Team "Todo lo que tenga piernas!"

domingo, 22 de noviembre de 2009

Entre el amor y la verdad- Capitulo 3- Sueños Proféticos

Gracias a mi renovada confiansa y a los bellos fics de Vii y Kathe, y de Sara Cullen, sin dejar de mencionar a nuestra querida Kokoro!!!! quiero dedicarles a ustedes el nuevo cap!!!!
ojala les guste y comenten, ya que sus coments me sirven de guía a la hora de poner mi asotea en funcionamiento!!!!
Capitulo 3
Sueños prifeticos
Es verdad que Jacob me cambió la vida. Si el no se hubiera aparecido tal ves ahora estaría muerta o en postrada en la camilla de algún hospital de mala muerte en estado vegetativo.
Pero aun me parece extraño que Jacob se haya fijado en mí. Yo no era bonita, ni siquiera tenía un cabello bonito. A pesar de que a mi me encantara mi corte todos insistían en que estaba demasiado corto.
- Aun no lo entiendo- le solté mientras cambiaba de canal con una mano y con la otra me rodeaba los hombros
- ¿Qué cosa?- me miró confundido
- ¿Por qué me salvaste?- puso los ojos en blanco. Para el, este tema era agua pasada.
- El chupasangre lee mente me avisó “Por si me interesaba”- haciendo una pobre imitación de la voz de Edward- que planeabas tirarte al rió. Y Yo no podía permitirlo. Tan simple como eso ¿Ya vas a dejar de preguntarme?
- Es que no lo entiendo. ¿Por que te importo?
- ¡Ya esta bien, Annie! Basta de preguntar lo mismo. Te quiero, eres mi mejor amiga no te podía dejar saltar. Nunca podría permitir que nadie se matara en frente mío. ¿Ye te queda claro?
- Si, gracias Jake- la verdad era que no, pero no quería que se enfadara- ¿Qué haremos hoy mi salvador?
- No lo se, yo estoy frito pero creo que aun me quedan fuerzas- río, le eche un vistazo a sus ojos y noté les ojeras que los bordeaban-
- Mejor quedarnos aquí- suspiró agradecido. Me acerqué para recostar mi cabeza en su pecho y notar como se esforzaba por que sus párpados se quedaran abiertos. Empecé a tararear una canción que mi mama me cantaba cuando era una niña, que tuvo en Jake el efecto de un somnífero, y al ínstate se quedó dormido con la cabeza inclinada hacia atrás. Al parecer Jake me estaba arrastrando de manera inconciente hacia la abstracción. Comencé a cantar muy despacio otra canción que entonaba cuando Jake no estaba
- Hace falta que te diga
Que me muero por tener algo contigo
Es que no te has dado cuenta
De lo mucho que me cuesta ser tú amigo
Ya no puedo acercarme a tu boca,
Sin deseártela de una manera loca
Necesito controlar tu vida
Ver quien te besa
Quien te abriga- me dormí antes de terminar la canción.
Me encontraba en el mar, con mi vestido blanco nadando muy feliz. Sonriéndole a la nada, en medio de una mar claro en la noche. Las burbujas se escapaban copiosas de mi boca pero jamás me quedaba sin aire, y seguía nadando feliz. La temperatura sube, y el agua empieza a calentarse, y todo se volvía más agradable cuando veía un gran lobo cobrizo acercarse en mi dirección, que luego se transformaba en Jacob. El me tomaba de la mano y nos besábamos bajo el agua, y yo me ponía más feliz que antes. Y seguíamos nadando sin siquiera pensar en el aire, o en nuestra ropa mojada, o en Billy, mi padre, Marie o Roció, solo el y yo.
Pero el pone una cara muy triste. Y lo veo alejarse, traté de seguirlo pero nadaba demasiado rápido. Y me quede sola en medio del mar. El agua cada vez estaba mas caliente, y más, y más, hasta el punto que me quemaba. Sentía la compresión de mis pulmones por la falta de aire. Me asuste, no me había molestado en salir a tomar aire y recién ahora empezaba a sentir su perdida ¿Cuánto tiempo llevaba yo en el agua?
Nadé hacia arriba pero jamás llegaba a la superficie, y el agua cada vez me quemaba más y más. Hasta que literalmente empecé a quemarme viva en el agua. Vi como mi vestido se reducía a cenizas, y mi piel se ennegrecía, y un dolor lacerante me carcomía las neuronas, y me partía en pecho. Sentía como alguien hubiera puesto sobre mi rostro una olla al rojo vivo deformándolo, quemando y comiendo mi piel. Traté de gritar pero no salio ni un sonido de mi boca, solo mas aire y quise darme de patadas cuando sentí como la necesidad de aire aumento junto con el dolor del fuego mojado.
Quería morir, solo para acabar con ese dolor tan intenso. Pero de pronto apareció Edward y Jacob nadando a toda velocidad en mi dirección y me sentí aliviada, pero Jacob se quedaba a unos metros de mí mientras Edward seguía acercándose hasta estar pegado a mí. Vi en el reflejo de sus ojos negros y sedientos mi rostro carcomido de un lado y el otro nada. Mi ojo derecho no existía, como mi labio dejando ver mis dientes. Mi rostro estaba total mente destruido. Me entro el pánico, me aleje de Edward en un impulso totalmente estúpido nadando hacia arriba pero el me atrapó entre sus manos. Me dedico una mirada cargada de tristeza y remordimiento que por un momento me hico olvidar el dolor. Acaricie su mejilla helada para transmitirle consuelo y el alivió fue casi inmediato. Pero luego el rápidamente me mordió el cuello y empezó a succionar mi sangre. Cerré los ojos mientras le pegaba para que se aleje y cuando lo abrí de nuevo… Todo estaba como antes, estaba sola, todo era oscuro, pero no hacia frió ni necesitaba aire.
Sentí la necesidad de nadar hacia la superficie y me sorprendí. Yo jamás había sido conocedora de que poseyera tanta fuerza o tanta rapidez. Cuando llegue a la superficie mire hacía el cielo y vi que se alzaban unos enormes acantilados llenos de salientes y pedruscos que caían a mi alrededor. Los conocía. Eran los acantilados donde Jake saltaba con sus amigos.
- ¿Jacob?- Mis ojos se abrieron a causa del asombro. Mi vos sonaba completamente distinta. Sabia que era mi vos pero al mismo tiempo sabia que no lo era. Sonaba como más musical y aterciopelada. Me inundó al pánico. ¿De donde había sacado un timbre de vos tan bonito? Entonces me miré a mi misma y noté que mi piel estaba blanca como la cal. Lleve uno de mis dedos hacia mi mejilla y note que estaba helada. Miré mi reflejo en el agua y note las ojeras que bordeaban mis ojos rojos como zafiros. En ese momento lo comprendí. En mi cabeza pude escuchar el clic que hicieron las piezas del rompecabezas al encajar.
Ya no era humana. El fuego me había matado, Edward me salvo y ahora yo era…un vampiro.
Me asuste. Me sumergí y nade hasta el fondo del Pacífico y me puse a llorar. Le pedí al cielo que me volviera a la normalidad o que me matara por lo menos. Pero nada pasó. Luego de un rato vi una sombra a lo lejos acercándose. No tuve miedo por que sabia que ahora nada podría hacerme daño. Pero cuando se acercó descubrí que era Jacob y mi muerto corazón se llenó de júbilo al verlo. Pero el no se veía feliz de verme. Su rostro estaba crispado por el odio y la repulsión. El se quedo a unos metros de mi, pero cuando trate de acercarme el se alejo el mismo tramo que yo me acerque.
- Adiós- soltó casi como una blasfema y se alejó de mí nadando con todas sus fuerzas. Ahí me morí. Pero no podía permitir que lo mejor de mi vida se escapara así nomás. Y empecé a nadar, y nadar, cada vez mas rápido gritando su nombre.
- ¡Jake! ¡Jake, vuelve por favor! ¡Jake! ¡No me dejes, vuelve! ¡Jake!
- Annie, despierta-
- ¡Jake! ¡Vuelve, te lo suplico!-yo seguía jadeando y pateando
- ¡Annie! Vamos, despierta- me zamarreaba de un lado al otro. Abrí mis ojos de golpe, y solo vi un manchon marrón y borroso que me zamarreaba de un lado para el otro y gritaba mi nombre con desesperación. Todo estaba caliente, oscuro y confuso. Nada me era familiar allí. Tenía miedo, sentía que el fuego reaparecería de un momento a otro y me llevaría lejos de el para convertirme en lo que el mas odiaba y lo que yo mas temía. Un vampiro.

