga, acéptalo. NO uses a MI Jacob, por eso.
En fin, Jake se veía muy mal. Su rostro estaba completamente descompuesto. Habían enormes surcos en su frente, y sus labios estaban tensos. Donde debía haber alegría, solo veía un intenso dolor. Aun que tratara de disimularlo... No podía o no lo hacia con empeño.
Me lancé a sus brazos, básicamente saltando para alcanzarlo y tratar de brindarle consuelo. Ignorando sin éxito la mariposas en mi estomago. No era momento para pensar en mi absurda fantasía sobre una vida larga y feliz a su lado. Ahora la realidad me demandaba mi atención... Además, sabia que eso jamás ocurriría...
- Jakie, que te ocurre, pequeño?- utilice su sobre nombre, ese que repudiaba con cada fibra de su ser, para tratar de animarlo. Hizo una mueca con la boca, pero bajo ningún concepto eso se podría considerar una sonrisa. De verdad me preocupé cuando ni siquiera se quejó. Fruncí el ceño y tiré de su mano para hacerlo pasar. Cerré la puerta tras nosotros y lo empujé hasta el sofá. De verdad había crecido mucho en las últimas semanas. No parecía posible que hubiera cambiado tanto, pero no pregunté por el tema. No parecía ser el momento adecuado.
- ¿Que sucedió? -insistí. No respondió, en vez de eso, tomó mi mano, y Dios! Estaba ardiendo!! Como si tuviera fiebre. Pero antes de poder siquiera preocuparme, tiro de mi mano y me sentó con brusquedad junto a el. Casi me arranca el brazo pero no pudo importarme menos... Dios, parecía que Jake quisiera echarse a llorar con todas su fuerzas. Me partía el alma, literalmente. Jake era mi mundo entero, y lo que a el le afectaba, a mi me mataba. así de enamorada estaba de el. De un modo irracional y estúpido, y para rematar, Jake no me correspondía.
He aquí, súbditos del reino de "Estupidilandia" A su Reina Annyra Marshall! Tomé el rostro de Jacob con mi mano libre y acaricie su piel, suave y hermosa con cuidado.
- Que paso, Jacob?
Jake POV
- ¿Tú que crees? -le pregunté entre mis dientes algo irritado. Siempre era lo mismo. Siempre era la misma historia. Una y otra vez.
- Pues, no lo se, en lo físico diría que te atropello un camión, pero en lo emocional, me atrevería a mencionar a la señorita depresión- intenté sonreír por el comentario, pero sólo logré una carcajada muda e irónica.
Annie frunció el ceño y me miró a los ojos por un segundo.
- Jake, no puedes seguir así, no es sano sufrir por alguien que- guardó silencio un segundo, y juraría que oí su corazón latir mas a prisa. Tal vez estuviera eligiendo mejor sus palabras, ella tendía a hablar sin pensar- No siente lo mismo- dijo sombríamente. Me temblaron las manos y hablé entre mis dientes.
- No es algo que haya elegido, Annie -me hice hacia atrás para evitar el contacto de su mano. No quería que sintiera la tensión de mi mandíbula, o el temblor de mi cuerpo- ¿Crees que me gusta rogarle como cachorro? No sabes lo que es enamorarse de alguien que no te corresponde.
- Así que ahora tienes todas las respuesta?- me espetó con sarcasmo, la mire perplejo mientras ella me fulminaba con la mirada- Deja de sufrir por ella, eres mas fuerte que eso, Jacob- parecía que se hablara a si misma. Le sostuve la mirada por un largo rato, y luego suspiré profundamente varias veces para calmarme. Mis problemas no tenían nada que ver con ella. Sólo estaba intentando ser mi amiga. De todas formas, no parecía... correcto lo que decía. El problema era que yo NO era fuerte. Por mas que lo intentaba, no lograba olvidar a Bella. Todo lo que hacía era por ella y para ella. Solté un gemido involuntario al pensar sin proponérmelo en dónde estaba Bella ahora. Seguro el enamoramiento se me quitaría cuando muriera a manos de los chupasangres. O peor. Cuando volviera de Italia con él.
- Lo siento- murmuró. Se estiro sobre el sofá y me envolvió en sus brazos. Su contacto era tan suave, tan conciliador...- Se lo mucho, que la amas, no debería decir eso. Pero no significa que no sea verdad. Debes ser fuerte, y no permitir que te mate. créeme, no puedes vivir con el dolor, tarde o temprano te alcanza y te destruye...- su voz fue perdiendo cadencia hasta que se volvió un susurró apenas audible... para un humano claro. Sus palabras eran tan extrañas. Anne no solía auto compadecerse, ni hablar de sus sentimientos con nadie. Siempre estaba muy metida en su coraza protectora, escondiéndose del mundo, evitando salir herida manteniéndose al margen de todo. Y ahora me hablaba como si nos estuviera aconsejando a ambos... Dios, ella debía estar casi tan mal como yo.
- ¿Y a ti qué te sucede? -pregunté en el mismo tono que ella había usado. Su abrazo aún se sentía como una bocanada de aire, pero había algo raro en ella. Por mucho que quisiera matar a Ed-iota, también descuartizaría a quien quiera que le hiciera daño. Ella siempre había sido mi amiga, mi cómplice, mi apoyo. Se merecía un asesinato o dos en recompensa.
- Nada, y si lo hubiera, sabes que no te lo diría fortachón- su tono burlón y su falsa sonrisa no lograron convencerme. Podía ver, en sus profundos ojos verdes un dolor tan intenso, que no sabía como podía soportarlo
- Claro que no me lo dirías -solté entre dientes. Siempre había detestado su autosuficiencia. Aunque muchas veces había deseado poder ser de esa forma. Ella siempre lo soportaba todo. Caída tras caída, volvía a levantarse fingiendo una sonrisa para el mundo-. Nunca lo dices ¿o si?
- Nop, el mundo ya esta bastante cagado como para sumarle mis conflictos emocionales- dijo sonriendo de una manera tan amarga que se me erizaron los bellos de la nuca- pero al menos, puedo escuchar a otros y decirles que hacer.
Solté un bufido y la miré casi gruñéndole. De verdad me volvía loco que fuera así.
- Claro, por qué lo harías, ¿cierto? -repliqué alejándome de nuevo-. No te vayas a arriesgar a que alguien te apoye a ti por una vez en la vida ¿no? - ahora sólo echaba humo. Sabía que no estaba del todo en mis cabales, pero no quería quedarme callado. Estaba arto de quedarme callado. De acumular las cosas en mi pecho. No podía entender cómo lo hacía ella todo el tiempo-. O quizás sólo no quieres que sea yo el que te apoye -agregué casi gritándole.
Hizo una mueca. Y me quedé callado de repente. Nos miramos desafiantes por un segundo y cuando volví a hablar mi voz casi no se escuchaba.
- Sólo dímelo ¿quieres?
- Jake, cálmate, no estas en tus cabales y...- la interrumpí con un grito ahogado, es que no se cansaba de tanta mierda??? Las manos me temblaron de nuevo y sus ojos se volvieron curiosos mirándome. Me puse de pie y podría jurar que se estremeció al oír mi voz con tanto volumen.
- ¿Yo no estoy en mis cabales? Tú, de todas las personas me dices eso? Por favor... Sólo mírate. Ni siquiera tienes las agallas para admitir que algo te sucede. Por lo menos yo estoy siendo sincero contigo. Siempre lo he sido. Pero tu, ¡Claro! Siempre tienes que ser fuerte ¿cierto? No se vaya a derrumbar el mundo porque tú demuestres que algo te molesta ¿no?
Intentó replicar algo, pero seguí gritando a pesar de ver su boca moverse. Se puso de pie para hacerme frente, y yo sólo levanté más la voz, gritándole a la cara.
- "Mis cabales". Sabes qué? las personas se salen de sus cabales de vez en cuando.- Por lo menos las que no temen demostrar lo que les sucede.
- Basta!!!!!!- chilló- SABES QUE???? SI! SIENTO, PIENSO, RESPIRO, AMO! Pero todo eso no sirve de nada si no hay nadie para escucharte!! Mis padres, dios! puedo ponerme frente a un tren y a ellos no les importaría!!!! Y a ti tampoco!!! Por que seguirías lamentándote por que la reina de drama Swan no te ama. Pues sabes que?? Eres un idiota por enamorarte de alguien que no te quiere mas que como un amigo para olvidarse de su ex que esta en algún lado!! Yo por lo menos me lo guardo para mi, en lugar de armar un circo de ello. Por que, a quien rayos le importa lo que siento? uh? Te diré a quien. A NADIE!!!!! Ni a ti, ni a mis padres, a mi familia, NI A TODA LA GENTE DE ESTE MALDITO PUEBLO!!!! sabes? Mira esto- ella extendió sus muñecas marcadas frente a mi cara mientras seguía gritando y comenzaba a llorar- Esto!! Esto es la prueba tangible de lo que pasa cuando me salgo de mis cabales!!! Quise suicidarme Jacob!, lo intente!!! pero me acobarde por alguna estúpida razón, luego vinieron mis padres a mandarme a un psicólogo y ellos se fueron otra vez!! Tu ni siquiera fuiste al hospital a verme por que estabas muy ocupado con Isabella- escupió el nombre entre dientes como si de veneno se tratara- A nadie le importa lo que tengo que decir Jake- murmuro con la voz rota- Por eso, ya no tengo nada mas que decir. Si te dijera ahora mismo lo mucho que te amo, como seria capas de dar mi vida por ti... No te importaría, por que seguirías pensando en ella, y como desearías que fuese ella quien te lo dijera, así que, por que perder el tiempo en algo que será completamente inútil? No hará que la ames menos, ni que me quieras mas. Solo hará que te sientas culpable y que yo me sienta una idiota. así que, es por eso, señor sabiondo, que es mejor quedarse callado, si después de todo, a nadie le importa lo que dirás, y si les importa, eso no cambiara nada- finalmente se dejo caer sobre el sofá mientras trataba de normalizar su respiración. Yo me quede completamente en blanco...
Tardé un par de segundos en procesar todo lo que había dicho. La frustración, la soledad, la desesperación, el despecho... pero sobre todo. ¿El amor? Annie... ¿Me amaba? Tragué en seco y la miré. Mantenía los ojos pegados en un punto fijo delante de sí misma. ¿Era yo? Yo era el idiota que le hacía pasar por todo esto? Apoyé mi rodilla a su lado y bajé hasta quedar a su altura. Quería verla a los ojos, y sabia que no lo haría si se lo pedía. Tomé su barbilla con mi mano y prácticamente la obligué a mirarme volteando su cabeza hacia mi rostro. Sus ojos continuaron en un punto fijo a mi lado.
- Mírame -ordené, y cerró los ojos.
- Déjame
- ¿Era cierto? -demandé.
- No -mintió.
- Entonces mírame -repetí, manteniéndo su rostro en la misma posición cuando intentó quitarlo.
- Para que?? que caso tiene Jacob?
Era cierto. Jamás creí que fuera posible... jamás se me cruzó la idea por la cabeza. Es decir, era Annie... mi amiga. Jamás la había visto de otra forma, pero ahora todo dba vueltas a mi alrededor como si cada hecho tuviera una explicación. Su amistad, su apoyo, su odio hacia Bella... Le presté atención a la chica que tenía frente a mí por un segundo. No podía negar que era hermosa. Aunque su rostro continuaba contraído por el mal trago que le había hecho pasar.
- Annie... -susurré en un hilo de voz.
- Mira Jake- su voz se torno ácida, y se paro de golpe- Tu no me quieres, y yo si, pero eso es todo. asi que hagámonos un favor, en nombre de nuestra amistad y olvidemos todo esto. Solo veamos una pelicula o algo asi, por que- su voz se quebró- ni aun que me desnudara aki, frente a ti... nada pasaria jake, como mucho apartarias la mirada avergonzado y ya. Solo olvidemoslo Jakie, si?
Me quedé callado mirándola. Por un segudo me vino a la mente la idea de ella desnuda. Evité gruñir por la extraña forma en la que mi cuerpo reaccionó. Era nuevo pensar ese tipo de cosas acerca de ella. Sacudí la cabeza e intenté concentrarme en lo que había dicho luego. "Solo olvidémoslo"... sonaba tan fácil. Aclaré mi garganta y asentí levemente en su dirección sin levantar la vista hasta sus ojos.
- Lo vez? -suspiró. Tomó mi mano y la llevo al último lugar donde pense que la llevaría. La mire sorprendido, sus mejillas se veían como dos pequeñas fresas y sus labios trataban de disimular una sonrisa. Mire mi mano encima de su pecho sin podermelo creer- Sientes... algo? - pregunto con la voz un poco ronca.
Tragué en seco y moví mi mano ligeramente, haciendo que se estremeciera. Aún estaba sentado en el sofá, con ella frente a mí, así que moví mi otra mano hasta su cintura y la deslicé lentamente hasta su espalda. Sus ojos reflejaron algo del fuego que comenzaba a invadirme a mí también. En un movimiento repentino, la empujé contra mí sentándola a horcajadas de mis piernas, sin quitar mis manos de donde las tenía.
Se sobresaltó por el movimiento y estampé mis labios sobre los suyos antes de que pudiera replicar algo. En un primer momento se quedó completamente congelada. Deslicé mi mano por su pecho y lo presioné ligeramente. No quería dejar de tocarla. Soltó un pequeño suspiro contra mis labios y luego comenzó a devolverme el beso.
