Team "Todo lo que tenga piernas!"

domingo, 20 de junio de 2010

Seducíendo al Enemigo- Capitulo 2

Capítulo 2
Estaba en la mansión Cullen con Jacob, Nessie, Edward y Bella. Los demás habían salido a cazar. Era un poco incomodo estar siempre rodeado por parejas que no paraban de hacerse carantoñas mientras yo no tenía una sola chica a la que hacerles esas cosas. Pero ahora que tenía a alguien en mente a quien hacerle esas cosas y muchas más todos se empeñaban en pinchar mi burbuja.
- ¿En serio te imprimaste de tu profesora? – preguntó incrédulo Edward.
- ¡No entres en mi cabeza! – refunfuñé intentando dejar la mente en blanco.
- ¿De verdad? ¿Cómo se llama? – preguntó morbosamente curiosa Bella.
- Lauren Mallory. – dije resignado. No tenía sentido ocultarle el nombre, su marido se iba a encargar de decirle quien era cuando lo viese en mi mente.
Ambos se dirigieron una mirada de incredulidad y asombro, y estallaron en risas.
- No puede ser la misma Lauren, dime que no – dijo Bella intentando contener la risa.
- ¿La conocéis? – pregunté sorprendido.
- Sí, estuvo en nuestra clase cuando íbamos a la escuela. Jacob también tuvo la oportunidad de conocerla cuando nos conocimos. En First Beach, ¿recuerdas?
- Oh, sí. Estaba en el grupo de chicos con el que viniste, ¿no? Un alivio que no me recuerde.
- Pues lo vas a tener crudo, es una insufrible. – dijo fingiendo asco Bella. – Ni te imaginas lo detestable que era entonces. Espero que haya cambiado su carácter, por tu bien.

- Para la próxima, ten mejor ojo para las imprimaciones niño - soltó Embry entre risotadas.
Iba esquivando a los alumnos por el pasillo mientras me dirigía a clase junto a Embry.
- Sabes que no puedo elegir de quien imprimarme. De todos modos ella es preciosa...
- ¡Estás loco! Puede que tenga buen cuerpo, ¡pero esa mujer es insufrible! Alguien tiene que ir a follársela para que nos deje a nosotros tranquilos. La falta de hombres en su vida no es razón para desquitarse con sus alumnos - soltó tranquilamente mientras entrabamos en la clase.
Lo fulminé con la mirada.
- Solo hemos tenido una clase con ella, y yo no noté que fuera tan severa. – dije mostrándome abiertamente insultado mientras nos sentábamos.
Una chica sentada frente a nosotros se giró y nos lanzó una mirada hambrienta, se mordió el labio y se volvió hacia delante. Embry y yo nos miramos divertidos, él sonrojado.
En ese momento la sexy profesora Mallory entró en la clase.
- Maldito pueblo lluviosos. - se quejó en un susurro mientras se quitaba el abrigo, quedando con una camiseta gris de mangas largas mojada, con un escote en forma de V - Maldito abrigo agujereado.
Mierda, se veía tan hermosa mojada con las gotas de agua resbalando por su cabello hasta perderse en su escote.
Agradecí que cuando éramos humanos no pudiéramos leernos el pensamiento, porque si no todos escucharían a todo volumen los gemidos imaginarios que le hacía soltar a la profesora, o como la penetraba contra el escritorio de mil maneras distintas.
- Buenos días chicos.
Todos inmediatamente sacaron los libros y se prepararon para tomar apuntes.
Podía oír los suspiros de resignación de algunos de ellos, las maldiciones que otros lanzaban entre susurros. La odiaban y no podía entender por qué.
Ella era tan sensual, tan magnífica. Deseaba levantarme, acercarme a ella, besarla, acariciarle el cuerpo, hacerla mía…
Frené esos pensamientos cuando vi que estaba a mi lado extendiéndome una fotocopia sobre Cristóbal Colon. Oh, mierda. Cómo odiaba a este tipo.
Con una sonrisa la miré a los ojos y tomé el folio deslizando mis dedos por su mano, acariciándola desde poco más arriba de su muñeca hasta la punta de su dedo índice. Ella me miró estupefacta y un brillo de furia llameó en sus ojos.
La hora transcurrió demasiado deprisa para mí, aunque los demás resoplaban aliviados. Cuando iba a salir Lauren me llamó.
- Srto. Clearwater, venga acá. - dijo con voz severa, pero sexy.
Todos salieron quedándome a solas con ella.
- ¿Sí?
- ¿Está usted intentando tomarme el pelo? - dijo poniéndose en pie, cruzando sus brazos delante de su pecho y mirándome con furia.
Aun así no intimidaba lo mas mínimo, ya que tenía que estirar el cuello para poder mirarme.
- No sé a qué se refiere señorita Mallory. - dije inocentemente.
Eso pareció enfurecerla aun más.
- No creas que soy tonta. Que le quede claro que soy su profesora. No eres más que un andrajoso mocoso que solo anda buscando diversión tomándole el pelo a sus profesores, pero conmigo ándese con cuidado. Que sea la última vez q se atreva a tocarme.
- Esta bien profesora. - dije mirándola con deseo, paseando mi mirada desde su escote hasta sus largas piernas, volviendo a su escote y luego con mucho esfuerzo dirigiéndola a sus ojos.
- ¡¿Que me está mirando Srto. Clearwater!?- bramó molesta cuando notó mi mirada lasciva. - ¡¡Lo mandare a castigar como se atreva a mirarme de esa manera otra vez…!! – amenazó furiosa.
Ignorando su mal humor, di un paso hacia ella, apoyando mi mejilla en la suya y susurrándole al oído:
- ¿De verdad me ve como un simple mocoso?
Posiblemente sonase arrogante, pero no se puede negar el hecho de que ella se estremeció de placer al tenerme tan cerca.
Me aleje un paso para contemplarla con una sonrisa picara. Ella, echando chispas por los ojos, abrió la boca para responderme, pero en ese momento entraron los alumnos de la siguiente cl
- Vállese o llegará tarde a clase. - Dijo y se sentó en su escritorio dando como zanjada la conversación.
Obedeciéndola, me di media vuelta y me marché.

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