Team "Todo lo que tenga piernas!"

sábado, 19 de diciembre de 2009

Acuerdo de alfas...Parte 4

BUENO, AUN NO CREO QUE LO HAYA LOGRADO PERO TERMINEEEEEE
QUE FELICIDAD, TERMINE!!!!!
OK, esto es para mi dulce Kokoro (ejej) te kiero lobita alfa
Se lo dedico a Kathe!!!! gracias chika!! sin ti no lo hubiera logrado!!!
Sara te quiero!!! eres la mejor.



-                      Y yo a ti Jake.- respondí sin pensar ¿Que debía pensar? En verdad amaba a Jacob. Pero…si el estaba imprimado…entonces teníamos el mismo problema que Seth y Annie…Lo miré a los ojos. Al fin había logrado comprender el motivo de su angustia. El no podía abandonar la Push. Pero estaríamos separados. No importaba que fueran solo 60 kilómetros. Eran los más terribles 60 kilómetros. Por que a diferencia de la Push, nosotros teníamos ataques de vampiros constantemente. Y estábamos fuera del pueblo incluso hasta semanas enteras. Sentí en el pecho un enorme agujero que se abría paso sin piedad quemándome con ácido. Empecé a hiperventilar.
-                      Tranquila Roo, respira a mi ritmo- musitó contra mi pelo. Su vos sonaba tan angustiosa.
-                      No puedes alejarte de mi- musité mientras las lágrimas escapaban copiosas, resbalando por mis ojos- ¡No puedes dejarme!
-                      Lo se. A mi tampoco me gusta la idea. Pero no veo que haya otro camino para solucionar esto…- Levanté la cabeza de su pecho y tome su rostro entre mis manos
-                      No voy a dejarte ir, Jacob- musité al tiempo que sus dulces labios limpiaban las lágrimas de mi rostro. Reposé mi frente contra la suya.
-                      No quiero que lo hagas
-                      Pues…te juró que esta vez no habrán Annie´s o Quil´s o Embry´s que me detengan. Por que hoy vas a ser mío. Voy a imprimarte hasta la última célula del cuerpo.- el sonrió de la manera mas amarga del mundo-
-                      No creas que serás la única- Sus manos se afianzaron en mi cadera atrayendo mi cuerpo al suyo. Besándome con desesperación. Como si le fuera la vida en ello. Y yo le correspondí casi igual de apasionada, solo que estaba haciendo unos esfuerzos insoportables para no arrancarle la piel con mis uñas. Estaba completamente enloquecida por la impotencia. Terminé por tirarlo al piso y arrancarle, literalmente los pantalones. Mi irritación me estaba haciendo temblar. Todo mi cuerpo empezó a convulsionarse, y solo sus dulces besos de mariposa podía solo atisbar a calmarme…Una ves mas me sujeto de la cadera para que me diera la vuelta
-                      Tranquila, Roo. Todo va a ir bien-  susurró contra mis labios, al mismo tiempo que sus manos jugaban con los botones de mi blusa. Jacob estaba tratando de ser tierno conmigo…Pero yo no quería ternura. Quería fuego, pasión. Quería que estuviera completamente descontrolado, tanto o más que yo…Aparté sus manos bruscamente mientras arrancaba mi blusa de un tirón, haciendo que los botones volaran por todo el bosque.  Sus ojos curiosos escrutaron mis senos con una morbosa curiosidad, y sus manos lejos de quedarse sin probar comenzaron a masajearlos con mucha fuerza, mientras gemía desesperada arqueando mi espalda hacia el para que tuviera mas acceso a ellos. Sus labios empezaron a dejar caminitos por todo mi rostro, deslizándose por mi cuello mordiéndolo, y lamiendo en el mismo sitio. Continúo su camino descendente por mi torso, lamiendo todo lo que alcanzaba su boca. Mordiendo absorbiendo cara poro, erizándome hasta el último de los bellos del cuerpo. Lamió con exagerada devoción mis pechos, al punto que parecía querer arrancármelos. Sus labios variaban de pezón en pezón. Mordiendo y lamiendo. Jugueteando con mi cuerpo preso de sus encantos. Bajé mi mano hasta donde palpitaba su erección y comencé a acariciarlo mientras el se tensaba nervioso.
-                      Espero que no trates de aprovecharte de mi virginal inocencia Roo. Recuerda que soy menor de edad- rió contra mi pezón izquierdo. Bah, como si me importara que me estuviera tocando un menor.
-                      ¿Eres virgen?- pregunte extrañada. Eso si que no podía creerlo. No podía serlo, este chico sabía muy bien lo que hacía…
-                      ¿Tocarse en la ducha, pensando en un alfa cuenta como sexo?- musitó sarcásticamente
-                      Lo dudo- sonreí tontamente. Entonces Quil no mentía.- ¿Era verdad que te masturbaste en la ducha pensando en mi?- el se quedó helado y levantó la mirada avergonzado. Sus mejillas estaban ardiendo.- ¿Qué? No era ningún secreto Jake
-                      Lo se, pero me apenas que me oyeras-
-                      No te oí, Quil me lo dijo- admití sonriendo
-                       Ah ¿Con qué te divierto no es cierto?- Quito una de sus manos de mis senos y luego la deslizó por entre nuestros lupinos cuerpos ardientes, justo en mi zona de peligro. Y de improvisito metió 2 de sus fuertes dedos en mi intimidad a lo que solté un grito que probablemente lo habría dejado sordo- ¿Quién se ríe ahora?- murmuró mientras mordía mi pezón, aumentando la deliciosa sensación.
-                      Jake…Te amo, cielo- pero las palabras se deformaron a causa de que sus deliciosos dedos aumentaron su ritmo. Primero haciendo círculos en mi interior y luego entrando y saliendo de mi centro. Tomé sus cabellos y arrastré su boca hasta la mía, no podía soportar un segundo más sin sus besos, sin sus labios.
-                      Yo también te amo, Kokoro
-                      Entonces ámame ahora, Jake. Te necesito ya- por su rostro se extendió una sonrisa macabra, al tiempo que suavemente retiraba sus dedos de mi intimidad, y se los relamió justo frente a mi-
-                      Que rica lobita- murmuró contra mis labios. le sonreí con malicia y tome sus dedos y empecé a lamerlos enfrente de sus ojos llameantes. Podía sentirlo, su dureza cerca de mi entrada, tenía una textura tan deliciosa, tan suave- Que mala lobita. No deberías provocarme de esa manera
-                      Oh, tal ves si debería- no alcancé a terminar la frase que ya lo había sujetado por el trasero y había echo colisionar su cadera con la mía, sin poder reprimir el gemido exagerado que se escapo de los labios de Jacob. Sonreí con tanta alegría que casi partí mis mejillas al medio. Jacob se veía como si hubiera descubierto América o algo por el estilo. Algo inseguro empezó a moverse despacio, examinándome mientras lo hacía. Parecía tan asustado, como si tuviera miedo de lastimarme o de decepcionarme. Pero en sus ojos relucía el fuego. Se estaba conteniendo. Y aun que no podía negar que ese movimiento lento era la más deliciosa tortura, sabía que Jacob no lo estaba disfrutando. Estaba tan preocupado cuidando no hacer algo que no fuera de mi agrado que ni siquiera podía gemir tranquilo:
-                      ¿Te gusta esto?- inquirió entre excitado y asustado. De hecho me encantaba, pero quizás podía hacer más de lo que podía decir. -Un hecho vale más que mil palabras ¿No?-susurre cerca de su oreja. Atraje su rostro mas hasta el mio y mientras le daba un beso mortalmente pasional-rogando así despertar su instinto animal-al que él correspondió felizmente, poniéndole cada vez mas y mas intensidad al beso
Pero el seguía tratando de controlarse, incluso sujetaba mis caderas para evitar que me envistiera contra mas fuerte
-                      ¿Y si te lastimo?- inquirió aterrado
-                       Jake, eso no podrás hacerlo. Vamos, déjate llevar por lo que sientes- Basto decirle eso para que él sujetara mis caderas levantándome en vilo mientras avanzara hasta que mi espalda choco contra el tronco del árbol, así que subí mi pierna derecha a su cadera. En lo que sentía su instinto animal florecer. Tomo mi rostro entre sus manos y empezó a morder el lóbulo de mi oreja murmurando cosas como:
-                      ¿Así estoy bien señorita? ¿O aun estoy conteniéndome?- En ese momento lo sentí completamente dentro de mi. Sentí mi alma abrirse, pude apreciar hasta el ultimo rincón de mi cuerpo el efecto de la impronta. Como mi alma se fundía con la suya. Ese sentimiento de pertenencia mutuo, como las palabras se volvían inútiles. ¿Para que hablar? ¿Qué podría decirle que el no supiera ya?
No imaginaba estar tan cerca, tan vez por que estaba demasiado preocupada por tenerlo para mí. Pero en cuanto percibí que todo a mí alrededor se desdibujaba, y que mi calor se fundía con el suyo. Tal vez ahí empecé a sospechar de tener un orgasmo. El más delicioso de la historia.
El también se percato de eso. Empezó a penetrarme aun más fuerte, haciéndome llegar a la gloria en sus brazos. Pero el tampoco se quedaba atrás, al ser primerizo pues. Solo dejémoslo en que le faltaba práctica. Pero aun así, Jacob se estaba esforzando por hacerlo bien, mejor que nadie. Y estaba lográndolo.