martes, 17 de noviembre de 2009

Entre el amor y la verdad- Capitulo 2- ¿Imprimación?

Hola!!! personas inexistentes!!! Nadie lee que mierda!!!! un golpe bajo para mi autoestima1!! Ok, por si algún día alguien se pasa por aka quiero aclarar que este fic varia entre los recuerdos de Anira y lo que estaba pasando en la actualidad

Capitulo 2 
¿Imprimación?

Hay cosas en esta vida que pueden matarte. Enfermedades, armas, personas, ¿Pero quien diría que una causa de muerte podría ser un disgusto? Así es señor(o señora, señorita quien mierda sea), la causa de mi muerte fue un disgusto que arruino mi vida.
Para un fatalista la vida no es más que una larga agonía que culmina con la muerte. Ok, no creo que sea para tanto, después de todo mi vida no fue tan desastrosa como para decir que todo fue por nada ya que alguna día tendría que morirme, pero talvez si me hubiera percatado de quien era realmente la persona con la que si podía contar, en lugar de entregar el todo por el todo a alguien cuya fe era que el mundo giraba a su alrededor y todos los otros éramos detalles menores talvez no estaría en esta situación. Para ellas lo único que vale es lo que a ellas les interesa. Si el vecino se mataba de un balazo, o si a la señora del almacenero la golpeaban sus cuñados, o si un amigo o amiga le ocurría alguna catástrofe a ellas no les interesaba a menos de que a largo plazo pudieran ser afectadas.
Si, morí por la culpa de ellas, que solían ser mis amigas. Las personas que tenía en mente siempre que planeaba alguna salida al parque o cuando disponía de dinero y compraba un regalo. Por ellas acudía corriendo para saber si estaban bien. Siempre tenía que tener tiempo para ellas o si no la malvada era yo, y luego la que debía pedir perdón debía ser yo también.
No me quejo. Si he de ser honesta esto de la inmortalidad es como una oportunidad única de redención.
Todos siempre han visto a los vampiros como seres demoníacos con complejo de superioridad que quieren hacer el mal a la humanidad-mejor dicho, exterminar a la humanidad-. Pero no es así para nada, son atlas vivientes. Seres cultos, inteligentes, simpáticos etcétera.
Siempre le estaré eternamente agradecida a Carlisle por haberme aceptado en su maravillosa familia.
- ¿Por qué estas tan tensa?- pregunto Jasper algo molesto por no poder intuir, como lo hacia normalmente la causa de mi tensión. A pesar de que lo único que quería era un poco de paz, me jacté de que el no tenía intensiones de dejar pasar esto. Así que me limite a responderle la verdad, con la esperanza de encontrar consuelo en sus palabras
- Aun sigo pensando en si he hecho lo correcto- le solté en un suspiro
- ¿Te refieres a dejarlas ir con vida?
- No, hablo de si he hecho lo correcto con mi vida- refuté con un poco de indignación en la voz, el sabía que yo jamás mataría a nadie
- ¿En que sentido?-inquirió
- Discúlpame pero no estoy de humor como para explicarte Jass, lo siento- le sonreí como pude, ya que Jasper no era el culpable de mi mal carácter