Presioné mi mano en su espalda y la atraje más a mí, pegándola a mi cuerpo mientras la seguía besando. Hablé contra su boca, incluso sabiendo que lo que diría no se entendería a la perfección:
- Tú sientes eso? -le pregunté
- Dios, sí que lo siento- jadeó. quitando sus manos de las mias tomo mi cabello en sus puños, peganzo su rostro al mio. Un estremeciomiento me recorio cuando ella empezó a lamer mis labios. Con gusto, abri mi boca para ella. Lu lengua era humeda y suave, y acariciaba a la mia con fervor. Parecia que le gustaba la situacion. Y a mi tambien, aun que no pudiera creerlo.
Cuando mi mano se separó de su pecho izquierdo, ella lloriqueo como una niña pequeña. Sonrei ante la perspectiva y ella se aparto de mi. Por un momenot pense que estaba molesta, hasta que ella me solto y se quito la blusa frente a mi. No trai ropa interior, al menos no traía corpiño.
Me quede muy quieto mientras observaba sus pechos desnudo, allí, perfectos y cremosos. Llamándome a que los probara. Quería tan fervientemente tocarlos de nuevo. pero estaba a la ves tan nervioso. Me sentía un imbesil. Como el golipollas de la clase que quiere pedirle salir a la chica mas sexy de la escuela. Annie suspiró, y luego me sonrió con ternura.
- Tócame, Jake. Por favor- me rogó con voz sexy- Hazlo, tócame de nuevo
Gruñí y deslicé una de mis manos por su pecho mientras me incorporaba para volver a su boca. La besé casi desesperado mientras mi mano se movía ansiosa por su pecho de nuevo y jugaba de vez en cuando con su pezón, pellizcándolo entre los dedos y haciendo que gimiera contra mis labios. Mi lengua pidió permiso en su boca y a penas tocó la suya se estremeció sobre mí. La presioné de nuevo contra mi cuerpo para que me sintiera. Para que supiera en cuántas formas la sentía, para que supiera lo mucho que me provocaba haciendo lo que hacía.
Jugó con el borde de mi playera y tiró de él hasta que fui capaz de alejarme lo suficiente como para que la quitara de en medio. Quería sentir su piel contra la mía, y absolutamente todo me estorbaba entre nosotros. A penas me quitó la molesta prenda, bajó sus labios hasta mi pecho y comenzó a besarme ahí hasta que gruñí por la frustración.
- Jake, sabes tan bien- su lengua recorrió mi pezón, besándolo e incluso dejándole una pequeña marca por un mordisco que me izo gruñir. Entonces ella me miro un segundo avergonzada, una de sus manos desapareció entre nosotros. Trague saliva cuando ella se inclino para susurrarme - Puedo tocarte?
Gruñí de nuevo y acerqué mi boca a su oído también.
- Donde quieras -murmuré con la voz ronca justo antes de morder ligeramente el lóbulo de su oído.
Soltó una risilla maliciosa, y entonces abrió el botón de mi pantalón, y me tocó justo ahí. En el centro de mi cuerpo, donde deseaba sentir sus caricias.
Movió su mano lentamente, mientras debes en cuando me miraba como si comprobara que lo hacia bien, y cuando gemía, ella sonreía y lo hacia con mas fuerza. Nunca había experimentado nada como eso. Nadie me había tocado así nunca. Era sublime, maravilloso, increíble. Me tocaba con tanto cuidado como si me fuera a romper, y a la ves lo hacia tan bien que le gruñía. Me excitaba tanto tenerla allí...
- Annie... -gemí y sus ojos revolotearon hasta los míos. Ya no lo soportaba. Me incorporé bruscamente y la empujé hasta dejarla en de espaldas sobre el sofá, debajo de mí... a mi merced. Soltó un pequeño grito ahogado y jadeo por el cambio de posición. Presioné mi entrepierna contra la suya, la prueba de lo mucho que me excitaba, y gimió sin poder evitarlo. Paseé mis manos por los costados de su cuerpo rozándola solo con las puntas de mis dedos y apoyé mis labios en el centro de su pecho, para luego ir bajando lentamente, trazando mi camino hasta su ombligo.
Arqueó la espalda al sentirme tan cerca y me encargué de desabrochar su pantalón y bajarlo lentamente, tocando toda la piel que me fuera posible mientras lo hacía. Me incorporé a penas un poco para quitarlo completamente, y luego me quedé mirándola completamente desnuda, esperándome.
Sus ojos verdes, estaban nublados de deseo. Podía oler incluso ese delicioso aroma que emanaba entre sus piernas y la rapidez con que latía su corazón.
Jamás había visto algo como esto.
- Que piensas Jake? -preguntó con la voz un poco deformada por la respiración agitada
- Sólo en ti -respondí arrojando sus pantalones a un lado y devolviendo mi boca a su piel, rozando
suavemente mis labios contra la parte baja de su estómago. Pude oír su corazón acelerarse, como su respiración se le dificultaba cada vez mas. Jamás había hecho algo como esto y me sentía como un idiota. Pero... no quería dejar de intentarlo.
Deposité un pequeño beso en el lugar donde mas calor sentí que había, y ella gimió y se retorció en respuesta. Volví a hacerlo, solo que un beso mas largo, y húmedo. Ella empezó a jadear y retorcerse y por un segundo pensé que le dolía hasta que tomó mi cabello mi me incito a hacerlo de nuevo.
Estaba tan... excitado? si creo que eso era. La situación era, increíble, como se movía y contorsionaba, como gemía y respondía a mi. Levanté la vista y su expresión hizo que soltara un gruñido contra su piel. Todo en su cuerpo me indicaba que avanzara, que podía probarla, hacerla mía y volverla loca. Soltó un gemido cuando acerqué mis dedos dudosos a su entrada. La sentía tan húmeda y caliente que no lograba hacerme a la idea de que fuera por mi causa. Jugueteé un segundo sólo con la yema de uno de mis dedos, dudando si sería lo correcto.
- Ahh- su gemido taladro mis oídos, y me incito a avanzar. Entonces solo deguste como un loco hambriento su tesoro. Ella era deliciosa, increíble. Todo lo que sentía allí era calor liquido llenando mi boca. Sabía maravillosamente bien. Y sus gemidos eran la mas dulce música que me invitaba a seguirla probando. - Jake... Jake- murmuraba.
Continúe bebiendo de su cuerpo, mas sediento de lo que jamás estuve, y con mi pulgar masajeé su punto
débil con un de mis dedos. Sus gemidos se hicieron cada ves mas sonoros, y las palabras que salían de su boca menos coherentes. Me suplicaba por mas, al mismo tiempo que me rogaba que parara.
Si no fuera por que ella misma era la que se movía al compás de mis nerviosos movimientos, pensaría que su mente le estaba empezando a fallar. Tal vez fuéramos dos...
La sentí estremeciéndose más y más conforme sus gemidos aumentaban de volumen. Pero de pronto todo se detuvo. Los temblores, los jadeos, la fuerza de sus dedos que permanecían enredados en el cabello de mi nuca... por un segundo casi entré en pánico, hasta que un gemido profundo se escapó del mismísimo centro de su pecho. Y entonces comprendí que se estaba corriendo. En mis labios, por mis dedos, mi lengua y mis movimientos.
Levanté la vista cuando comenzó a respirar de nuevo -todavía agitadamente-, y le miré relamiéndome los
labios. Su sabor aún permanecía en ellos. Sus facciones aún continuaban contraídas y sus ojos cerrados. Se mordía el labio en una forma en que desee que fuera el mío, y me estremecí cuando una pequeña sonrisa se asomó por su rostro
- Ven- tomó mi mano y me llevo hasta quedar sobre ella, con mi excitación rozándola. Suspiro un segundo antes de tomar mis labios de nuevo y lamerlos, lamiendo su propio saber mezclado con el mío, y entonces dijo- Te amo, con toda mi alma Jake. Quiero hacerte feliz todo lo que me sea posible. Quiero que te olvides de ella, y no me rendiré, voy a pelear por ti Jacob. Y empezaré ahora mismo -su respiración se volvió entrecortada de nuevo, como si se hubiera quedado sin aire, justo al igual que la mía. No podía creer lo que decía. ¿Cómo podía amarme? Sentí un nudo en la garganta y pensé en todas las veces que ella había estado ahí para mí. Para apoyarme, para sacarme a flote. Deseé poder hacer lo mismo por ella, hacerla sentir como la persona más importante en el mundo. Me miró con curiosidad le ofrecí una sonrisa. La primera sincera desde que Bella había tomado como hábito romperme el corazón.
- Sólo pienso en ti ahora -le dije muy despacio, remarcando cada palabra, asegurándome de que supiera que decía la verdad.
- Gracias- deslizo su mano en mi torso y volvió a capturarme, moviéndose rápidamente haciéndome gemir y gruñirle. Me guió poco a poco hacia su centro y entonces me soltó. Sus ojos se clavaron en los míos, y pude ver una pizca de miedo en ellos- Con cuidado si?- me limite a asentir mientras trataba de entrar y entonces… Se bajó, si creo que así se dice... MIERDA!!!! Justo ahoraaa. Ella me miro extrañada y casi ofendida por la reacción de mi miembro. Como puede ser que ya no este... como se dice... no se erecto?? este es el momento mas erótico de mi vida y tu te caes así nada mas???
- Que paso?- me inquirió. Que le digo ahora?? Lo siento, no es que no me excites, es solo que mi miembro no quiere cooperar con nosotros??
Ah!! Maldita sea mi suerte!!
- Tranquilo, yo lo arreglo- dijo con voz sensual antes de tomarme y comenzar a acariciarme contra su cuerpo. Ah, empecé a gemir otra vez. Me dediqué a besar la suave piel de su cuello mientras sus manos seguían deslizándose por mi miembro.
-Anne... -gemí cuando me frotó de nuevo contra su piel y comencé a dirigir yo mismo los roces, moviéndome lentamente contra la piel de la parte interior de su muslo.
Me sostuve sobre mis brazos un momento y la miré directamente a los ojos. Le sonreí un poco, para alentarla y tragué en seco cuando noté el calor emanando de su cuerpo.
- ¿Listo? -me preguntó con la voz un poco ronca. Asentí con la cabeza y planté un corto beso en sus labios.
- ¿Qué tal tú? -agregué al alejarme, sintiéndome justo en su entrada.
-Hazlo, susurró. Sonreí por la forma entrecortada en la que soltó la palabra e hice un poco de presión, controlando siempre su expresión. No parecía querer demostrar mucho. Continuaba con las facciones relajadas y los labios apretados, como evitando que algún sonido o queja se le escapara.
- Annie... -me quejé, y sus ojos se enfocaron en mi rostro y tragó en seco-. ¿Quieres dejar de actuar como muñeca inflable?
- No soy ninguna muñeca inflable, solo estoy esperando a que me la metas de una vez- me regaño. Sus piernas envolvieron mi cadera y me insito empujando, inútilmente, ya que mi resistencia era mucho mayor que la suya- Confía en mi, estoy lista... A menos que tengas miedo o seas gay Jakie- sonrió con malicia mientras sus manos se paseaban por mis hombros- Es una lastima, en verdad quería hacerlo contigo.
- ¿Gay? ¿De verdad crees que llamándome homosexual es la mejor manera de seducirme? Sólo te faltó insultar mi tamaño, y ya hubieras cubierto todas las bases -repliqué sarcástico, aún sin moverme. Sentía ganas de quitarme, solo para torturarla, pero mi cuerpo no parecía estar de acuerdo. Incluso comenzaba a costarme quedarme quieto.
- Pues, tu eres el que esta discutiendo aquí, con una mujer desnuda, que, y me atrevo a presumir. te excita en vez de estar haciéndome gritar. Discúlpame por mi observación- contra atacó. Dios, estaba allí tendido discutiendo en lugar de estar haciéndole el amor. Algo debía de andar mal en mi, aparte de eso de la licantropía claro, pero no creo que ese fuera un tema de discusión en este momento
Bueno, quizás es un buen punto -admití, y bajé mi mano lentamente por su abdomen sin que pareciera notarlo-. Pero ¿que me dices de ti? Hasta ahora no he visto ningún indicio de que te guste lo que hago -pretendí un tono ofendido y continué bajando mi mano hasta su punto más sensible. Tracé un círculo sobre él tomándola por sorpresa, y a penas lo hice soltó un gemido y luego jadeo sin aire. Sonreí sin poder evitarlo y empujé con fuerza contra ella cuando arqueó la espalda, deshaciendo su fachada despreocupada. Atisbé una pizca de dolor en sus facciones, y sus uñas se clavaron en mis hombros, seguramente dejando varias marcas.
- Hay- gimió, aun que no fue la clase de sonido que esperaba. Me sentí una basura, ya que a ella parecía no gustarle, y por el contrario, yo me sentía, como que acabara de descubrir el cielo o algo así. Y sin darme cuanta, me moví. Una oleada de placer me azoto. Dios, se sentía tan bien. Pero ella, gimió de nuevo, con los labios apretados tratando de disimular, y justo cuando estaba por preguntar olí la sangre. Annie era virgen. Mierda, había desvirgado a mi segunda mejor amiga. La misma niña con la que solía jugar guerras de bolas de lluvia a los 6 años.
- Anda, Jake- me animo- muévete- su rostro decía otra cosa. Su frente estaba llena de pequeñas arrugas y sus ojos achinados. La había lastimado, a ella. Mi Annie.
- Siento haberte lastimado -susurré, y luego estampé mis labios contra los suyos cuando noté que iba a contradecirme. Sabía que le había hecho daño, la conocía casi mejor que nadie, podía verlo en sus ojos. Pero me esmeraría por compensarla. La besé por largo rato, primero dulcemente, muy despacio... dejé que ella controlara la intensidad del beso. Así sabría qué tanto se acostumbraba a mí. Mientras el tiempo pasaba.
Cuando enredó sus dedos en el cabello de mi nuca, profundizando el beso y buscando mi lengua con la suya, sólo ahí comencé a moverme de nuevo. Jadeó contra mis labios y tembló ligeramente bajo mi cuerpo, pero no se quejó. Me moví despacio y bajé mis labios por su cuello cuando necesité aire.
- Jake- musito. Su voz... mi nombre pronunciado de esa manera. Tal vez si me había muerto después de todo, y ella mí ángel de la guardia. Tal vez esto era el cielo. Este intenso placer, casi desgarrador. Increíble. Annie comenzó a moverse en círculos, aumentando el ritmo pausadamente. Su gemidos se volvieron verdaderos sonidos de placer. Entonces una canción sonó en el estereo y empezó a subir solo el volumen. Era ese idiota con la voz pastosa que annie idolatraba tanto. Joaquín Sabina o como sea. Pues gracias por arruinar mi primera relación sexual amigo, en verdad gracias.
Los movimientos de annie se volvieron repentinamente mas lentos, a la par de los míos. Y entonces comenzó a susurrarme, sin perderme de vista:
- Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño... Y si te vas, me voy por los tejados, como un gato sin dueño. Perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin mancharla, tu hermosura- me cantó, con sus ojos llenos de lagrimas.
No entendía casi nada de español, pero tal vez seria hora de aprender... En especial si lo que decía la conmovía de esa manera
- Eso, eso es lo que siento Jake. Solo sueño contigo cuando no estas- murmuro- Te amo, Jake...
- Yo también te amo, mi Annie -respondí quitando un mechón de su húmedo cabello de su rostro y besándola luego en los labios. Medité por un segundo lo que había dicho. No lo había pensado, pero ahora sabía que era cierto. Era... obvio. ¿Cómo era posible que nunca me hubiera dado cuenta de que ella estaba ahí para mí?
La verdad inconciente en mis propias palabras hizo que tomara más confianza en la forma en la que me movía. No estaba teniendo sexo con ella, estaba haciéndola mía, volviéndome suyo, haciéndole el amor...
- Jake, jake- gemía. Me sentía morir por ella, de verdad, tal vez fuera amor, o tal vez las hormonas lobunas me jugaran una mala pasada, pero ahora, con ella entre mis brazos, con su dulce cuerpo presionando contra el Mio. Podría jurar que era verdad. Que la amaba. Y que no quería dejarla. Nunca.
Su calidez era maravillosa, conciliadora. Me hacia sentir en casa, feliz y a salvo como no me había sentido desde hacia mucho. Y mi placer fue aumentando. Con forme sus gemidos se elevaban y sus paredes se apretaban en torno a mi. Estaba agitado, mi corazón se desboco al igual que el de ella. Sentí que mi placer aumentaba aun mas, por lo que me movía mas rápido, entrando y saliendo de su precioso templo con mas fuerza. Me estaba viniendo, o eso me parecía. Creía que explotaría, que me prendería en llamas y quemaría todo, es mas, no sabia como ella soportaba mi piel tan caliente como ahora.
- Mas, mas, mas. Dame mas Jacob, mas
Dios, me volvía loco gimiendo de esa forma. Escondí mi rostro en la suave curvatura de su cuello y apoyé mis labios en su piel evitando gritar cuando se estremeció bajo mi cuerpo y se apretó a mi alrededor gimiendo cosas sin sentido. No pude resistirme a correrme con ella, a penas fui conciente de su orgasmo. Solté su nombre en el punto en el que más placer me embargaba, y la cabeza me dio vueltas al escuchar el mio de la misma forma, deformado entra los gemidos de su dulce voz.
A penas alcancé a respirar un par de veces antes de que mis pulmones se congelaran con el pánico. Me alejé y Annie aún jadeaba con los ojos cerrados. Los abrió al sentir mi tensión. Frunció el ceño al ver mi expresión.
- Que? te arrepentiste?-pregunto con las voz dolida
Tragué en seco y hubiera reído por el comentario de no ser porque sentía terror.
- No usamos protección -expliqué.
Los ojos de annie se abrieron por un momento, cargados de pánico, entonces, su ceño se volvió pensativo y comenzó a contar con los dedos. MIERDA, la había cagado monumentalmente. Y para empeorar el tipo seguía cantando.
- Puedes...- ella me miro, con si le hubiera interrumpido algún calculo y luego reacciono. Entonces su mano se introdujo entre los cojines del sofá, tomo el control y apago el estéreo.
- Espérame aquí un momento- se levanto del sofá de un salto y salio corriendo al por el pasillo desnuda
Me senté en el sofá y apoyé mis codos en mis rodillas para esconder mi cabeza en mis manos. Si que era unidiota! Nuestra primera vez y ya la había fregado. No podía ser posible que fuera tan idiota. Oí sus pasos acercarse detrás de mi, tratando de ser sigilosa. Intente fingir que no la escuchaba, hasta que salto sobre mi espalda y me beso la nuca. Maldición, cuando sus pechos se aplastaron contra mi cuerpo volví a excitarme...
- Estás de suerte, Jakie- me susurró con alegría. La mire con el ceño fruncido como diciendo "estas loca? o que te pasa"
- No seas gruñón, créeme, tienes suerte
- Estas segura?
- Pues claro, al fin y al cabo son mis ovarios. Estamos de suerte, ya que ayer termino mi período, así que soy infértil otros 13 días mas -suspiré sin poder creer mi suerte, aunque mi corazón no paraba de golpearme las costillas frenéticamente. En parte por el resabio del miedo, en parte por que aún sentía sus pechos aplastados contra mi espalda, y sentía el dulce perfume de su sexo en el aire. Tragué en seco y sacudí la cabeza para entrar en mis cabales. O por lo menos para intentarlo. Suspiré profundamente y volteé la cabeza para besarla en los labios.
- Vaya que somos afortunados -murmuré contra sus labios-. Aunque no pienso arriesgarme de nuevo -frunció el ceño ligeramente-. A la próxima uso preservativos -agregué, y volvió a sonreír.
- Pró...xima?-pregunto incrédula. Casi le gruñí cuando me alejé un poco y observé su cuerpo desnudo tan cerca del mío.
- Dios, espero que tengas preservativos en algún lugar de la casa -murmuré con la voz ronca y tiré de su mano de repente para hacer que cayera sobre el respaldo del sofá, y luego a mi regazo. Rió por un momento por el comentario y luego se calmó de a poco cuando la besé en los labios y bajé mi mano por su cuerpo intentando convencer a mi cabeza de que no podía llegar demasiado lejos.
- Sabes que creo??
- Que? -pregunté contra sus labios
- Que Isabella Swan es una tonta, su novio, y sin ofender al chico pero, puede tener todos los millones que quiera, su cara perfecta y su ropa cara, pero esta mas blanco que un pollo crudo, y no importa lo que digan, sus cejas están depiladas. Además has visto esos autos caros que conduce? Estas inseguro sobre ALGO Eddie? jeje, pero de todos modos, sigo creyendo que el es gay, solo con mirarlo te das cuenta. Apuesto que incluso nunca le a echo el amor como nosotros. Pobre ilusa, no sabe lo que se pierde -dijo sonriendo.
Me reí con ganas. Por fin alguien me prefería sobre ese chupasangres.
- En cambio, tu amor. murmuro, tendiéndome de espaldas sobre el sofá- eres, sexy, hermoso, tienes un cuerpo de infarto, eres calido, y sobretodo quiero comerte- le dio una larga lamida a mi torso y tuve que evitar gruñirle como lobo- apuesto a que quedarías genial con chocolate fundido encima
Aunque intenté evitar gruñir de nuevo, esta vez me fue imposible. Sus suaves labios se paseaban por mi pecho y sus delicadas manos bajaban de a poco. Tragué en seco.
- Yo no creo que necesite el chocolate para morir por saborearte lo mas posible -susurré, y luego apreté los ojos cuando soltó un tenue gemido, haciendo vibrar sus labios contra mi piel.
- Tenemos que buscar esos preservativos ya mismo!- exclamo con la voz ronca antes de besarme y salir disparada hacia el pasillo. Solté el aire que guardaba en mis pulmones y dejé descansar mi cabeza en el respaldo del sofá recuperando el ritmo de mi respiración. Una sonrisa se extendió por mi rostro sin que pudiera evitarlo. La imagen de Annie corriendo desnuda por el pasillo llenó mi mente y solté un profundo gruñido. Mas le valía que encontrara esos preservativos.
Jelow!!!, este shot lo escribi con la genial, increible, asombrosa, frabullosa Naty como auto regalo-auto, de cumpleaños, y es genial. La verdad se me paso publicarlo aki...
Y adivinen quien es la prota?? juju ¬¬ ok, lo se, pero no hay nada mas bello que el amor propio verdad?
Si no te amas a ti mismo, nunca podras amar a nadie mas
jajaja
Ok, aki las dejo, disfruten y comenten!!!!!
Natt, eres genial!!!!! Eres Frabullosa!!!!!!
te quierooooooooooooooo
Jake POV
Ni siquiera pude ver el carro alejarse después de rogarle que se quedara. Sabía que no me haría caso, que era una causa perdida, pero debía hacer algo. Era la única opción que tenía para intentar evitar que se marchara a salvar la vida de alguien que no la amaba, enfrentándose a un montón de monstruos que se la almorzarían. Mi cuerpo entero tembló y entré en fase sin desearlo por primera vez desde que me había hecho parte de esta doble vida.
Pero no fue lo relajante que pensé que sería. Las voces en mi cabeza me aturdieron y me taladraron los sentidos los sentimientos de pena de los demás. Estaba arto de que sintieran pena por mí. Y estaba arto de ser el maldito melodramático de toda la manada. Deseé poder alejarme de todo y de todos por unos minutos. Aunque no fuera real, aunque no fuera permanente, sólo quería que las cosas fueran lo que eran antes de todo esto
Quisiera admitirlo o no, mi vida había cambiado cuando Bella se había mudado a Forks. Todo había ido cuesta a abajo desde entonces. Un golpe tras otro, sin tiempo para recuperarme.
Y entonces lo pensé: La única persona que no tenía nada que ver con todo esto. La única que me escucharía simplemente por apoyarme y no por formar parte de una ridícula realidad alterna de sanguijuelas y perros. Al fin y al cabo, y aunque pareciera ridículo, la persona más normal que conocía
Salí de fase antes de pensar en ella claramente, para no alertar a los demás de donde estaría. Ya estaba bastante cerca de casa, y necesitaría ropa si planeaba ir a visitarla. Corrí un par de minutos más y luego entré a casa sin prestarle atención a Billy cuando se sobresaltó por mi portazo. Fui directo a mi cuarto, ignorando sus preguntas y apretando los dientes para no responderle algo que sabía luego me traería consecuencias.
Tomé un par de pantalones y una playera oscura del armario. Realmente no tenía mucho de donde elegir. El que llevaba era mi último par de tenis, así que no me molesté en tomar zapatos. Sólo me quedé descalzo. Al fin y al cabo, me importaba un carajo seguir las reglas de etiqueta. Salí por la ventana para evitar a Billy y corrí por el camino que tanto conocía de hacía un par de años, y de toda mi vida.
Annie POV
La casa se veía fría, vacía, estéril. Como si fuera de otras personas. Tal vez, yo también estuviera volviéndome otra persona, al fin y al cabo.
Luego de pintar todo, de sacar los muebles y demás... no me sentía mejor. No, definitivamente, remodelar para que mis padres se enfadaran como el demonio no había sido una buena idea. En especial ahora que pensaba con mas claridad.
Y aun que todo se viera genial para mi gusto... No era mi casa. Sin nadie allí mas que yo, no parecía que fuera nada. Solo ladrillos y cemento.
Pero basta ya, no era momento de deprimirse. Las medidas extremas en situaciones extremas nunca fueron mi fuerte. Mis dedos rozaron las cicatrices de mis muñecas ante ese pensamiento. Definitivamente, las medidas extremas no eran cosa mía.
Me levante del sofá, tratando de aclarar las ideas. No debía ser negativa, o terminaría en otro psiquiatra. Tome uno de los discos sobre la nueva mesilla de café frente al sofá y lo coloque en el equipo de música.
La sala se lleno de armonía, con la voz ronca y desvencijada de Joaquín Sabina completando el ambiente. Sin perder tiempo tome el mando y puse una de mis canciones favoritas. "La Magdalena". Oh si, Joaquín era, para mi, ese tío bohemio que todos deseamos alguna ves. La cura para mi inminente soledad...
Sentí como si la casa se estremeciera, o por lo menos mi puerta de entrada, cuando alguien la aporreo con violencia y rapidez. Se me erizaron los bellos del cuerpo ante la posibilidad de tener a algún asesino serial o maníaco religioso dispuesto a encaminarme por el camino de la fe. Considere seriamente llamar a la policía, pero, solo por si acaso pregunte antes.
- ¿Quien es?
- ¿Annie?
- Jake? eres tu?
- Annie ¿en serio eres tu? Te oigo diferente... -se quedó callado un segundo- Si, soy yo -agregó luego cuando entendió que no había contestado mi pregunta
- Pues yo si estoy segura de ser yo, y el que se oye raro eres tu. Como se que no eres Jack the Riper o algo así uh? -Jake soltó una carcajada, pero tampoco sonó correcta. Era él, lo reconocería donde fuera, pero había algo mal.
- Creo que me siento más como una de sus víctimas -respondió intentando que sonara como una broma.
