Team "Todo lo que tenga piernas!"

sábado, 10 de julio de 2010

Seduciendo al enemigo- Capitulo 4

3 días después:


Empecé a sentirme más ligero. Como si nada en el mundo me importara aparte de la clase de Geografía.

La profesora Mallory ya no era la profesora Mallory. Ahora me permitía llamarla Lauren, pero cuando nadie nos escuchara. Y ella me llamaba Seth todo el tiempo.

Era su alumno predilecto a la hora de pedir ayuda para traer muchos libros, o buscar tizas, o mapas.



Una vez estaba en el estacionamiento esperando a que Jacob terminara su sexcapada con Nessie en las regaderas, para ir a la Push cuando Lauren paso junto a mi distraída buscando algo en su bolso. Las llaves se le cayeron al piso y tubo que agacharse.



Tuve que apretar los labios para no gritar lo mucho que me atraía. Ella se dio la vuelta mirándome con gesto malévolo y me dijo:



- Disfrutando de la vista srto Cleawater- tragué en seco



- Seth- le corregí titubeante- y...si, a decir verdad, es una vista preciosa...



...Y por ese motivo cuando entre en clase de Geografía iba mas que animado. Si Lauren había notado como le miraba el trasero y no se había enojado con migo, definitivamente ella sentía algo por mi.



Como ya era costumbre para mí, me senté en la mesa más próxima a la de ella junto a Mandy. