Team "Todo lo que tenga piernas!"

miércoles, 16 de junio de 2010

Entre la verdad y El amor- Capitulo 16- Duele...

Ok, aki toy de nuevo, este capi me quedo super... lo amo, comenten pleasee buaaaa si no cometnan estare tiste en mi B-day!!! (que es mañana, la que quiera regalarme un lobo ardiente o un Hunert se lo acepto xD, o si no a un Taylor Lautner, ajjajajaja, no tengo problemaaa jajaja)
OK las amo, ojala disfruten tanto como yo disfrute escribirlo
Se lo dedico a Mi Sara, que me ayudo a escribir y me dio grandes ideas, a Ada, a Leda, a María, a mi Ali linda, a Beu que no ta y la extraño, a Teles, a Naty, Koko y a mis niñas que me aman y yo las amo.
Por ultimo pero no menos importante, un enorme gracas a Mixxi que me dio un regalo divino el cual adoro y atesorare por siempte. Te amo Mixx!!!!


Duele...
Los días pasaron sin mirar atrás. Todo iba vertiginosamente rápido.
Desde el último día en el que estuve con Seth en mi casa, no supe nada de Jacob o de los Cullen. Salvo las contadas ocasiones en las que me telefoneaba. Había más vampiros en Forks. Habían desaparecido 2 niñas que salían de la escuela.

Como en el pasado la policía culpo a los misteriosos lobos, pero al final…empezaron a albergar sospechas de que podría tratarse de algún asesino en serie.

Trataba de no pensar en ello…

No podía ser pura y exclusivamente mi culpa. No es que yo atraiga a cada maldito vampiro en el área. Tiene que haber algo que no sea pura y exclusivamente culpa mía…

Ese día estaba apunto de salir en la moto de mi padre a la Push. Hacía días que Jake no daba señales de vida. Y nuestras conversaciones telefónicas breves no me eran muy productivas. Cada ves que le preguntaba por Seth el cambiaba de tema. Peor, llamar Seth no servía de nada. Nunca estaba en casa. Incluso Alice se veía reacia a ayudarme sin importar lo mucho que le suplicara

Antes de sufrir un ataque de nervios preferí ir a averiguar yo misma.

Iba por la carretera justo en ese momento con la chaqueta de cuero que tome prestada del armario de mi hermano, los guantes y las botas bien puestas en sus sitio, sumado al casco rojo que me quedaba dos tallas mas grandes y que se tambaleaba en mi cabeza.

Aun que hacía varios años que no montaba la vieja moto de mi padre, el sentimiento de libertad y velocidad no había cambiado en nada. Sentir el susurro del viento al pasar a toda velocidad, la adrenalina fluyendo sin control o el rugir de la moto entre mis piernas, siempre me había logrado sacarme una sonrisa

La carretera aun estaba húmeda por la última tormenta, el asfalto estaba negro y no me inspiraba ninguna confianza. Me maldije a mi misma por no haber tomado un autobús o llamado a Alice para que me llevara. Tenía que concentrarme muchísimo en cada maldito aspecto de la carretera, cada curva, cada poso, cada detalle, de lo contrario acabaría como una tortilla morena en el asfalto.

Un enorme Jip rojo pasó junto a mí y me siguió durante unos cuantos kilómetros y sin importar cuando me moviera seguía siguiéndome.

Mi corazón se acelero, ya me estaba poniendo nervioso así que decidí aparcar en la carretera. El auto rojo continúo su camino por unos 2 metros hasta que se detuvo y dio marcha atrás. Mierda. Pensé.

Lo que me faltaba, otro loco tratando de matarme.

- Oye- me llamó una vos aguda de campanitas- Sube

- Amm, mejor paso- Me volví a subir a la moto y me preparé para salir escopeteando cuando, una mujer pálida como un fantasma salió del enorme auto vistiendo unos pantalones de chándal y una chaqueta de cuero negra. Bella caminó hacia mí con paso elegante como el de un depredador apunto de saltar sobre su incauta presa. Teniendo en cuenta lo mucho que Bella me odia, esa analogía me provocó un nudo en el estomago. ¡Hay no! ¿Bella quería matarme ahora? Mierda, esto solo me pasa a mi.

- ¿Vas a la Push?- ella se plantó frene a mi. Su rostro era indiferente y duro como la piedra y su vos carecía de cualquier emoción. Esos ojos dorados eran fríos y letales, sentía como me traspasaban con esa sola mirada. Siempre me sentía una chiquilla insignificante junto a Bella y no sabía bien por que, tal vez era solo por que ella era mucho mas fuerte que yo, y mas hermosa, mas inteligente ,etc. Me limité a asentirle- ¿Quieres que te lleve?- asentí otra vez. Ella avanzó un solo paso hacia mí, haciendo que me encogiera de miedo. Tomó la moto y la llevo hasta colocarla sin esfuerzo aparente en la parte trasera del Jip de Emmett.- Sube- me ordenó. Si hubiera estado en mis cabales le habría dicho donde y como podría meterse ese tonito autosuficiente, pero teniendo en cuenta que ella podría arrancarme la cabeza con la misma facilidad con la que rompía una hoja de papel, decidí pasar.

Me acomodé en el asiento del acompañante mientras Bella se montaba frente al volante con toda la gracia que la caracterizaba.

Aun que ella conducía mucho mas despacio que Alice o Edward, no pude evitar afearme al asiento como si de un salvavidas se tratara. Mientras ella conducía, yo miraba por la ventana tratando de distraerme con el hermoso bosque que se extendía a nuestro alrededor. Las gruesas nubes que cubrían el cielo, habitualmente nublado, oscurecían un poco el panorama. Y aun que el bosque me pareciera hermoso, también era un poquito aterrador teniendo en cuenta la oscuridad.

Bella se aclaró la garganta repentinamente y yo di un brincó en mi asiento, con mi corazón galopando a toda velocidad. La observé de soslayo y pero ella no me miraba. Aun que parecía que estuviera pensando, y entonces hablo con calma y sin apartar la vista del camino. Y para mi asombro, su vos sonaba casi diría…interesada

- No deberías andar en moto en este lugar. Con las calles mojadas por la lluvia, parecerá más que quieres suicidarte que tratas de llegar a alguna parte… Si necesitas transporte pudiste habernos llamado. Por favor no vuelvas a arriesgarte de esa manera. Piensa en Jacob, el se moriría literalmente si algo te ocurriera… Entonces, ya lo sabes… Bueno aquí es- musitó mientras se detenía justo en la divisoria- Llama cuando quieras que venga a recogerte

- N-no es n-necesario. Puedo volver sola- respondí entre patéticos titubeos. La mirada inquisidora de Bella no se veía nada convencida. Desvío la mirada hacia la carretera por unos momentos, mientras sopesaba algo. Al final suspiró como si se estuviera resignando, y me miró de forma… ¿Cálida?

- Ok, pero aun que sea llama a Edward para que te acompañe, ¿Si?- ¿De donde salió toda esta repentina preocupación? Asentí de manera mecánica, mientras unas enormes ganas de salir del auto escopeteando me recorrían. Bella me observó con esa mirada suya tan intensa por unos segundos, que mas me parecieron varias horas. Me sentía tan insignificante que miré la tapicería, para que ella no viera mis mejillas. Aun que tal vez mi corazón desbocado fuera más que suficiente explicación.- No te odio Anira- mis ojos se abrieron tanto que casi se me salieron de las cuencas. Observé a esa bella criatura, cuyo rostro perfecto me miraba con calidez- No te odio, ni un poco.

- Es-s bu-bueno saber-rlo- deslicé mi mano con la puerta hasta que torpemente encontré la manija y pude abrir la puerta, y me bajé de un salto. Trate inhalar produnamente para calmarme y no responderle tartamudeando- No te preocupes, de todos modos gracias, Bella.

Me deslice hacia fuera del vehículo y luego caminé lejos de el mientras escuchaba el motor acelerar. Entonces me di cuenta…

- ¡Bella, mi moto!- pero ya era tarde. Ella estaba dando vuelta en la curva y se alejaba a toda velocidad. ¡Mierda! Ahora si iba que llamar para que me recogieran. No se puede confiar en vampiros. Suspire. Ahora tendría que caminar hasta…Miré a mi alrededor. Había unas cuantas casitas a mi alrededor, y rodeadas de bosque. Entonces una de las casas llamó mi atención. Era de un color blanco desgastado- ¿La casa de Seth?