Otra vez mi corazón dio un vuelco. Corrí hacia la puerta y la abrí de golpe. El hombre que vi allí parado... No era mi Jacob. Físicamente lo era, o al menos parte de el. Tenía semanas sin ir a la escuela y Billy no me dejaba verlo. decía que estaba muy, muy enfermo. Además siempre estaba con la chica Swan, que aun que no tuviera nada contra ella, me parecía un poco demasiado fatalista. Tu novio te dejo amiga, acéptalo. NO uses a MI Jacob, por eso.
En fin, Jake se veía muy mal. Su rostro estaba completamente descompuesto. Habían enormes surcos en su frente, y sus labios estaban tensos. Donde debía haber alegría, solo veía un intenso dolor. Aun que tratara de disimularlo... No podía o no lo hacia con empeño.
Me lancé a sus brazos, básicamente saltando para alcanzarlo y tratar de brindarle consuelo. Ignorando sin éxito la mariposas en mi estomago. No era momento para pensar en mi absurda fantasía sobre una vida larga y feliz a su lado. Ahora la realidad me demandaba mi atención... Además, sabia que eso jamás ocurriría...
- Jakie, que te ocurre, pequeño?- utilice su sobre nombre, ese que repudiaba con cada fibra de su ser, para tratar de animarlo. Hizo una mueca con la boca, pero bajo ningún concepto eso se podría considerar una sonrisa. De verdad me preocupé cuando ni siquiera se quejó. Fruncí el ceño y tiré de su mano para hacerlo pasar. Cerré la puerta tras nosotros y lo empujé hasta el sofá. De verdad había crecido mucho en las últimas semanas. No parecía posible que hubiera cambiado tanto, pero no pregunté por el tema. No parecía ser el momento adecuado.
- ¿Que sucedió? -insistí. No respondió, en vez de eso, tomó mi mano, y Dios! Estaba ardiendo!! Como si tuviera fiebre. Pero antes de poder siquiera preocuparme, tiro de mi mano y me sentó con brusquedad junto a el. Casi me arranca el brazo pero no pudo importarme menos... Dios, parecía que Jake quisiera echarse a llorar con todas su fuerzas. Me partía el alma, literalmente. Jake era mi mundo entero, y lo que a el le afectaba, a mi me mataba. así de enamorada estaba de el. De un modo irracional y estúpido, y para rematar, Jake no me correspondía.
He aquí, súbditos del reino de "Estupidilandia" A su Reina Annyra Marshall! Tomé el rostro de Jacob con mi mano libre y acaricie su piel, suave y hermosa con cuidado.
- Que paso, Jacob?
Jake POV
- ¿Tú que crees? -le pregunté entre mis dientes algo irritado. Siempre era lo mismo. Siempre era la misma historia. Una y otra vez.
- Pues, no lo se, en lo físico diría que te atropello un camión, pero en lo emocional, me atrevería a mencionar a la señorita depresión- intenté sonreír por el comentario, pero sólo logré una carcajada muda e irónica.
Annie frunció el ceño y me miró a los ojos por un segundo.
- Jake, no puedes seguir así, no es sano sufrir por alguien que- guardó silencio un segundo, y juraría que oí su corazón latir mas a prisa. Tal vez estuviera eligiendo mejor sus palabras, ella tendía a hablar sin pensar- No siente lo mismo- dijo sombríamente. Me temblaron las manos y hablé entre mis dientes.
- No es algo que haya elegido, Annie -me hice hacia atrás para evitar el contacto de su mano. No quería que sintiera la tensión de mi mandíbula, o el temblor de mi cuerpo- ¿Crees que me gusta rogarle como cachorro? No sabes lo que es enamorarse de alguien que no te corresponde.
- Así que ahora tienes todas las respuesta?- me espetó con sarcasmo, la mire perplejo mientras ella me fulminaba con la mirada- Deja de sufrir por ella, eres mas fuerte que eso, Jacob- parecía que se hablara a si misma. Le sostuve la mirada por un largo rato, y luego suspiré profundamente varias veces para calmarme. Mis problemas no tenían nada que ver con ella. Sólo estaba intentando ser mi amiga. De todas formas, no parecía... correcto lo que decía. El problema era que yo NO era fuerte. Por mas que lo intentaba, no lograba olvidar a Bella. Todo lo que hacía era por ella y para ella. Solté un gemido involuntario al pensar sin proponérmelo en dónde estaba Bella ahora. Seguro el enamoramiento se me quitaría cuando muriera a manos de los chupasangres. O peor. Cuando volviera de Italia con él.
- Lo siento- murmuró. Se estiro sobre el sofá y me envolvió en sus brazos. Su contacto era tan suave, tan conciliador...- Se lo mucho, que la amas, no debería decir eso. Pero no significa que no sea verdad. Debes ser fuerte, y no permitir que te mate. créeme, no puedes vivir con el dolor, tarde o temprano te alcanza y te destruye...- su voz fue perdiendo cadencia hasta que se volvió un susurró apenas audible... para un humano claro. Sus palabras eran tan extrañas. Anne no solía auto compadecerse, ni hablar de sus sentimientos con nadie. Siempre estaba muy metida en su coraza protectora, escondiéndose del mundo, evitando salir herida manteniéndose al margen de todo. Y ahora me hablaba como si nos estuviera aconsejando a ambos... Dios, ella debía estar casi tan mal como yo.
- ¿Y a ti qué te sucede? -pregunté en el mismo tono que ella había usado. Su abrazo aún se sentía como una bocanada de aire, pero había algo raro en ella. Por mucho que quisiera matar a Ed-iota, también descuartizaría a quien quiera que le hiciera daño. Ella siempre había sido mi amiga, mi cómplice, mi apoyo. Se merecía un asesinato o dos en recompensa.
- Nada, y si lo hubiera, sabes que no te lo diría fortachón- su tono burlón y su falsa sonrisa no lograron convencerme. Podía ver, en sus profundos ojos verdes un dolor tan intenso, que no sabía como podía soportarlo
- Claro que no me lo dirías -solté entre dientes. Siempre había detestado su autosuficiencia. Aunque muchas veces había deseado poder ser de esa forma. Ella siempre lo soportaba todo. Caída tras caída, volvía a levantarse fingiendo una sonrisa para el mundo-. Nunca lo dices ¿o si?
- Nop, el mundo ya esta bastante cagado como para sumarle mis conflictos emocionales- dijo sonriendo de una manera tan amarga que se me erizaron los bellos de la nuca- pero al menos, puedo escuchar a otros y decirles que hacer.
Solté un bufido y la miré casi gruñéndole. De verdad me volvía loco que fuera así.
- Claro, por qué lo harías, ¿cierto? -repliqué alejándome de nuevo-. No te vayas a arriesgar a que alguien te apoye a ti por una vez en la vida ¿no? - ahora sólo echaba humo. Sabía que no estaba del todo en mis cabales, pero no quería quedarme callado. Estaba arto de quedarme callado. De acumular las cosas en mi pecho. No podía entender cómo lo hacía ella todo el tiempo-. O quizás sólo no quieres que sea yo el que te apoye -agregué casi gritándole.
Hizo una mueca. Y me quedé callado de repente. Nos miramos desafiantes por un segundo y cuando volví a hablar mi voz casi no se escuchaba.
- Sólo dímelo ¿quieres?
- Jake, cálmate, no estas en tus cabales y...- la interrumpí con un grito ahogado, es que no se cansaba de tanta mierda??? Las manos me temblaron de nuevo y sus ojos se volvieron curiosos mirándome. Me puse de pie y podría jurar que se estremeció al oír mi voz con tanto volumen.
- ¿Yo no estoy en mis cabales? Tú, de todas las personas me dices eso? Por favor... Sólo mírate. Ni siquiera tienes las agallas para admitir que algo te sucede. Por lo menos yo estoy siendo sincero contigo. Siempre lo he sido. Pero tu, ¡Claro! Siempre tienes que ser fuerte ¿cierto? No se vaya a derrumbar el mundo porque tú demuestres que algo te molesta ¿no?
Intentó replicar algo, pero seguí gritando a pesar de ver su boca moverse. Se puso de pie para hacerme frente, y yo sólo levanté más la voz, gritándole a la cara.
- "Mis cabales". Sabes qué? las personas se salen de sus cabales de vez en cuando.- Por lo menos las que no temen demostrar lo que les sucede.
- Basta!!!!!!- chilló- SABES QUE???? SI! SIENTO, PIENSO, RESPIRO, AMO! Pero todo eso no sirve de nada si no hay nadie para escucharte!! Mis padres, dios! puedo ponerme frente a un tren y a ellos no les importaría!!!! Y a ti tampoco!!! Por que seguirías lamentándote por que la reina de drama Swan no te ama. Pues sabes que?? Eres un idiota por enamorarte de alguien que no te quiere mas que como un amigo para olvidarse de su ex que esta en algún lado!! Yo por lo menos me lo guardo para mi, en lugar de armar un circo de ello. Por que, a quien rayos le importa lo que siento? uh? Te diré a quien. A NADIE!!!!! Ni a ti, ni a mis padres, a mi familia, NI A TODA LA GENTE DE ESTE MALDITO PUEBLO!!!! sabes? Mira esto- ella extendió sus muñecas marcadas frente a mi cara mientras seguía gritando y comenzaba a llorar- Esto!! Esto es la prueba tangible de lo que pasa cuando me salgo de mis cabales!!! Quise suicidarme Jacob!, lo intente!!! pero me acobarde por alguna estúpida razón, luego vinieron mis padres a mandarme a un psicólogo y ellos se fueron otra vez!! Tu ni siquiera fuiste al hospital a verme por que estabas muy ocupado con Isabella- escupió el nombre entre dientes como si de veneno se tratara- A nadie le importa lo que tengo que decir Jake- murmuro con la voz rota- Por eso, ya no tengo nada mas que decir. Si te dijera ahora mismo lo mucho que te amo, como seria capas de dar mi vida por ti... No te importaría, por que seguirías pensando en ella, y como desearías que fuese ella quien te lo dijera, así que, por que perder el tiempo en algo que será completamente inútil? No hará que la ames menos, ni que me quieras mas. Solo hará que te sientas culpable y que yo me sienta una idiota. así que, es por eso, señor sabiondo, que es mejor quedarse callado, si después de todo, a nadie le importa lo que dirás, y si les importa, eso no cambiara nada- finalmente se dejo caer sobre el sofá mientras trataba de normalizar su respiración. Yo me quede completamente en blanco...
Tardé un par de segundos en procesar todo lo que había dicho. La frustración, la soledad, la desesperación, el despecho... pero sobre todo. ¿El amor? Annie... ¿Me amaba? Tragué en seco y la miré. Mantenía los ojos pegados en un punto fijo delante de sí misma. ¿Era yo? Yo era el idiota que le hacía pasar por todo esto? Apoyé mi rodilla a su lado y bajé hasta quedar a su altura. Quería verla a los ojos, y sabia que no lo haría si se lo pedía. Tomé su barbilla con mi mano y prácticamente la obligué a mirarme volteando su cabeza hacia mi rostro. Sus ojos continuaron en un punto fijo a mi lado.
- Mírame -ordené, y cerró los ojos.
- Déjame
- ¿Era cierto? -demandé.
- No -mintió.
- Entonces mírame -repetí, manteniéndo su rostro en la misma posición cuando intentó quitarlo.
- Para que?? que caso tiene Jacob?
Era cierto. Jamás creí que fuera posible... jamás se me cruzó la idea por la cabeza. Es decir, era Annie... mi amiga. Jamás la había visto de otra forma, pero ahora todo dba vueltas a mi alrededor como si cada hecho tuviera una explicación. Su amistad, su apoyo, su odio hacia Bella... Le presté atención a la chica que tenía frente a mí por un segundo. No podía negar que era hermosa. Aunque su rostro continuaba contraído por el mal trago que le había hecho pasar.
- Annie... -susurré en un hilo de voz.
- Mira Jake- su voz se torno ácida, y se paro de golpe- Tu no me quieres, y yo si, pero eso es todo. asi que hagámonos un favor, en nombre de nuestra amistad y olvidemos todo esto. Solo veamos una pelicula o algo asi, por que- su voz se quebró- ni aun que me desnudara aki, frente a ti... nada pasaria jake, como mucho apartarias la mirada avergonzado y ya. Solo olvidemoslo Jakie, si?
Me quedé callado mirándola. Por un segudo me vino a la mente la idea de ella desnuda. Evité gruñir por la extraña forma en la que mi cuerpo reaccionó. Era nuevo pensar ese tipo de cosas acerca de ella. Sacudí la cabeza e intenté concentrarme en lo que había dicho luego. "Solo olvidémoslo"... sonaba tan fácil. Aclaré mi garganta y asentí levemente en su dirección sin levantar la vista hasta sus ojos.
- Lo vez? -suspiró. Tomó mi mano y la llevo al último lugar donde pense que la llevaría. La mire sorprendido, sus mejillas se veían como dos pequeñas fresas y sus labios trataban de disimular una sonrisa. Mire mi mano encima de su pecho sin podermelo creer- Sientes... algo? - pregunto con la voz un poco ronca.
Tragué en seco y moví mi mano ligeramente, haciendo que se estremeciera. Aún estaba sentado en el sofá, con ella frente a mí, así que moví mi otra mano hasta su cintura y la deslicé lentamente hasta su espalda. Sus ojos reflejaron algo del fuego que comenzaba a invadirme a mí también. En un movimiento repentino, la empujé contra mí sentándola a horcajadas de mis piernas, sin quitar mis manos de donde las tenía.