Mi cuerpo empezó a tensarse a su alrededor, en cuerpo y alma me aferre a el. Tal vez así se quedaría con migo.
En cuanto Jacob me arremetió por última vez (en lo que ambos soltamos el nombre del otro en un grito desgarrador)  juraría que rompió el árbol. Pero probablemente ni lo noté. Jacob estaba jadeando, aun mientras me sostenía podía sentir su acelerado ritmo cardiaco. O su reparación dificultosa.
-          Eres increíble, Jake- susurré dejando caer mi cabeza en su hombro. El se recostó con cuidado en el suelo mientras desasía el agarre de mis piernas en sus caderas. Y el suavemente trazaba caminitos por mi espalda con sus dedos.
-                      Creo que podría haber durado un poco mas- musitó para si mismo.
-                      Para ser tu primera ves, estuviste muy bien, amor- entonces mi corazón se achicharró como si le hubieran echado gasolina y luego lo hubieran encendido. Esta era nuestra primera vez juntos, y sería así por mucho tiempo. Me acurruqué contra su cuerpo tratando de apaciguar el agujero de mi pecho. Pero su mirada perceptiva noto mi expresión de dolor.
-                      Todo saldrá bien- murmuró contra mi pelo- Confía en mi-
-                      ¿Chicos?- llamó una nerviosa y femenina, acompañada de otro corazón frenético- Somos nosotros.- las voces provenían de detrás de uno de los árboles cercanos a nosotros. Me carcajeé en mi fuero interno. Los chicos seguramente nos habían oído u quería darnos espacio.
-                      ¿Jake?- llamó Seth ¿molesto? Miré a Jacob contrariada, el también lo noto- Annie necesita hablar con ustedes- ambos intercambiamos una mirada cómplice. Estábamos desnudos y cansados
-                      ¿No pueden esperar?- pregunto Jacob mientras se sentaba y yo procedía a imitarlo
-                      Pero es muy importante- soltó la pequeña en un gemido angustioso- Por favor, solo tengo que hablar con Jake y luego me voy.- Le dediqué una mueca al árbol ¿Qué tenía que hablar ella con MI Jacob?
-                      Amm, bien ¿pero espero que no te moleste verme desnudo Anne?
-                      A ella no, pero a mi si- le solté secamente. Jake me sonrió inspirándome confianza. Lo deje ir de mala gana. Mientras Seth aparecía con la cabeza gacha
-                      Hola Koko- murmuró molesto
-                      Seth ¿Qué te ocurre? desde que llegaste que estas sonriendo
-                      Ya lo veras- musitó secamente. Entre tanto oía la conversación de Annie, pero me perdí la mayor parte y solo alcancé a oír un “Es la única solución”. Solo entonces oí el grito de Jacob-
-                      ¡DE NINGUNA MANERA! ¡Estas loca, niña! ¡Loca!
-                      Pues, tal vez Kokoro no piense igual que tu.- exclamo tranquilamente
-                      ¡NI se te ocurra proponerle algo tan estupido!- le gritó exasperado. De la nada Seth se puso alerta. Pero antes que nada, Annie pareció corriendo hasta nosotros. Jacob la siguió con gesto amenazador y se paró frente a ella completamente encolerizado. Seth escondió a Annie en su espalda:
-                      No le toques un pelo Black. Te matare. Tócala y te juro que te mataré- le espetó mientras empezaba a temblar, en lo que Annie le besaba la nuca.
-                      Tranquilízate Seth. Jacob sabe que tengo razón. Solo esta asustado.- Entonces Annie se giró hacia mí. Sus ojos se veían tan…raros. Ahora se veía más grande. Como si le hubieran caído 20 años encima de golpe y sopetón. Todas las miradas recayeron en mi, que aun estaba sentada en el piso- Koko, creo que hay una posibilidad. Podemos quedarnos con ellos, pero debemos hacer algo poco- guardo silencio unos momentos. Como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Hasta que por fin dijo- ortodoxo.
-                      No es poco ortodoxo, es estúpido- exclamó Jacob con desprecio.
-                      Si- concordó Seth. Los miré sorprendida, hace unos minutos el chico estaba dispuesto a matarlo y ahora estaban de acuerdo en algo que me tenía mareada
-                      Anne ¿quieres ir al grano?- pregunte confusa. Ella asintió y sin mas dijo