- Hola, Anne- la vos de Leah retumbó a mi espalda. No se oía feliz, pero claro. Estábamos hablando de Leah. Raras veces, se oía, o se veía contenta. Me volví solo para ver su rostro mal humorado. ¿Me pregunto que habría pasado esta vez?

- ¿Qué hay, Leah?- ella frunció el seño disgustada. Su mirada me estaba traspasando, como si me odiara. Pero como si alguien la corrigiera, ella suspiró. Su mirada se suavizo.

- Hola, niña –ella casi escupió las palabras. Otra vez su mirada me taladró y volvió a suavizarse, casi obligándose a si misma. Incluso le temblaban las manos. Instintivamente di un paso hacia atrás. Esto no esta bien, ¿que hice ahora?

- ¿Que pasa, Leah? ¿Hice algo malo?- Ella empezó a convulsionarse y mirarme con odio. La mire aterrada. Leah se acercó hacia mí con los brazos extendidos hacia mí como si fuera a ahorcarme. Mi corazón latía desbocado y sentía que estaba apunto de estallar.

- ¡Leah! Mas te vale que te calmes, o yo te obligaré- Ambas miramos hacia la izquierda. Donde esa vos ronca bramó en advertencia. Jacob estaba parado solo a tres pasos de distancia de nosotras. El se acercó a grandes zancadas fulminando a Leah con la mirada. El piso empezó como a temblar, pero parecía que nadie mas se daba cuenta de ello. Jake me envolvió en sus brazos para tratar de calmarme.

- Tranquila, Anne. No temas, estoy aquí- susurró bajo solo para que yo lo oyera, y casi ni lo oí. El temblor cesó al instante en que Jacob me abrazó. Entonces me di cuenta de que nada temblaba, solo yo. Trate de respirar, pero no podía, estaba demasiado asustada. Leah seguía mirándome como si estuviera apunto de saltarme encima. Jacob la fulminó con la mirada y ella retrocedió, sin inmutarse. Su hermoso rostro se volvió inexpresivo mientras ella se daba la vuelta y se iba. Como si un hubiera pasado absolutamente nada, solamente se marcho.

No solo la cague con un Clearwater, ¿ahora también voy a por toda la familia completa? Soy de lo peor

- ¿Estas bien?- susurró contra mi oído, mientras sus manos suaves acariciaban mi vientre. Asentí apenas y luego voltee para ver su hermoso rostro apenas salpicado por unas pocas gotas de lluvia. Su belleza era increíble y a la vez extraña que lo hacía verse casi irreal, entre las casitas de la Push, y el bosque que crecía a nuestro alrededor. Sus ojos oscuros brillaban, mientras unas pequeñas gotitas de lluvia bailaban en su rostro, deslizándose con gracia hasta rozar sus labios.- Lamento esto. No te hizo daño ¿verdad?

- ¡No!- me apresuré a decirle. Lo único que faltaba era que la tomara contra de Leah por mi- Ella no me hizo nada, por favor no te enfades con ella-

- No estoy enfadado- Su expresión osca contradecía sus palabras- Solo me molesta que se enfadara con tigo por algo que no es tu culpa- Lo miré atónita, mientras el ponía una expresión de “Me fui de la lengua”

- ¿Qué no es culpa mía?- el guardo silencio, mientras retrocedía un paso. Ocultó sus emociones tras esa mascara de serenidad marca Sam Uley. Algo debía ir mal si Jake se ocultaba de mi tras esa mascara. Me erguí firme frente a el y trate de hablar con seguridad- Jacob Black, escúpelo, ahora.

- No es lo que piensas. No hiciste nada malo- me aseguró. Pero sin embargo no le creí

- Jacob…- un aullido de lobo resonó en el bosque. Jacob volteo casi al instante y luego me miró, con la misma expresión de “aquí no pasa nada- tengo que irme. Ve a casa de Billy. Luego te veré allí, lo juro- antes de que siquiera me dejara rebatir, me dio un rápido y brusco beso en la comisura de los labios que me izo estremecer. Había olvidado el efecto que su cuerpo tenía sobre mí. Maldición. En un parpadeo el desapareció en el bosque. Mire por todos lados, pero no había nada ni nadie. Era como si todos se hubieran ido…

¿Por que todos actuaban tan extraños? ¿Que hice ahora para que Leah me odiara y Seth desapareciera?

Jacob, no me daba respuestas, y estaba segura de que ahora se encargaría de que nadie en la manada me las diera tampoco...

Suspire, esto era una autentica mierda y para acabarla de joder. Me estaba empezando una maldita migraña

Resignada, confundida y cansada, muy cansada. Decidí que bien podría ir a visitar a Emily antes de llamar a mí siempre confiable Alice, para que me recogiera.

Mis nervios no soportarían otro paseo con Bella y su actitud bipolar de "No te odio, pero no te me acerques o te arrancaré la cabeza"

- ¡Anne!- gritaron a mi espalda, cuando ni siquiera había dado un paso en dirección a la casa de Emily. Me volteé lentamente, bastante reacia, y me encontré con Quil, sosteniendo a la pequeña Claire entre sus brazos- Claire era la sobrina de Emily, la esposa de Sam Uley. Quil estaba imprimado por ella. Ambos eran una pintoresca pareja, Claire ya tenía 8 años y adoraba a Quil por sobre todas las cosas del mundo

Mas que a su colección de Barbie (otorgada en su cumpleaños por Quil) su bicicleta rosada, o su pijama de "Las chicas súper poderosas".

- ¿Que tenemos aquí? Si no es nada más, ni nada menos que Batman y Robin, versión Quileute. Es una lastima, hoy tenía pensado dominar al mundo, pero ya que estas aquí, no podré hacerlo- suspire fingiendo resignarme y Quil sonrió y se fingió ofendido-

- ¡Oye! ¡Creí que andabas con eso de las drogas! En cuidad gótica no nos caben mas supervillanos

- Si- dije en tono de broma. Mire el minúsculo pueblito- Por que ciudad gótica esta infestada de ratas y bandidos. No piernas tiempo con súper villanos inexpertos como yo- Claire frunció el ceño y me miro enfurruñada

- ¡Yo no quiero ser Robin! Su traje es feo y no me gusta golpear a los malos, sería mejor dormirlos y llevarlos a prisión, Batman y ese bobo de Robin siempre los dejan escapar- Ambos reímos ante la aguda observación. Claire era bastante inteligente para su edad y Quil disfrutaba como un niño en una dulcería de sus observaciones.

- Así que, ¿a donde ibas gatuela? ¿Para casa de Jake?

- A casa de Emily –corregí rápidamente- ¿y tu?

- ¡También! Mañana es el cumpleaños de mi pequeña y estamos organizándolo todo. Por eso no me fui con la manada hace un rato- Quil frunció el ceño al mencionar este echo y luego miro hacia el bosque preocupado. En efecto, algo estaba pasando, para que se preocupara por los chicos en lugar de estar pensando en Claire. Sacudió la cabeza levemente como si quisiera olvidar lo que pensaba y luego volvió a mirarme dulcemente- Ven con nosotros- me animó y yo asentí. Claire dio aplausos en su lugar mientras brincaba en los brazos de Quil

- ¡Wi! ¿Vamos a pintar a Quily como una princesa mientras estas con tía Emily, Annie?- me pregunto Claire, batiendo sus pestañas.

- ¡Por supuesto! No hay nada que me apasione más que travestir a Quil- el aludido puso los ojos en blanco, luego hizo un gesto con la cabeza para que comenzáramos a caminar hacia la casa de Emily.

Me prepare mentalmente, eligiendo con mucho cuidado las palabras que utilizaría para abordar el tema.

- Así que, parece que estas más emocionado por el cumpleaños de Claire que ella misma- el dio un suspiro, antes de bajar a la niña y tomarla de la mano. Por su expresión diría que no era la primera en llegar a esa conclusión.

- No, solo me entusiasma la idea- se encogió de hombros, restándole importancia al asunto- No todos los días mi princesa cumple 9 años.

- Lo mismo dijiste cuando cumplió los 8, y los 7, y apuesto que en todos sus cumpleaños dices lo mismo

- Pero esta vez es diferente- refutó

- Eso también lo dijiste la ultima vez- Otra vez Quil puso esa expresión de “Siempre lo mismo”, reí entre dientes, y Quil me sonrío con ironía.

- Como sea, será una gran fiesta…

- Así que, ¿por eso no fuiste a patrullar con los chicos, o es que Jake te dijo que no eras necesario?- trate de sonar casual, para que Quil no descubriera mis intensiones.

- Pues, solo no me apeteció ir…-pareció un poco reacio a contestar.

- Lo haces sonar muy simple

- Es simple- admitió encogiéndose de hombros, como si quisiera restarle importancia al asunto, seguramente para que lo dejara. Pero no se libraría tan fácil de esto. Así que le hice otra pregunta.

- ¿Cómo va la casería de los lobos gigantes, uh?- Quil sonrío con nerviosismo. El había inventado esa broma cuando se volvió licántropo y se entero que los lobos malvados que supuestamente desaparecían personas, en realidad eran sus mejores amigos tratando de matar vampiros.

- Pues, creo que bien. No estoy muy al tanto de los nuevos chismes, pero creo que lo tienen controlado…

- ¿Pero aun no lo atraparon?- suspiro. Quil cada vez se ponía mas tenso.

- No- tomo a Claire en sus brazos -que hasta ahora no había dicho nada de nada- y la acerco a su pecho. Como si sintiera la presencia del peligro invisible.

Ver a Quil así… Me recordaba tanto a Jake… Sacudí la cabeza bruscamente, tratando de pensar en otra cosa.

Guardamos silencio por unos minutos, en los cuales el bosque se hizo más espeso, y tuve que sujetarme del hombro de Quil para caminar mejor. Para llegar a casa de los Uley había un pequeño sendero señalizado, pero Quil siempre tomaba este camino por que era el preferido de Claire. Lo que significaba más diversión para ella, y muchos, muchos más raspones y tropiezos para mí.

En general me gustaba caminar por el bosque, pero cuando había un camino. Usualmente, caminaba a ciegas, absorbida por el paisaje, y no tardaba en tropezar con algo, o arañarme. Le envidiaba eso a los seres sobrenaturales, ellos jamás tropezaban con nada, sin importar que tan concentrados se encontraran.

No supe cuanto tiempo paso, hasta que el caminito de tierra hacia la casa fue más visible. Miré a Quil, perdido en sus pensamientos observando fijamente hacia el frente. Claire se había quedado dormida durante la caminata, en sus brazos, con su cabecita de rizos castaños descansando en su hombro.

Ella era tan inocente, a pesar de ser conciente de la existencia de criaturas que podrían matarla con solo un movimiento de muñeca.

Ojala yo también pudiera ser así de inocente algunas veces.

Quil carraspeo, me volteo sorprendida de cómo me había olvidado de su presencia.

- Quil- pronuncie, un poco tímida, los rodeos no servían con el- Hay algo que quiero saber…

- Me di cuenta, no eres una chica sutil, sabes- OK, no eran los rodeos los que no servían, era yo la que no servía.

- Pues, quiero saber que se traen ustedes. Hay algo mal aquí, lo se. Y Jacob no quiere decírmelo, tal vez piensa que no estoy preparada pero se equivoca- sentencié- Por favor, Quil, dime que es lo que va mal

- Anne…- se paro en seco, y yo me detuve. Me voltee y lo mire fijamente. Sus ojos estaban fijos en Claire, y su mirada era pensativa. Habría matado por saber que pensaba…- No lo vas a dejar pasar ¿Verdad?

- No- dije con firmeza. El suspiro resignado. Ya se había rendido. Entonces habló

- ¿Recuerdas al chupasangre que entro en tu habitación?- asentí, el continuo, con un tono bajo y lento, sin mirarme, parecía muy concentrado en no olvidar ningún detalle de la historia, a pesar de que su cara detonaba lo mucho que le desagradaba la idea de decirme. En verdad se lo agradecí- Pues, creemos que tiene un compañero, o una compañera. No estamos seguros. Pero, el caso es que, no podemos atraparlos.

>>La última vez casi los teníamos, pero ¡Que rápidas son esas sanguijuelas! Unimos fuerzas con Sam, pero sin embargo no logramos nada… Uno de ellos, tiene un extraño don… Cada ves que estábamos cerca de atraparlos. Caíamos dormidos como si nada. No importa cuanto tratemos de permanecer consientes. Es cosa de un segundo. En un minuto estamos corriendo por el bosque, están tan cerca que casi podemos ver la estela de polvo que dejan tras su carrera, y al siguiente ¡Zas! Estamos dormidos.- Me congele en mi sitio. Mi respiración y mis latidos se detuvieron, antes de que mi corazón comenzara a galopar con fuerza. Podrían haberlos matado. Podrían haber matado a los chicos… Jacob había estado cerca de morir, ¡Y el idiota jamás me lo dijo! Sin importarle mi aparente pánico, Quil continúo con el relato, con su mirada perdida en el suelo. Ahora parecía que hablara consigo mismo, como si estuviera reviviendo lo sucedido- Jamás nos lastimaron, podrían haber aprovechado la oportunidad para matarnos a todos juntos. Pero no lo hicieron.