Se sobresaltó por el movimiento y estampé mis labios sobre los suyos antes de que pudiera replicar algo. En un primer momento se quedó completamente congelada. Deslicé mi mano por su pecho y lo presioné ligeramente. No quería dejar de tocarla. Soltó un pequeño suspiro contra mis labios y luego comenzó a devolverme el beso.
Presioné mi mano en su espalda y la atraje más a mí, pegándola a mi cuerpo mientras la seguía besando. Hablé contra su boca, incluso sabiendo que lo que diría no se entendería a la perfección:
- Tú sientes eso? -le pregunté
- Dios, sí que lo siento- jadeó. quitando sus manos de las mias tomo mi cabello en sus puños, peganzo su rostro al mio. Un estremeciomiento me recorio cuando ella empezó a lamer mis labios. Con gusto, abri mi boca para ella. Lu lengua era humeda y suave, y acariciaba a la mia con fervor. Parecia que le gustaba la situacion. Y a mi tambien, aun que no pudiera creerlo.
Cuando mi mano se separó de su pecho izquierdo, ella lloriqueo como una niña pequeña. Sonrei ante la perspectiva y ella se aparto de mi. Por un momenot pense que estaba molesta, hasta que ella me solto y se quito la blusa frente a mi. No trai ropa interior, al menos no traía corpiño.
Me quede muy quieto mientras observaba sus pechos desnudo, allí, perfectos y cremosos. Llamándome a que los probara. Quería tan fervientemente tocarlos de nuevo. pero estaba a la ves tan nervioso. Me sentía un imbesil. Como el golipollas de la clase que quiere pedirle salir a la chica mas sexy de la escuela. Annie suspiró, y luego me sonrió con ternura.
- Tócame, Jake. Por favor- me rogó con voz sexy- Hazlo, tócame de nuevo
Gruñí y deslicé una de mis manos por su pecho mientras me incorporaba para volver a su boca. La besé casi desesperado mientras mi mano se movía ansiosa por su pecho de nuevo y jugaba de vez en cuando con su pezón, pellizcándolo entre los dedos y haciendo que gimiera contra mis labios. Mi lengua pidió permiso en su boca y a penas tocó la suya se estremeció sobre mí. La presioné de nuevo contra mi cuerpo para que me sintiera. Para que supiera en cuántas formas la sentía, para que supiera lo mucho que me provocaba haciendo lo que hacía.
Jugó con el borde de mi playera y tiró de él hasta que fui capaz de alejarme lo suficiente como para que la quitara de en medio. Quería sentir su piel contra la mía, y absolutamente todo me estorbaba entre nosotros. A penas me quitó la molesta prenda, bajó sus labios hasta mi pecho y comenzó a besarme ahí hasta que gruñí por la frustración.
- Jake, sabes tan bien- su lengua recorrió mi pezón, besándolo e incluso dejándole una pequeña marca por un mordisco que me izo gruñir. Entonces ella me miro un segundo avergonzada, una de sus manos desapareció entre nosotros. Trague saliva cuando ella se inclino para susurrarme - Puedo tocarte?
Gruñí de nuevo y acerqué mi boca a su oído también.
- Donde quieras -murmuré con la voz ronca justo antes de morder ligeramente el lóbulo de su oído.
Soltó una risilla maliciosa, y entonces abrió el botón de mi pantalón, y me tocó justo ahí. En el centro de mi cuerpo, donde deseaba sentir sus caricias.
Movió su mano lentamente, mientras debes en cuando me miraba como si comprobara que lo hacia bien, y cuando gemía, ella sonreía y lo hacia con mas fuerza. Nunca había experimentado nada como eso. Nadie me había tocado así nunca. Era sublime, maravilloso, increíble. Me tocaba con tanto cuidado como si me fuera a romper, y a la ves lo hacia tan bien que le gruñía. Me excitaba tanto tenerla allí...
- Annie... -gemí y sus ojos revolotearon hasta los míos. Ya no lo soportaba. Me incorporé bruscamente y la empujé hasta dejarla en de espaldas sobre el sofá, debajo de mí... a mi merced. Soltó un pequeño grito ahogado y jadeo por el cambio de posición. Presioné mi entrepierna contra la suya, la prueba de lo mucho que me excitaba, y gimió sin poder evitarlo. Paseé mis manos por los costados de su cuerpo rozándola solo con las puntas de mis dedos y apoyé mis labios en el centro de su pecho, para luego ir bajando lentamente, trazando mi camino hasta su ombligo.
Arqueó la espalda al sentirme tan cerca y me encargué de desabrochar su pantalón y bajarlo lentamente, tocando toda la piel que me fuera posible mientras lo hacía. Me incorporé a penas un poco para quitarlo completamente, y luego me quedé mirándola completamente desnuda, esperándome.
Sus ojos verdes, estaban nublados de deseo. Podía oler incluso ese delicioso aroma que emanaba entre sus piernas y la rapidez con que latía su corazón.
Jamás había visto algo como esto.
- Que piensas Jake? -preguntó con la voz un poco deformada por la respiración agitada
- Sólo en ti -respondí arrojando sus pantalones a un lado y devolviendo mi boca a su piel, rozando
suavemente mis labios contra la parte baja de su estómago. Pude oír su corazón acelerarse, como su respiración se le dificultaba cada vez mas. Jamás había hecho algo como esto y me sentía como un idiota. Pero... no quería dejar de intentarlo.
Deposité un pequeño beso en el lugar donde mas calor sentí que había, y ella gimió y se retorció en respuesta. Volví a hacerlo, solo que un beso mas largo, y húmedo. Ella empezó a jadear y retorcerse y por un segundo pensé que le dolía hasta que tomó mi cabello mi me incito a hacerlo de nuevo.
Estaba tan... excitado? si creo que eso era. La situación era, increíble, como se movía y contorsionaba, como gemía y respondía a mi. Levanté la vista y su expresión hizo que soltara un gruñido contra su piel. Todo en su cuerpo me indicaba que avanzara, que podía probarla, hacerla mía y volverla loca. Soltó un gemido cuando acerqué mis dedos dudosos a su entrada. La sentía tan húmeda y caliente que no lograba hacerme a la idea de que fuera por mi causa. Jugueteé un segundo sólo con la yema de uno de mis dedos, dudando si sería lo correcto.
- Ahh- su gemido taladro mis oídos, y me incito a avanzar. Entonces solo deguste como un loco hambriento su tesoro. Ella era deliciosa, increíble. Todo lo que sentía allí era calor liquido llenando mi boca. Sabía maravillosamente bien. Y sus gemidos eran la mas dulce música que me invitaba a seguirla probando. - Jake... Jake- murmuraba.
Continúe bebiendo de su cuerpo, mas sediento de lo que jamás estuve, y con mi pulgar masajeé su punto
débil con un de mis dedos. Sus gemidos se hicieron cada ves mas sonoros, y las palabras que salían de su boca menos coherentes. Me suplicaba por mas, al mismo tiempo que me rogaba que parara.
Si no fuera por que ella misma era la que se movía al compás de mis nerviosos movimientos, pensaría que su mente le estaba empezando a fallar. Tal vez fuéramos dos...
La sentí estremeciéndose más y más conforme sus gemidos aumentaban de volumen. Pero de pronto todo se detuvo. Los temblores, los jadeos, la fuerza de sus dedos que permanecían enredados en el cabello de mi nuca... por un segundo casi entré en pánico, hasta que un gemido profundo se escapó del mismísimo centro de su pecho. Y entonces comprendí que se estaba corriendo. En mis labios, por mis dedos, mi lengua y mis movimientos.
Levanté la vista cuando comenzó a respirar de nuevo -todavía agitadamente-, y le miré relamiéndome los
labios. Su sabor aún permanecía en ellos. Sus facciones aún continuaban contraídas y sus ojos cerrados. Se mordía el labio en una forma en que desee que fuera el mío, y me estremecí cuando una pequeña sonrisa se asomó por su rostro
- Ven- tomó mi mano y me llevo hasta quedar sobre ella, con mi excitación rozándola. Suspiro un segundo antes de tomar mis labios de nuevo y lamerlos, lamiendo su propio saber mezclado con el mío, y entonces dijo- Te amo, con toda mi alma Jake. Quiero hacerte feliz todo lo que me sea posible. Quiero que te olvides de ella, y no me rendiré, voy a pelear por ti Jacob. Y empezaré ahora mismo -su respiración se volvió entrecortada de nuevo, como si se hubiera quedado sin aire, justo al igual que la mía. No podía creer lo que decía. ¿Cómo podía amarme? Sentí un nudo en la garganta y pensé en todas las veces que ella había estado ahí para mí. Para apoyarme, para sacarme a flote. Deseé poder hacer lo mismo por ella, hacerla sentir como la persona más importante en el mundo. Me miró con curiosidad le ofrecí una sonrisa. La primera sincera desde que Bella había tomado como hábito romperme el corazón.
- Sólo pienso en ti ahora -le dije muy despacio, remarcando cada palabra, asegurándome de que supiera que decía la verdad.
- Gracias- deslizo su mano en mi torso y volvió a capturarme, moviéndose rápidamente haciéndome gemir y gruñirle. Me guió poco a poco hacia su centro y entonces me soltó. Sus ojos se clavaron en los míos, y pude ver una pizca de miedo en ellos- Con cuidado si?- me limite a asentir mientras trataba de entrar y entonces… Se bajó, si creo que así se dice... MIERDA!!!! Justo ahoraaa. Ella me miro extrañada y casi ofendida por la reacción de mi miembro. Como puede ser que ya no este... como se dice... no se erecto?? este es el momento mas erótico de mi vida y tu te caes así nada mas???
- Que paso?- me inquirió. Que le digo ahora?? Lo siento, no es que no me excites, es solo que mi miembro no quiere cooperar con nosotros??
Ah!! Maldita sea mi suerte!!
- Tranquilo, yo lo arreglo- dijo con voz sensual antes de tomarme y comenzar a acariciarme contra su cuerpo. Ah, empecé a gemir otra vez. Me dediqué a besar la suave piel de su cuello mientras sus manos seguían deslizándose por mi miembro.
-Anne... -gemí cuando me frotó de nuevo contra su piel y comencé a dirigir yo mismo los roces, moviéndome lentamente contra la piel de la parte interior de su muslo.
Me sostuve sobre mis brazos un momento y la miré directamente a los ojos. Le sonreí un poco, para alentarla y tragué en seco cuando noté el calor emanando de su cuerpo.
- ¿Listo? -me preguntó con la voz un poco ronca. Asentí con la cabeza y planté un corto beso en sus labios.
- ¿Qué tal tú? -agregué al alejarme, sintiéndome justo en su entrada.
-Hazlo, susurró. Sonreí por la forma entrecortada en la que soltó la palabra e hice un poco de presión, controlando siempre su expresión. No parecía querer demostrar mucho. Continuaba con las facciones relajadas y los labios apretados, como evitando que algún sonido o queja se le escapara.
- Annie... -me quejé, y sus ojos se enfocaron en mi rostro y tragó en seco-. ¿Quieres dejar de actuar como muñeca inflable?
- No soy ninguna muñeca inflable, solo estoy esperando a que me la metas de una vez- me regaño. Sus piernas envolvieron mi cadera y me insito empujando, inútilmente, ya que mi resistencia era mucho mayor que la suya- Confía en mi, estoy lista... A menos que tengas miedo o seas gay Jakie- sonrió con malicia mientras sus manos se paseaban por mis hombros- Es una lastima, en verdad quería hacerlo contigo.
- ¿Gay? ¿De verdad crees que llamándome homosexual es la mejor manera de seducirme? Sólo te faltó insultar mi tamaño, y ya hubieras cubierto todas las bases -repliqué sarcástico, aún sin moverme. Sentía ganas de quitarme, solo para torturarla, pero mi cuerpo no parecía estar de acuerdo. Incluso comenzaba a costarme quedarme quieto.
- Pues, tu eres el que esta discutiendo aquí, con una mujer desnuda, que, y me atrevo a presumir. te excita en vez de estar haciéndome gritar. Discúlpame por mi observación- contra atacó. Dios, estaba allí tendido discutiendo en lugar de estar haciéndole el amor. Algo debía de andar mal en mi, aparte de eso de la licantropía claro, pero no creo que ese fuera un tema de discusión en este momento
Bueno, quizás es un buen punto -admití, y bajé mi mano lentamente por su abdomen sin que pareciera notarlo-. Pero ¿que me dices de ti? Hasta ahora no he visto ningún indicio de que te guste lo que hago -pretendí un tono ofendido y continué bajando mi mano hasta su punto más sensible. Tracé un círculo sobre él tomándola por sorpresa, y a penas lo hice soltó un gemido y luego jadeo sin aire. Sonreí sin poder evitarlo y empujé con fuerza contra ella cuando arqueó la espalda, deshaciendo su fachada despreocupada. Atisbé una pizca de dolor en sus facciones, y sus uñas se clavaron en mis hombros, seguramente dejando varias marcas.
- Hay- gimió, aun que no fue la clase de sonido que esperaba. Me sentí una basura, ya que a ella parecía no gustarle, y por el contrario, yo me sentía, como que acabara de descubrir el cielo o algo así. Y sin darme cuanta, me moví. Una oleada de placer me azoto. Dios, se sentía tan bien. Pero ella, gimió de nuevo, con los labios apretados tratando de disimular, y justo cuando estaba por preguntar olí la sangre. Annie era virgen. Mierda, había desvirgado a mi segunda mejor amiga. La misma niña con la que solía jugar guerras de bolas de lluvia a los 6 años.