- No hay problema- sonrió- Además no debo meterme en tus asuntos…Mejor voy a recoger a Alice, se fue con Bella de compras- puso los ojos en blanco- te apuesto lo que sea a que Alice estará de muy mal humor. Ja. Eh tratado de disuadirla de que a Bella no le agrada ir de compras, pero ya la conoces- el brillo en los ojos de Jasper al hablar de su Alice me recordaba a como me miraba Jacob a veces sin que yo me diera cuenta. Esa mirada irradiaba amor, ternura, y me daba un poco de envidia por Alice. Algunas veces parecía no ser conciente de la clase de compañero que tenía. Eso reavivo mi tristeza y Jasper lo noto, por que su rostro se crispó en una expresión de duda extraña- ¿Estas segura de que no quieres hablar?
- No Jass- la verdad si quería pero no creía que Jasper pudiera entenderme- Gracias de todos modos- le sonreí a medias.
- Esta bien ¿Por qué no vienes con migo? Tal ves Alice te comprenda mejor que yo- No, definitivamente Alice no era la indicada para esto. Aun que ella pudiera ser la mas compresiva, alegre, juguetona etc. No podría hablar de esto con ella.
Seguramente Bella podría entenderme mejor. El sonido del celular de Jasper vibrando en el bolsillo de su pantalón me trajo en la cuenta de que tal vez se le estuviera haciendo tarde para buscar a Alice, y yo lo estaba reteniendo. Tomó el celular de su bolsillo y contesto sin siquiera mirar el número.
- Alice. Ya voy- respondió de inmediato antes de que ella pudiera decir algo- Es que Annie necesitaba alguien que oficiara como terapeuta- sonrió irónico. Le dedique un mohín.
- No hay problema Jass. Necesito que vengas con 2 autos- Jasper y yo intercambiamos una mirada de extrañeza.
- Claro ¿Para que 2 autos?- a pesar de su pregunta ambos conocíamos la respuesta. Alice había comprado tantas cosas que sabía que no cabrían en uno solo
- Bella se ha emocionado comprando cosas para Edward, Sin contar lo que yo he comprado para nosotros. Je. Jamás creí que Bella supiera como utilizar una tarjeta de crédito hasta casi agotarle el saldo- admitió sorprendida. Yo reí ante la idea de Bella encerrada en los probadores durante horas mientras Alice le pasaba atuendos para probarse (aun que no fuera el caso). Siempre que se me presentaba esa situación imaginaba los roles invertidos.
- Que bueno Alice. Iremos enseguida-Colgó y se guardo el celular
- ¿Como que iremos?- inquirí enfatizando el plural. Yo quería estar sola
- Hazme ese pequeño favor, no puedo conducir ambos autos yo solo- rió entre dientes- además tendrás la oportunidad de conducir tu regalo de bienvenida. Incluso, si quieres podemos correr una carrerita por la autopista- Maldito sea, sabía que no podría resistirme a una oferta tan tentadora como esa. Cuando Bella aceptó casarse con Edward tuvo que aceptar todos sus regalos. Que le dejara pagar la matricula de Darmunt, el anillo, la tarjeta de crédito negra con poder de compra mundial (jeje), y por supuesto que un par de autos que representara su transición de Bella Swan a Bella Cullen. Ese había sido mi regalo de bienvenida a la familia, Bella me obsequió-aun que a Edward no le agradara la idea- su auto de después. Un flamante Ferrari rojo con 650 caballos de fuerza y aceleración turbo de 1 a 150 kilómetros por hora en menos de 4 segundos. Recuerdo como todos sonreían el verme saltar de la alegría en cuanto vi mi hermoso regalo y enseguida salí disparada del garaje a conducirlo por la carretera. Tuvieron que hablar con J (el falsificador personal de la familia Cullen) para que me hiciera un licencia que certificara que ya tenía edad legar para conducirlo.