-                      Para que ninguno de nosotros tenga que abandonar al otro. Tenemos que abandonar nuestros espíritus de lobo- le chasque la lengua. Eso no resolvía nada, refutaba el punto de Jacob. Quil y Embry no podrían proteger a la Push solos.
-                      Anne, no es ninguna novedad. Nosotros ya habíamos pensado en eso, y además- entonces todos se me quedaron mirando con el rostro contrariado por la sorpresa.- ¿Qué?- pero en menos de un segundo lo sopese- Anne, cuando decías que “tenemos” te referías a…
-                      A nosotras, Koko. Ellos no pueden abandonar La Push, pero aquí nos sobran lobas. Ya hable con las chicas. Al principio no les gustaba la idea, pero luego las convencí. Natt, ella si que fue dura de convencer. Pero entiende que estas imprimada. Así que ella será la nueva alfa. Todas dicen que te quieren y que te van a extrañar. Kathe hasta se puso a llorar, pero Embry la consoló. Aun que un con un poco mas de devoción de la requerida. Luego se fueron y no los veo desde entonces.- admitió sonriendo, en algo a lo que a los chicos no le hacia gracia. Annie y Seth, yo y Jacob ¿y ahora Kathe y Embry?
-                      ¿Ellos también están…?
-                      No, solo están excitados. No se si lo notaste pero desde que estos chicos están aquí la tensión sexual ah ido en aumento- exclamo mientras le daba una palmada a su lobo en el trasero y se relamía los labios. Seth se puso como un tomate y luego se volvió para abrasar a su impronta. Pero Jacob seguía con su rostro molesto. Realmente ¿Qué era lo que le desagradaba de que yo dejara de ser loba? Igual, no iba a preguntarle. Por que si quería estar con el, no tenía opción. Me incorporé de un salto y le di un beso en los labios a mi dulce lobo. Pero el sujetó mis manos y me miro suplicante, pero yo sabia lo que tenía que hacer. me separé de el con cuidado y miré a Annie con la mas grande de las gratitudes.
-                      Annie, eres un genio. De aquí hasta el último día de tu vida te lo voy a recordar- Seth frunció el seño disgustado, y no era difícil de comprender el por que. Annie no iba a vivir tanto como humana que como loba. Al igual que yo, pero no importaba. No iba a renunciar a Jacob, y aun que a el no le agradara la idea sabía que era una buena solución. Tome la mano de Annie, era hora. Anne me sonrió mientras estrechaba mis dedos- Te quiero perra- musito con la vos entrecortada por la emoción
-                      Y yo a ti, eres el mejor dolor de cabeza que podré pedir jamás- dije mirando a Jacob con una sonrisa traviesa, en lo que el hacía esfuerzos por sonreírme sin armar una escena.
Ambas nos dimos la vuelta y nos pusimos a caminar unos cuantos metros lejos de los chicos. Jacob no me detuvo, estaba demasiado molesto, y eso me preocupaba. No quería que estuviera enojado con migo por hacer lo mas lógico.
El bosque estaba en calma, oscuro y misterioso. Como los ojos de mi impronta.
Pero este bosque, por primera ves en mi vida, me daba miedo. Por que representaba un camino sin retorno. Por que a donde sea que mirara no veía nada que no fuera la oscuridad envolviendo todo, y lo único que me guiaba era la firme y segura mano de la pequeña Marshall, que ahora no parecía tan pequeña.
Caminamos un par de kilómetros hasta que el caminó se bifurcó en 2 direcciones destintas. Trate de no pensar en la ironía que representaba aquel camino. Nos miramos con los nervios grabados en el rostro, sabíamos perfectamente que no había vuelta atrás, y no me importaba, pero aun así tenía miedo.
Miedo de que Jake no pudiera amarme siendo humana
Miedo a no ser suficiente para el
Miedo a no poder protegerlo de los vampiros
Miedo a perderlo y no poder hacer nada.
En ese momento le dediqué una mirada de puro a terror a mi hermana de manada. Ella estaba tranquila, a diferencia de hace un minuto. Su rostro estaba sereno, en completa paz. Me dio envidia y una extraña añoranza al mismo tiempo. Ella había crecido tan rápido en 1 día. Esto de la impronta hacía maravillas con las lobitas rebeldes.