- Anda, Jake- me animo- muévete- su rostro decía otra cosa. Su frente estaba llena de pequeñas arrugas y sus ojos achinados. La había lastimado, a ella. Mi Annie.
- Siento haberte lastimado -susurré, y luego estampé mis labios contra los suyos cuando noté que iba a contradecirme. Sabía que le había hecho daño, la conocía casi mejor que nadie, podía verlo en sus ojos. Pero me esmeraría por compensarla. La besé por largo rato, primero dulcemente, muy despacio... dejé que ella controlara la intensidad del beso. Así sabría qué tanto se acostumbraba a mí. Mientras el tiempo pasaba.
Cuando enredó sus dedos en el cabello de mi nuca, profundizando el beso y buscando mi lengua con la suya, sólo ahí comencé a moverme de nuevo. Jadeó contra mis labios y tembló ligeramente bajo mi cuerpo, pero no se quejó. Me moví despacio y bajé mis labios por su cuello cuando necesité aire.
- Jake- musito. Su voz... mi nombre pronunciado de esa manera. Tal vez si me había muerto después de todo, y ella mí ángel de la guardia. Tal vez esto era el cielo. Este intenso placer, casi desgarrador. Increíble. Annie comenzó a moverse en círculos, aumentando el ritmo pausadamente. Su gemidos se volvieron verdaderos sonidos de placer. Entonces una canción sonó en el estereo y empezó a subir solo el volumen. Era ese idiota con la voz pastosa que annie idolatraba tanto. Joaquín Sabina o como sea. Pues gracias por arruinar mi primera relación sexual amigo, en verdad gracias.
Los movimientos de annie se volvieron repentinamente mas lentos, a la par de los míos. Y entonces comenzó a susurrarme, sin perderme de vista:
- Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño... Y si te vas, me voy por los tejados, como un gato sin dueño. Perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin mancharla, tu hermosura- me cantó, con sus ojos llenos de lagrimas.
No entendía casi nada de español, pero tal vez seria hora de aprender... En especial si lo que decía la conmovía de esa manera
- Eso, eso es lo que siento Jake. Solo sueño contigo cuando no estas- murmuro- Te amo, Jake...
- Yo también te amo, mi Annie -respondí quitando un mechón de su húmedo cabello de su rostro y besándola luego en los labios. Medité por un segundo lo que había dicho. No lo había pensado, pero ahora sabía que era cierto. Era... obvio. ¿Cómo era posible que nunca me hubiera dado cuenta de que ella estaba ahí para mí?
La verdad inconciente en mis propias palabras hizo que tomara más confianza en la forma en la que me movía. No estaba teniendo sexo con ella, estaba haciéndola mía, volviéndome suyo, haciéndole el amor...
- Jake, jake- gemía. Me sentía morir por ella, de verdad, tal vez fuera amor, o tal vez las hormonas lobunas me jugaran una mala pasada, pero ahora, con ella entre mis brazos, con su dulce cuerpo presionando contra el Mio. Podría jurar que era verdad. Que la amaba. Y que no quería dejarla. Nunca.
Su calidez era maravillosa, conciliadora. Me hacia sentir en casa, feliz y a salvo como no me había sentido desde hacia mucho. Y mi placer fue aumentando. Con forme sus gemidos se elevaban y sus paredes se apretaban en torno a mi. Estaba agitado, mi corazón se desboco al igual que el de ella. Sentí que mi placer aumentaba aun mas, por lo que me movía mas rápido, entrando y saliendo de su precioso templo con mas fuerza. Me estaba viniendo, o eso me parecía. Creía que explotaría, que me prendería en llamas y quemaría todo, es mas, no sabia como ella soportaba mi piel tan caliente como ahora.
- Mas, mas, mas. Dame mas Jacob, mas
Dios, me volvía loco gimiendo de esa forma. Escondí mi rostro en la suave curvatura de su cuello y apoyé mis labios en su piel evitando gritar cuando se estremeció bajo mi cuerpo y se apretó a mi alrededor gimiendo cosas sin sentido. No pude resistirme a correrme con ella, a penas fui conciente de su orgasmo. Solté su nombre en el punto en el que más placer me embargaba, y la cabeza me dio vueltas al escuchar el mio de la misma forma, deformado entra los gemidos de su dulce voz.
A penas alcancé a respirar un par de veces antes de que mis pulmones se congelaran con el pánico. Me alejé y Annie aún jadeaba con los ojos cerrados. Los abrió al sentir mi tensión. Frunció el ceño al ver mi expresión.
- Que? te arrepentiste?-pregunto con las voz dolida
Tragué en seco y hubiera reído por el comentario de no ser porque sentía terror.
- No usamos protección -expliqué.
Los ojos de annie se abrieron por un momento, cargados de pánico, entonces, su ceño se volvió pensativo y comenzó a contar con los dedos. MIERDA, la había cagado monumentalmente. Y para empeorar el tipo seguía cantando.
- Puedes...- ella me miro, con si le hubiera interrumpido algún calculo y luego reacciono. Entonces su mano se introdujo entre los cojines del sofá, tomo el control y apago el estéreo.
- Espérame aquí un momento- se levanto del sofá de un salto y salio corriendo al por el pasillo desnuda
Me senté en el sofá y apoyé mis codos en mis rodillas para esconder mi cabeza en mis manos. Si que era unidiota! Nuestra primera vez y ya la había fregado. No podía ser posible que fuera tan idiota. Oí sus pasos acercarse detrás de mi, tratando de ser sigilosa. Intente fingir que no la escuchaba, hasta que salto sobre mi espalda y me beso la nuca. Maldición, cuando sus pechos se aplastaron contra mi cuerpo volví a excitarme...
- Estás de suerte, Jakie- me susurró con alegría. La mire con el ceño fruncido como diciendo "estas loca? o que te pasa"
- No seas gruñón, créeme, tienes suerte
- Estas segura?
- Pues claro, al fin y al cabo son mis ovarios. Estamos de suerte, ya que ayer termino mi período, así que soy infértil otros 13 días mas -suspiré sin poder creer mi suerte, aunque mi corazón no paraba de golpearme las costillas frenéticamente. En parte por el resabio del miedo, en parte por que aún sentía sus pechos aplastados contra mi espalda, y sentía el dulce perfume de su sexo en el aire. Tragué en seco y sacudí la cabeza para entrar en mis cabales. O por lo menos para intentarlo. Suspiré profundamente y volteé la cabeza para besarla en los labios.
- Vaya que somos afortunados -murmuré contra sus labios-. Aunque no pienso arriesgarme de nuevo -frunció el ceño ligeramente-. A la próxima uso preservativos -agregué, y volvió a sonreír.
- Pró...xima?-pregunto incrédula. Casi le gruñí cuando me alejé un poco y observé su cuerpo desnudo tan cerca del mío.
- Dios, espero que tengas preservativos en algún lugar de la casa -murmuré con la voz ronca y tiré de su mano de repente para hacer que cayera sobre el respaldo del sofá, y luego a mi regazo. Rió por un momento por el comentario y luego se calmó de a poco cuando la besé en los labios y bajé mi mano por su cuerpo intentando convencer a mi cabeza de que no podía llegar demasiado lejos.
- Sabes que creo??
- Que? -pregunté contra sus labios
- Que Isabella Swan es una tonta, su novio, y sin ofender al chico pero, puede tener todos los millones que quiera, su cara perfecta y su ropa cara, pero esta mas blanco que un pollo crudo, y no importa lo que digan, sus cejas están depiladas. Además has visto esos autos caros que conduce? Estas inseguro sobre ALGO Eddie? jeje, pero de todos modos, sigo creyendo que el es gay, solo con mirarlo te das cuenta. Apuesto que incluso nunca le a echo el amor como nosotros. Pobre ilusa, no sabe lo que se pierde -dijo sonriendo.
Me reí con ganas. Por fin alguien me prefería sobre ese chupasangres.
- En cambio, tu amor. murmuro, tendiéndome de espaldas sobre el sofá- eres, sexy, hermoso, tienes un cuerpo de infarto, eres calido, y sobretodo quiero comerte- le dio una larga lamida a mi torso y tuve que evitar gruñirle como lobo- apuesto a que quedarías genial con chocolate fundido encima
Aunque intenté evitar gruñir de nuevo, esta vez me fue imposible. Sus suaves labios se paseaban por mi pecho y sus delicadas manos bajaban de a poco. Tragué en seco.
- Yo no creo que necesite el chocolate para morir por saborearte lo mas posible -susurré, y luego apreté los ojos cuando soltó un tenue gemido, haciendo vibrar sus labios contra mi piel.
- Tenemos que buscar esos preservativos ya mismo!- exclamo con la voz ronca antes de besarme y salir disparada hacia el pasillo. Solté el aire que guardaba en mis pulmones y dejé descansar mi cabeza en el respaldo del sofá recuperando el ritmo de mi respiración. Una sonrisa se extendió por mi rostro sin que pudiera evitarlo. La imagen de Annie corriendo desnuda por el pasillo llenó mi mente y solté un profundo gruñido. Mas le valía que encontrara esos preservativos.
sábado, 26 de junio de 2010
Un versito para Taylor Lautner... xD
Pues eme aki, solo para sacarles una sonrisa... Ojala les guste, y si Taylor llega a leer esto, pues primero aprende español por que si no no tendras la ocacion de sentirte ofendido y demandarme, segundo, si sabes y puedes, pues disfrutalo y riete. Nunca viene mal un poco de auto critica xD
El lobo que me hace soñar...
El novio de la rubia, que recomienda Gatore para antes de hacer el amor
Aquel que por desgracia no conozco...
Y tal ves no sería el mismo que soñe
Atravez de la presente, solo te pido
(Por ahora)
Ven a calmar el dolor de mis partes bajas
Has ceder la inchazon de mi parachoques
Y si puedes, sonrie de esa manera,
Como para que me moje de nuevo
Y vallamos por la segunda...
Y claro, si es que mis palabras te ofenden
Te suplico me perdones, la culpa tu la tienes.
Pues, ¿Quien te manda a ponerte tan caliente?
Tal vez esto te parezca tonto, patetico etc...
Lo lamento amigo mio, haz nacido sin sentido del humor...
Sin otro particular, me despido...
Hasta la proxima vez, y no te preocupes, yo llevo los condones xD
El novio de la rubia, que recomienda Gatore para antes de hacer el amor
Aquel que por desgracia no conozco...
Y tal ves no sería el mismo que soñe
Atravez de la presente, solo te pido
(Por ahora)
Ven a calmar el dolor de mis partes bajas
Has ceder la inchazon de mi parachoques
Y si puedes, sonrie de esa manera,
Como para que me moje de nuevo
Y vallamos por la segunda...
Y claro, si es que mis palabras te ofenden
Te suplico me perdones, la culpa tu la tienes.
Pues, ¿Quien te manda a ponerte tan caliente?
Tal vez esto te parezca tonto, patetico etc...
Lo lamento amigo mio, haz nacido sin sentido del humor...
Sin otro particular, me despido...
Hasta la proxima vez, y no te preocupes, yo llevo los condones xD
viernes, 25 de junio de 2010
Seducíendo al enemigo- Capitulo 3
Capitulo 3
Los días pasaron demasiado rápido y mi relación con la profesora Mallory no había progresado...¿Cómo iba a vivir tranquilo si mi imprimación no me quería ni a 10 kilómetros de distancia?
Ahora no solo me veía como un mocoso estúpido, si no que también como un acosador sexual en potencia, y se había encargado personalmente de que todos los profesores lo supieran. Aunque claro, no todos compartían su opinión. Nunca fui un chico antipático, y la mayoría de los profesores me consideraban una persona simpática y agradable. Por lo que veían a Lauren como una mentirosa sin vida sexual. Y solo por eso quería matar a los profesores. ¿Cómo se atrevían a hablar de ella así?
Lastima que no pudiera golpearlos.
- Seth, date prisa. Llegaremos tarde a la clase de español. - Jacob me tomó por la manga de mi chaqueta y me sacó a rastras del lugar.
- ¡Ah, Jacob! - suspiré teatralmente desplomándome en la silla del pupitre. - ¿Por qué no podré tener tu físico? ¡Yo también quiero aparentar ser un vejestorio de veintiséis años para que la profesora Mallory no me vea como un mocoso! Aunque de todos modos estoy seguro que no hay manera que me vea como un mocoso realmente.
- La próxima vez imprímate de una persona menos cortante, chico. - le dediqué una mirada envenenada y me enfurruñé en el pupitre, mientras la profesora ingresaba en el salón con una ruborizada chica.
Ella era de tez morena, pelo castaño, y tenía la mirada fija en el piso avergonzada.
- Bien chicos, os presento a la señorita Mandy Carter.
La muchacha no quería mirar a nadie y parecía que el piso de baldosas estaba muy interesante. Sonreí a mis anchas y amablemente le indiqué que se sentara junto a mí.
No me atraía en lo más mínimo, solo quería ser amable con la pobre chica, de lo contrario acabaría convirtiéndose en el blanco de todas las burlas.
Apenas me miró mientras se sentaba en el pupitre contiguo al mío y depositaba su mochila sobre este.
- ¡Hola! - anuncié animadamente. - Soy Seth Clearwater, pero puedes llamarme Seth. - ella apenas volteó para mirarme y su rostro ya no era moreno si no del más intenso color carmesí. - No temas, solo quiero ser amable. Si lo prefieres, mantendré mi bocaza cerrada.