>> Para cuando despertamos, ellos se habían ido. Y así hemos estado todo este tiempo. Cuando estamos cerca, ellos hacen ese truquito y todos quedamos K.O. Ellos desaparecen, y entonces tenemos que esperar a que ataquen de nuevo, por que de lo contrario continúan escondidos. Por más que los rastreamos, y los rastreamos, nunca encontramos ni una pista. Esos malditos son unos expertos en borrar sus huellas- rió con amargura, y su ceño se frunció- Si tan solo supiéramos lo que quieren.

>>Ellos vuelven contante mente, como si buscaran algo o…a alguien- Quil hizo un breve silencio, queme pareció toda una eternidad. Aun estaba congelada de miedo. Jacob, había estado tan cerca de morir…- Jake cree que te buscan a ti. Y no quiere decirte, por que teme que hagas una estupidez de las tuyas- otra vez, la sonrisa amarga curvo sus labios, pero sus ojos estaban muy atormentados- Seth se enfado con el. Le dijo que debía decirte, que te ocultaba demasiadas cosas, que actuaba como un “Imbesil, marica, mentiroso” – dijo imitando la vos de Seth. Ahora de verdad, que se veía muy atormentado- Yo comprendo a Jake, tú eres lo más importante en su vida, y no quiere perderte. Pero Seth creía que hacía mal…

- Quil- la vos me tembló, y entonces el me miro, aferrando a Claire, inconsciente mente contra su pecho- ¿Fueron a buscar a esos vampiros verdad?

- Si…- mi corazón se paró de nuevo- ¿Y tú te quedaste…?

- Por que, Sam me lo pidió. No quiere que Emily este sola con todo este asunto. Solo por si la teoría de Jake no es correcta. El piensa que quieren jugar con nosotros, y luego atacarnos. Además, así también puedo proteger a Claire, y a ti. Ese es otro motivo. Jake también me pidió que te vigile.

- Dios.

- Lo siento, Anne- sentí mis piernas flanquear. Todo daba vueltas, todo se caía. Jacob iba a morir. Y, si Quil no me lo hubiera dicho no lo sabría. Todos morirían, Jared, Embry, Seth… Entonces lo recordé- ¿Dónde esta Seth?- otra ves, el dolor atravesó sus facciones, jamás había visto a Quil tan triste. Pensé lo peor, y mi corazón se desmoronó, Quil permaneció en silencio- El… esta- ni siquiera podía terminar la frase. Era demasiado doloroso siquiera pensarlo

- No- me corrigió rápidamente- El, esta bien. La última ves que hable con el, estaba en Alaska-

- ¿Alaska?- repetí incrédula- ¿Cómo...?- entonces el dolor de su rostro me lo dijo, la forma en la que, por su mejilla se deslizo una lágrima traicionera- ¿El se fue?

- No- contesto con firmeza, limpiando la lágrima con el dorso de su mano- Jacob, lo echo.

2 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOOO....COMO PUEDE SER QUE JACOB LO HAYA HECHADOOO..
    POBRECITO STHHHH.....PERO BUENO ME PARECE QUE SE FUE DE BOCA AL DECIRLE TODAS ESAS COSAS A SU ALPHA....
    HAY QUE TENER RESPETO POR LOS MAYORES SETH JAJAJA
    ESPERO QUE ESTE PEQUEÑO LOBITO VUELVA Y QUE ENCUENTRE SU IMPRIMACION..!!!!
    ASI ANI Y JAKE PUEDEN ESTAR JUNTOS Y FELICESS..!!!

    BESOS ENORMES..!!
    ESPERO EL PROXIMO CAPITULO..!!!

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  2. AUUUUUUUUUUUUU te quedo geniallllll y pobre de mi seth!!! Jacob se pasa... deberia ser mas sincero con Annie!!! y no rebotarse con seth!! =( jo nunca pense q el haria eso!! =( OTRO OTRO OTROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


    Te amo!!! MUACKS MUACKS MUACKSSSSS

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