-          Todo saldrá bien. No temas- se puso de puntillas para tomar mi barbilla y me planto un beso en la nariz, y luego choco su frente con la mía- Te quiero mucho Kokoro, cuídate- y luego salió a velocidad lupina corriendo mientras yo me quedaba sola en medio del bosque. Entonces me senté en el piso y pensé en Jacob, en su sonrisa, los momentos vividos y los que nos quedaban por vivir.
Todas las noches a su lado, adornando un futuro lleno de esperanza.
Y entonces, solo cerré los ojos y con una enorme sonrisa esperanzada en mi rostro, y lo deje ir.


Quien sabe cuantos años y cuantos meses después.
Jacob POV:
Los rayos de sol que se filtraban por la ventana del cuarto en una mañana inusualmente soleada en el estado de Washington, resaltaron destellos en la piel de la ninfa más hermosa que vio el mundo.
Estaba tan tranquila así dormida, que hasta me sentí un criminal por despertarla, pero el desayuno se enfriaba.
Me tome otro par de segundo para admirarla, era tan hermosa, mas que cualquier fantasía de algunos de esos poetas que le gustaban tanto. Ni si quiera esos tipos podrían describir a un ente mas hermoso que mi dulce Kokoro.
Me acerque con sigilo hasta poder sentarme en la cama junto a ella.

-          Arriba señora Black, no es momento de hacer esperar a su marido que por primera vez preparó el desayuno sin quemar la casa o la comida- su respiración cambio la cadencia de inconciente a conciente. Ella levanto su rostro con cuidado mientras se estiraba, y me besaba la mejilla esbozando una sonrisa que derrochaba alegría- buenos días amor
-          Buenos día, Jake- y otra vez esa sonrisa de plenitud y felicidad que me quitaba el aliento. Kokoro era tan infinitamente hermosa. Jamás sería otra que la misma loba que conocí en el bosque. Alegre, inteligente e incansablemente apasionada y dulce. Suspiré satisfecho en lo que mis labios recorrían su cuerpo.
Mi humana, mi impronta, mi amor eterno.
Mi dulce Kokoro Black, mi Kokoro.
Tu Jacob, tuyo hasta la última célula del cuerpo.

Fin!!!






2 comentarios:

  1. Awww ANniie!!

    Te Qedo Geniial EL CApitulooooooooo!!

    si lo hubieras logrado sin mi! Solo te ayude un poquitiiin!


    AWWWWWWWWW!!! YO quiiero Saberr Que paso conmigo yy EMbry!!

    jhajaj:$


    Estubieron increibles todos los capitulos!

    Escribes Geniial!!

    Teqiiero:)








    ;;KAthe

    ResponderEliminar
  2. ola annie!!
    wwooowww te kedo geniial el capiitulo, k pena k se termino :P
    eres geniial.. XD
    a la espera de tus nuevas locuras :)
    BESOS DULCES

    ResponderEliminar