Caminamos juntos hasta el garaje para ponernos en marcha hacia el centro. Jass se subió al mercedes sin apartar su fascinada y reverente mirada de mi auto.
- ¿Crees que algún día pueda conducirlo? Nunca antes estuve frente el volante de Ferrari- No, sigue soñando. Hubiera sido mi respuesta automática. Pero Jass era uno de los miembros de la familia con el que mejor relación tenía. No podía decirle que no
- Tal vez, pero hoy no Jass- me subí al auto y ese comodísimo asiento de cuero negro me alcanzar la perfección. Con una inexistente adrenalina corriendo por mis venas aceleré a quinta y salí como una bala hacía la carretera mientras reía como una niña que andaba en bicicleta. Era una total y completa adicta a la velocidad.
Esa melodía tan conocida comenzó a sonar en mi pantalón, alertándome que alguien estaba llamándome. Jass. ¿Ahora que? Me pregunte
- ¿Que pasa Jass?
- Casi te alcanzo- lo oí reír por encima del ronroneo del motor al acelerar hasta quedar con su ventallita a la misma distancia que la mía. Cerró el teléfono y bajó la ventanilla y yo la mía- ¿Aun quieres competir?- pregunto con un tono tan sensual que casi era imposible resistirse
- Claro. ¿Pero que te parece si lo hacemos interesante?- insinué
- ¿Qué apuestas?
- Apuesto a que si llego primero tú tendrás que cómprame otro Ferrari. Je
- Muy bien, pero si yo gano me obsequiaras el tuyo, e incluso me darás las llaves con una sonrisa diciendo “Eres un gran corredor Jasper, aquí esta tu premio bien merecido” ¿Qué dices?- Ja. Sueña con que vas a ganarme. Cuando mi bebe esta en juego ya no hay limites que me detengan-
- Bien. ¡Que gane el mejor!- grité, y acelere casi hasta pasar la palanca del acelerador por fuera del coche. Corrimos por las calles vacías dejando una estela negra de gasolina y neumáticos grabados en el asfalto. Pero al final yo le gane por un par de centímetros de milagro, ya que en un par de ocasiones estuvo apunto de rebasarme pero al final gane. Me baje de un salto reluciendo una sonrisa triunfal mientras Jasper me observaba con una mirada que rebasaba la frustración.
- Que sea negro- Reí, me gruño y luego nos largamos a esperar a las chicas
Jake, Jake, Jake, Jake. Era todo lo que pasaba por mi cabeza cada vez que una pareja cruzaba frente a mí. ¿Dónde estas Jake? A veces desearía que Jacob pudiera leerme la mente así podría aparecerse cada ves que lo necesitara.
En una tienda junto al banco en el que estábamos sentados con Jasper, comenzaron a tocar una canción de lo Jonas Brothers-Hello Beautiful…No pude evitar la melancolía. Esa canción me la cantaba Jacob cuando yo era humana. Y últimamente no podía evitar pensar que tal ves la imprimación de Jake estuviera desapareciendo.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Entre el amor y la verdad- Capitulo 1- Recuerdos