Fijé la vista en la pizarra, ya que la profesora había llamado a salir a Jacob otra vez. ¡Maldito afortunado! La profesora no paraba de observarlo con lujuria. Lo que pagaría yo para que Lauren me mirara de esa manera. Juro que por ella me estudiaría todo un atlas de Geografía y saldría voluntario a la pizarra todas las clases siguientes que nos quedaran.
Entonces pude oír como Mandy arrancaba un papel de su cuaderno, y con una pluma escribía algo para luego tendérmelo. Fingí estar súper concentrado en la traducción, sorprendiéndome cuando me paso el papel escrito con una letra pequeñísima y temblorosa.
<< Hola, soy Mandy Carter, pero eso tal vez ya lo sabías >>
Tomé el papel y rápidamente le respondí.
<< Es un placer Mandy, yo soy Seth >>
Y se lo tendí antes de que la profesora se volteara hacia la clase de mala gana, pues Jacob ya había terminado de traducir. Pude ver en los ojos de ella lo mucho que deseaba encadenarlo al escritorio y cumplir las fantasías sexuales que seguramente estaría surcando su mente.
¡Oh, Dios! ¿Cuánto costará hacer que Lauren me mirara así?
La hora finalizó dando comienzo a la hora del almuerzo. Al fin, un respiro. Me senté en una mesa con los chicos y Nessie, como hacíamos todos los días.
Al alzar la mirada con la esperanza de ver pasar a la profesora Mallory, vi a Mandy parada con la bandeja de la comida en las manos, mirando indecisa las mesas.
Le silbé para captar su atención y le señalé con el dedo nuestra mesa. Seguro que Nessie y ella se hacían grandes amigas, o esa era mi intención. Ambas eran ahora las recluidas sociales del instituto, si no fuera por nosotros claro.
- ¡Hey! Mandy- le hice un gesto con la mano para que se sentara y luego miré a los chicos que me observaban confundidos, excepto Nessie que me sonreía – Chicos dejad que se siente con nosotros.
Como bien lo había intuido, las chicas comenzaron a hablar y no pararon hasta el final de la hora del almuerzo.
A Jacob no le hizo mucha gracia, ya que Nessie en lugar de estar babeándole la boca estaba conversando felizmente con Mandy. Pero que se joda, por baboso.
La siguiente hora era una de mis dos asignaturas preferidas, Geografía.
Mandy me siguió como uno de esos perritos golpeados de la calle a los que les dan una patada y tu vas y le haces una caricia, y luego te siguen a todos lados:
- Entonces tienes… ¿Cuántos? ¿Dieciséis? ¿Diecisiete?
- Diecisiete - respondió con la cabeza gacha, yo suspiré y seguí tratando de sacarle más de dos palabras.
- ¿Vienes de Seattle? Genial.
- Si.
- ¿No hablas mucho, verdad?
Entramos a clase. Sexy Lauren estaba borrando la pizarra para poner sobre ella un mapamundi. Los chicos se sentaron rápidamente en los asientos más alejados, pero yo quería estar cerca de Lauren. Así que me senté en el pupitre que estaba justo frente a su mesa. Mandy no tardó en sentarse junto a mí.
Ese día íbamos a estudiar los montes, tema que se me daba bien. Pensé que quizás podría impresionarla saliendo a la pizarra hoy y a lo mejor así dejaría de verme como un niño tonto e insufrible que la acosa.
- ¿Ok? Bien, ¿quién quiere pasar y señalarme las principales montañas del estado de Washington?
"Yo le señalaría lo que quiera" pensé. Reprimí una sonrisa y levanté la mano:
- Yo quiero pasar profesora.
Desde la parte de atrás escuche a Jacob y a Quil bromear entre ellos en voz baja para que los otros chicos del salón no los oyeran "Uh!! Se le va a echar encima y se la va a tirar enfrente de todo el salón" "Hey Seth!! Señálale donde tiene los senos jajajaja" Hice caso omiso a sus estupideces y me incorporé pasando frente al pizarrón, mientras Lauren me observaba con una sonrisita burlona. Seguramente pensaba que yo no sabía absolutamente nada sobre el tema.
En unos pocos de segundo le señalé con tiza los principales montes, ni siquiera tuve que pensármelo mucho. Había correteado por todos ellos cientos de veces, desde que a Jacob y a Sam se les ocurrió la genial idea de expandir nuestra zona de vigilancia.
Lauren me miró incrédula, carraspeó la garganta y se acercó a mí quitándome la tiza de las manos.
- Perfecto, gracias srto. Clearwater, puede volver a su asiento.
- Puedes llamarme Seth. Lo de srto. Clearwater me suena extraño. El resto de profesores no se andan con tanta formalidad, en serio.
Le sonreí y volví a mi asiento. Una vez allí me golpeé mentalmente. La había impresionado sí, pero solo estuve a su lado unos segundos. Al menos podría haberme demorado unos minutos.
Mientras me sentaba ella soltó entre diente un "Sí, claro."
Tras la explicación me soltó una sarta de preguntas sobre el relieve de la zona, a las cuales respondí todas de forma impecable. Un gesto que le agrado a Lauren.
Al final de la clase se puso a repartir unas fotocopias acerca del relieve y la hidrografía de Washington, pero cuando me entregó mi hoja me dijo en un tono perfectamente audible para todos en el salón:
- Por favor Srto. Clearwater, necesito que se quede después de que termine la clase. Tengo que tratar un par de asuntos con usted.
Yo asentí tomándole la hoja, mientras me perdía en sus profundos ojos verdes.
Los chicos no paraban de soltar risitas y frases como "Oh, sí. Ahora pasaran de la Geografía a la anatomía humana con una clase práctica." Qué más quisiera yo.
Finalmente la clase acabó y muy nervio me quedé sentado en mi pupitre mientras todos salían, estaba seguro que no había hecho nada "indecente" esta vez. Ni un roce, ni una mala mirada, nada.
Mandy me dirigió una mirada triste y preocupada. Pero le iría bien en la siguiente clase, tenía Biología con Nessie.
Lauren salió del aula, pero volvió a los pocos minutos con una taza de té en una mano y en la otra un mophin de chocolate.
- ¿Le molesta que coma aquí? No tuve tiempo de desayunar.
- N... no, claro. - balbuceé torpemente.
Mientras la observaba absorto morder el pequeño panque, apretándolo con sus labios carnosos y rojizos, ella se sentó en su escritorio y me izo un gesto con la mano para que me sentara en la silla frente a ella. Con el paso vacilante hice lo que me pedía, y ella me tendió el panqué con gesto amable mientras unas migajas color oscuro jugueteaban en sus labios. Reprimí mi deseo por limpiárselas con la lengua.
- ¿Le apetece un poco?
- ¿Cómo dice? - pregunté incrédulo, ¿me estaba preguntando realmente q si quería probar de su desayuno? ¿A q se debía este repentino cambio de humor?
- ¿Quiere un poco de mi mophin? Es de mala educación comer en frente de alguien y no convidarle.
- No... no, coma tranquila. No hay problema. - le aseguré amablemente. - Esto… ¿Qué sucede profesora? ¿Para qué me necesita aquí? - pregunté nervioso, no sabía qué pasaba.
- Mire Srto. Clearwater - anunció recuperando su tono formal, digno de una profesora - Esta actitud que usted tiene conmigo, sea cual sea el motivo, debe parar. No quiero que lo expulsen. Usted es un chico muy inteligente y no quiero más problemas con usted, ¿le queda claro?
- Sí, claro. Pero no entiendo a qué actitud se refiere. Yo solo la observo, le sonrió y a veces me tomo la libertad de acariciarle las manos. Pero es que las tienes muy savitas y solo pretendo agradarle. - dije seriamente.
No quería joderla ahora con mi imprimación. Tenía que conseguir ganarme su confianza.
- ¡Esa actitud! No puede tratar a sus profesores de esa manera. No soy ni su amiga ni mucho menos su novia, así que le ruego que desista. - me ordenó recuperando su tono severo.
- Mire profesora, yo entiendo que solo sea un alumno más en este instituto para usted. ¿Pero podría intentar ver más allá de mi edad y mi condición como estudiante y ver el hombre y la persona que hay en mí? Yo tan solo pido una oportunidad para acercarme a ti. - comencé a tutearle sin darme cuenta siquiera, aunque a ella no pareció darle importancia o al menos no se dio cuenta de ello.
- ¿Com...como dices? - preguntó dubitativa.
Bajé la mirada avergonzado, probablemente se había ofendido. Pero entonces ella posó su mano sobre la mía y levante la vista, esperanzado.
Pareció debatirse interiormente, mirándome con aquellos preciosos ojos verdes.
- Está bien, te daré la oportunidad. Intentaré no ser tan dura contigo, pero no te pases ni un pelo conmigo. No soy tonta, Seth. - creí que el corazón se me iba a salir del pecho al escucharla llamándome por mi nombre. ¡Y me había concedido la oportunidad de acercarme a ella! - Ahora si no te importa, tengo mejores cosas que hacer que estar aquí perdiendo el tiempo contigo.
Y ahí estaba otra vez los latigazos del mal humor de sexy Lauren. Bueno al menos había hecho un progreso en nuestra relación, había conseguido que nos tuteáramos.
Tras decir aquello ella recogió sus cosas y se marchó dejándome a solas.
miércoles, 23 de junio de 2010
El libro de los Team's!!!!!
JELOWWWW, como diría mi Aliiii. Aww, i love iu baby!!!
Ok, estaba viendo a Taylor defender al Team Edward y pense...
Necesitamos algo donde poner las razones por las que todas preferimos a Jacob/ Edward!!!
Asi que pense que en este post. O en sus propios blogs, como quieran. Pongan todas las razones por las que ´las nuevas Twilighters deberían escoger Team Jacob/Edward.
Solo publiquen aki, en los coments o donde quierannn!!!Oka dokaaaa
es su decicion!!! Comienzen!
Ah! Se me olvidaba poner mis razones, por las cuales prefiero a Team Jacob sobre Team Edward (esto no
es por discriminacion, solo es para que todas expresen su amor hacia su vampiro/lobo amado):
1º: Jacob... repara coches. Osea que tiene un trabajo honesto.
2º: Como hacemos para saber que Edward no hizo su "dichosa" fortuna vendiendo drogas o prostitullendose?? jejej
3º: Jake es muy honesto, leal.
4º: Tiene mucho carisma
5º: Es super tierno
6º: Es muy dulce.
7º: Tiene una sonrisa preciosa
8º: Tiene una piel perfecta
9º: No esta pálido como una placa de marmol (xD, sin ofender)
10º: Tiene un cuerpazo de infarto.
11º: Unas manos enoooooormes (iu now de que hablo jeje)
12º: Es caliente
13º: Es muuuuuuuuuuuuuuy Sexy babaaa
14º: Es un besador apasionado
15º: Podrías labar ropa o rallar queso con esos abdominales (jeje, en Taylor Tamb pero no viene al caso)
16º: El puede tener una ereccion de verdad. NO una levantada a fuerza de voluntad. (xD jejeje)
17º: Es muy habil tallando madera.
18º: No tendrías probelmas con tu suegra (ok, creo que eso fue un poco malvado, mi error jejej)
19º: Es un medio de transporteque no contribulle con el calentamiento global,
19*: Tambien estufa y cocina (seee, bebe yo podría asar filetes en ese abdomen jejje)
20º: Practica el semi-nudismo (el cual le sienta genial ejjejeejjejej)
20*: Y no le molesta andar asi.
21º: Es un excelente perro guardian a la hora de espantar ladrones.
22º: Le arrancaria la cabeza a un frigido vampiro por ti
Ok!!! Aki mis razones, espero las suyas!!!
Armemos el/los Libro/s De Team Edward, Team Jacob
Mi, Annie
jejejeje
martes, 22 de junio de 2010
Entre la verdad y el amor- Capítulo 17- Mis mentiras, mis amigos. Mi mierda
Holaaaaaaaa
Ok, aki otro capi, creo que emepzare a publicar una vez por semana jejje, asi tendre mas tiermpo de armarlos, igual lo pesareee jejeje. Oka doka, como siempre disfruten y las amoooooooo
Para Beu: Te extrañoooooo
Annie, Annie. MI hermosa Annie, ¿Por qué justo hoy tenías que venir?
¿Por qué rayos Leah no podía dejar de meter sus narices en mis asuntos?
Estaba seguro que cuando llegara a casa, encontraría a Anne allí. Con todas sus preguntas. Sus malditas preguntas…
Esto se estaba volviendo cada vez más difícil para…
Concéntrate, Jake. Repitió Embry por enésima vez. Me preguntaba como no se había hartado ya de estármelo recordando como si el fuera un padre cansado y yo un niño malcriado.
Años de práctica. Soltó sarcásticamente.
¿Como puedo hacerlo, amigo? Mi vida estará acabada. Sin prestar atención a su broma.
Es que Anne no es tonta. Deberías haberle dicho desde un principio.
Aja, y tu genio, ¿como sugieres que lo haga? Mas le valía ir por otro camino, por ese solo me haría enfadar. Su tono mental se volvió más ameno.
No lo se. Jake, debes decirle la verdad. A la larga será peor.
Dame tiempo, Em. No puedo simplemente…Ni siquiera pude acabar la frase. Embry lloriqueo en mi cabeza, cuando una oleada de dolor me atravesó. Concéntrate. Me repetí a mi mismo. Patas, patas, patas. Debía encontrar al mal nacido. Tenía que hacerlo…
Jake, no creo que haya nada por aquí. Le gruñí a Embry, antes de dar la vuelta y recorrer mi ruta otras ves. El, corría por el lado noreste hacia las montañas. Mientras que yo, había decidido no alejarme demasiado. Solo por si acaso.
Jake. Repitió. Aquí no hay nada. Si ellos estuvieron por aquí ya se largaron. Aceptémoslo. Ellos se mostraran cuando quieran hacerlo. Por ahora, deberíamos volver a la Push. No creo que sea una buena idea andar muy lejos de casa.
Tienes razón. Suspire.
¿Sabes?
No. Me le adelanté. Conocía de memoria su pedido. No quería escucharlo otra vez
Pero el es tu amigo, Jake. Es familia
El es muy joven, no entiende la gravedad del asunto. Le espeté con sequedad.
Si que lo hace. Seth esta muy solo aya. No quiere hablar con nadie, ¿sabias? Solo con Quil. Dios, Jacob. ¡Ni siquiera habla con su propia hermana!
Le advertí que no se metiera en mis asuntos…
Embry suspiro. Entonces, el empezó a recordar a Seth. Los buenos momentos. Las fogatas, las risas, bromas, salidas. Había tanto que echar de menos.
Yo también lo extraño, Jake
Igual que yo, pero…
Pero nada, Jake…
Estaba apunto de rebatir, de decirle lo mucho que yo extrañaba a Seth y que en verdad quería pedirle que volviera, cuando una mente histérica nos paralizo.
Dejes de correr al instante, haciendo que mis patas se hundieran hasta los tobillos en el lodo. Era Quil…
¡Jake! ¡Embry! ¡Vuelvan! ¡Tenemos una situación! Gritaba histérico. ¡Código rojo! ¡Código rojo!
Tranquilo. Pensó Embry. Cálmate amigo, dinos ¿Qué pasa?
La mente de Quil era un completo caos, se sentía arrepentido, triste, asustado. Pensaba “Metí la pata, traicione a mi manada. Soy una mierda. No se que hacer”
Entonces, vi algo que solía atormentarme por las noches. Algo que solo veía en mis pesadillas, lo único que ahora lograba romper mi corazón mas de lo que ya estaba.
El rostro de Annie, crispado por el dolor. Llorando, gritando, tendida en el suelo. Con sus manos envueltas en su rostro.
Lo siento. Gimoteo Quil, lastimero. No pude evitarlo, ni siquiera se por que se lo dije. Solo…se me salió. Perdóname, Jake.
¿Qué le dijiste? Inquirí, gruñendo, en un vano intento por controlarme. Si Quil le había dicho la verdad… De mi pecho, un gruñido colérico broto, haciendo temblar el bosque a mí alrededor. Haciendo que Quil se encogiera de miedo.
Le dije lo de Seth. Mi pequeño alivio no fue suficiente para aplacar mi ira. Empecé a correr. El bosque se volvió un manchón verde que se extendía por todo mi campo de visión.
Iba a por Quil. No podía detenerme, el deseo de venganza corría por mis venas, como veneno, expandiéndose por mi cuerpo. Y sentía que solo una cosa calmaría ese agonizante dolor.
Los pensamientos de Embry trataron de calmarme sobre los gimoteos y los múltiples “Lo siento” de Quil
Jake, cálmate. Todo este bien.
¡ELLA ESTABA LLORANDO POR SU CULPA!
Por que tú le mentiste, Jacob. Tarde o temprano ella se enteraría.
¡No era su trabajo decírselo!
Solo hizo lo que tú no te atreviste a hacer. Enmudecí, pero no por eso aminore la marcha. Sabía que Embry tenía razón y que a la larga el me ganaría, pero, no quería darle detenerme por ahora. Quería que la ira siguiera alimentándome.
Basta, Jake. Se que sabes que tengo razón. No castigues a Quil ¿Por qué mejor no escuchas lo que tiene para decir?
El tenía razón. En un enorme esfuerzo de voluntad, me calme, pero sin dejar de gruñir y rugir como un animal- irónico, viniendo de mi. Maldita ironía-.
Sigue, amigo. El tono mental de Embry era tranquilizador, incluso a mi me afecto un poco, y eso lo hizo alegrarse. Le gruñí en respuesta.
Pues, ella se puso como loca. Le gruñí a Quil, otra vez molesto. El capto el mensaje y enseguida corrigió- se puso a gritar muy angustiada. Emily tuvo que llevarse a Claire dentro. Exclamó asombrado. Como si estuviera hablando de los reportes policiales de la tarde. Al notarme aun más molesto continuo, tratando de ser lo más cuidadoso en la utilización de sus términos. Ella me dijo que no tenías derecho, que. Titubeo, pero continúo de todos modos, un poco compungido de mi reacción. Que eras una mala persona. Se fue corriendo, y no pude detenerla…
¡Como! Es una chiquilla de 60 kilos. ¡Una ardilla es más veloz que ella! ¡Carajo! ¿Cómo no pudiste seguirle el paso?
Calma, Jake. Intervino Embry, en cuanto, inconscientemente, retome mi marcha hacia el asesinato de Quil.
Emily y Claire estaban allí. No podía dejarlas. ¿Y si el chupasangre se aparecía? ¿Que pasaría si les hacia daño?
¡IDIOTA! ¿Y si le hace daño a ella? Te matare, Quil. ¡Estas muerto!
Pero, Jake. Ahí estaba mi imprimación, y la de Sam. Ni siquiera se me ocurrió ir tras ella, dejando a Claire expuesta. Tú sabes como es eso. Lo lamento. Yo esperaba decírselo a Embry para que fuera por ella, pero… Lo lamento, lo lamento muchísimo, amigo. Los lloriqueos mentales de Quil, no me dejaban pensar con claridad. Otra vez me encontré corriendo, pero esta vez no iba por el. Estaba rastreando.
¿En que dirección se fue? Trate de sonar un poco menos enfadado, pero no hubo caso. De todos modos el me respondió.
Se fue por el camino de la casa de Emily. No debe andar lejos. Esta molesta, cuando se calme todo mejorara.
Por tu bien, así lo espero…
Asi les digooo, comentennnn
jejejej
Ok, aki otro capi, creo que emepzare a publicar una vez por semana jejje, asi tendre mas tiermpo de armarlos, igual lo pesareee jejeje. Oka doka, como siempre disfruten y las amoooooooo
Para Beu: Te extrañoooooo
Mis mentiras, mis amigos. Mi mierda
Jacob Black:
Annie, Annie. MI hermosa Annie, ¿Por qué justo hoy tenías que venir?
¿Por qué rayos Leah no podía dejar de meter sus narices en mis asuntos?
Estaba seguro que cuando llegara a casa, encontraría a Anne allí. Con todas sus preguntas. Sus malditas preguntas…
Esto se estaba volviendo cada vez más difícil para…
Concéntrate, Jake. Repitió Embry por enésima vez. Me preguntaba como no se había hartado ya de estármelo recordando como si el fuera un padre cansado y yo un niño malcriado.
Años de práctica. Soltó sarcásticamente.
¿Como puedo hacerlo, amigo? Mi vida estará acabada. Sin prestar atención a su broma.
Es que Anne no es tonta. Deberías haberle dicho desde un principio.
Aja, y tu genio, ¿como sugieres que lo haga? Mas le valía ir por otro camino, por ese solo me haría enfadar. Su tono mental se volvió más ameno.
No lo se. Jake, debes decirle la verdad. A la larga será peor.
Dame tiempo, Em. No puedo simplemente…Ni siquiera pude acabar la frase. Embry lloriqueo en mi cabeza, cuando una oleada de dolor me atravesó. Concéntrate. Me repetí a mi mismo. Patas, patas, patas. Debía encontrar al mal nacido. Tenía que hacerlo…
Jake, no creo que haya nada por aquí. Le gruñí a Embry, antes de dar la vuelta y recorrer mi ruta otras ves. El, corría por el lado noreste hacia las montañas. Mientras que yo, había decidido no alejarme demasiado. Solo por si acaso.
Jake. Repitió. Aquí no hay nada. Si ellos estuvieron por aquí ya se largaron. Aceptémoslo. Ellos se mostraran cuando quieran hacerlo. Por ahora, deberíamos volver a la Push. No creo que sea una buena idea andar muy lejos de casa.
Tienes razón. Suspire.
¿Sabes?
No. Me le adelanté. Conocía de memoria su pedido. No quería escucharlo otra vez
Pero el es tu amigo, Jake. Es familia
El es muy joven, no entiende la gravedad del asunto. Le espeté con sequedad.
Si que lo hace. Seth esta muy solo aya. No quiere hablar con nadie, ¿sabias? Solo con Quil. Dios, Jacob. ¡Ni siquiera habla con su propia hermana!
Le advertí que no se metiera en mis asuntos…
Embry suspiro. Entonces, el empezó a recordar a Seth. Los buenos momentos. Las fogatas, las risas, bromas, salidas. Había tanto que echar de menos.
Yo también lo extraño, Jake
Igual que yo, pero…
Pero nada, Jake…
Estaba apunto de rebatir, de decirle lo mucho que yo extrañaba a Seth y que en verdad quería pedirle que volviera, cuando una mente histérica nos paralizo.
Dejes de correr al instante, haciendo que mis patas se hundieran hasta los tobillos en el lodo. Era Quil…
¡Jake! ¡Embry! ¡Vuelvan! ¡Tenemos una situación! Gritaba histérico. ¡Código rojo! ¡Código rojo!
Tranquilo. Pensó Embry. Cálmate amigo, dinos ¿Qué pasa?
La mente de Quil era un completo caos, se sentía arrepentido, triste, asustado. Pensaba “Metí la pata, traicione a mi manada. Soy una mierda. No se que hacer”
Entonces, vi algo que solía atormentarme por las noches. Algo que solo veía en mis pesadillas, lo único que ahora lograba romper mi corazón mas de lo que ya estaba.
El rostro de Annie, crispado por el dolor. Llorando, gritando, tendida en el suelo. Con sus manos envueltas en su rostro.
Lo siento. Gimoteo Quil, lastimero. No pude evitarlo, ni siquiera se por que se lo dije. Solo…se me salió. Perdóname, Jake.
¿Qué le dijiste? Inquirí, gruñendo, en un vano intento por controlarme. Si Quil le había dicho la verdad… De mi pecho, un gruñido colérico broto, haciendo temblar el bosque a mí alrededor. Haciendo que Quil se encogiera de miedo.
Le dije lo de Seth. Mi pequeño alivio no fue suficiente para aplacar mi ira. Empecé a correr. El bosque se volvió un manchón verde que se extendía por todo mi campo de visión.
Iba a por Quil. No podía detenerme, el deseo de venganza corría por mis venas, como veneno, expandiéndose por mi cuerpo. Y sentía que solo una cosa calmaría ese agonizante dolor.
Los pensamientos de Embry trataron de calmarme sobre los gimoteos y los múltiples “Lo siento” de Quil
Jake, cálmate. Todo este bien.
¡ELLA ESTABA LLORANDO POR SU CULPA!
Por que tú le mentiste, Jacob. Tarde o temprano ella se enteraría.
¡No era su trabajo decírselo!
Solo hizo lo que tú no te atreviste a hacer. Enmudecí, pero no por eso aminore la marcha. Sabía que Embry tenía razón y que a la larga el me ganaría, pero, no quería darle detenerme por ahora. Quería que la ira siguiera alimentándome.
Basta, Jake. Se que sabes que tengo razón. No castigues a Quil ¿Por qué mejor no escuchas lo que tiene para decir?
El tenía razón. En un enorme esfuerzo de voluntad, me calme, pero sin dejar de gruñir y rugir como un animal- irónico, viniendo de mi. Maldita ironía-.
Sigue, amigo. El tono mental de Embry era tranquilizador, incluso a mi me afecto un poco, y eso lo hizo alegrarse. Le gruñí en respuesta.
Pues, ella se puso como loca. Le gruñí a Quil, otra vez molesto. El capto el mensaje y enseguida corrigió- se puso a gritar muy angustiada. Emily tuvo que llevarse a Claire dentro. Exclamó asombrado. Como si estuviera hablando de los reportes policiales de la tarde. Al notarme aun más molesto continuo, tratando de ser lo más cuidadoso en la utilización de sus términos. Ella me dijo que no tenías derecho, que. Titubeo, pero continúo de todos modos, un poco compungido de mi reacción. Que eras una mala persona. Se fue corriendo, y no pude detenerla…
¡Como! Es una chiquilla de 60 kilos. ¡Una ardilla es más veloz que ella! ¡Carajo! ¿Cómo no pudiste seguirle el paso?
Calma, Jake. Intervino Embry, en cuanto, inconscientemente, retome mi marcha hacia el asesinato de Quil.
Emily y Claire estaban allí. No podía dejarlas. ¿Y si el chupasangre se aparecía? ¿Que pasaría si les hacia daño?
¡IDIOTA! ¿Y si le hace daño a ella? Te matare, Quil. ¡Estas muerto!
Pero, Jake. Ahí estaba mi imprimación, y la de Sam. Ni siquiera se me ocurrió ir tras ella, dejando a Claire expuesta. Tú sabes como es eso. Lo lamento. Yo esperaba decírselo a Embry para que fuera por ella, pero… Lo lamento, lo lamento muchísimo, amigo. Los lloriqueos mentales de Quil, no me dejaban pensar con claridad. Otra vez me encontré corriendo, pero esta vez no iba por el. Estaba rastreando.
¿En que dirección se fue? Trate de sonar un poco menos enfadado, pero no hubo caso. De todos modos el me respondió.
Se fue por el camino de la casa de Emily. No debe andar lejos. Esta molesta, cuando se calme todo mejorara.
Por tu bien, así lo espero…
Asi les digooo, comentennnn
jejejej
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