Hola!!! como se habrán dado cuenta soy Annie!!! soy una amante loca por la saga de Stephannie Meyer!!!! Ojala les guste mi Fic

Capitulo 1
Recuerdos

Conocí a Jacob una tarde de enero. En realidad, ya lo conocía, lo había visto muchísimas veces en el hospital, cuando mi madre iba a hacerse su tratamiento, siempre acompañando al doctor Cullen. Pero aquella fue la primera ves que hablé con el.< Cuando me disponía a saltar desde un punte al río helado para suicidarme. Ese día estaba nevando. Yo tenía puesto el vestido blanco que mi madre usaba a mi edad. La brisa helada me cortaba las mejillas y sentía que los dedos de mis pies descalzos se ponían negros. No lo oí llegar, pero cuando voltee ahí estaba Jake, apoyado en un poste de luz junto a mi, vestido tan solo con una camiseta de mangas cortas y unos jeans, también estaba descalzo, pero pude ver que la nieve de sus pies se había derretido. Me miraba con curiosidad, pero pude ver en sus ojos un dejo de preocupación Mi madre estaba muy enferma y apunto de morir, mi padre ya no nos prestaba atención, mi hermano menor se había unido a una pandilla. Parecía que iba a repetir el tercer año, mis amigas me habían traicionado hasta el punto que nadie quería hablar con migo y por un chisme cierto mi novio me dejo.

Me sentía más sola y desolada que nunca. Mi vida había acabado antes de comenzar y mi familia ya no me servía de consuelo

Cuando estaba a punto de saltar Jake se acercó a mí y me pregunto:
>
Flash Back:
- ¿No te parece que no es una buena idea darse un chapuzón en pleno invierno?- pregunto en tono burlón ese chico moreno que tantas veces había visto acompañar al doctor Cullen y a sus hijos adoptivos.
No tenía planeado suicidarme teniendo público a mi alrededor, pero no me importo, no iba a cambiar de idea justo ahora.
Siempre que el pasaba me lo comía con los ojos. Me encantaba mirarlo, por que tenía una belleza extraña, que me resultaba imposible desviar la vista, tenía el cabello negro largo hasta los hombros anudada detrás de la cabeza, unos irresistibles ojos negros profundos como la noche. Era alto, fornido, tenía una voz varonil y ronca altamente sensual.
El se subió a la barandilla del puente junto a mí y tomo mi mano izquierda entre la suya y sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo desde la punta de los congelados dedos de mis pies, hasta la coronilla. Su mano estaba demasiado caliente para estar en ese lugar así vestido.
Clave la vista en el río feroz que esperaba con ansias desgarrarme en sus aguas heladas (me daba vergüenza verlo a la cara).
- No lo hagas Anira- dijo
- ¿Cómo sabes mi nombre?-inquirí asustada. Yo no sabía nada de el ¿Pero el si de mi? ¿Como sabía yo que ese muchacho no era un violador o algo así?
- No pasas desapercibida Anira, eres muy hermosa- sonrió. Lo miré confundida. ¿Que tenía que ver eso con el echo de que el supiera mi nombre?
- ¿Cómo sabes mi nombre?- le inquirí levantando la vos.
- Carlisle me lo dijo. Tranquila, no quiero dañarte, solo no saltes por favor-
- ¿Tu que sabes?-le grite con los ojos repentinamente llenos de lágrimas- Odio mi vida, mi familia esta destruida, nadie me quiere, mi novio me odia. ¡Si muero a nadie le importara!
- A mi si- tiró de mi mano con mucha suavidad hasta acunarme en su pecho en un estrecho abrazo, que me quito el aliento. Acariciando mí cabello con una mano y con la otra sujetándome por la espalda con mucha firmeza. Pero lo que aun me sorprendió mas fue que su piel estaba caliente como una estufa, parecía que tuviera fiebre.
No todos los días cuando uno quiere suicidarse se aparece un extraño encantador y te abrasa pidiéndote que no saltes. No es algo que puedas esperarte
- ¿Por qué te importo?- sollocé contra su camiseta blanca- Ni siquiera me conoces
- Es complicado, ni siquiera yo mismo lo entiendo, pero te prometo que si no saltas, yo te cuidare, te daré una familia, un hogar y amigos que te quieran como tu mereces- susurró agachando su cabeza hasta estar cerca de mi oído (¿No mencione que el chico me sacaba como 2 cabezas?)
- No lo se- susurre-
- Confía en mí- estrechándome aun mas- Vas a estar bien
- ¿Como te llamas?
- Jacob, Jacob Black. Es un placer por fin hablar con tigo Anira Vázquez- rió- Marchémonos, te vas a congelar.
Fin Flash Back: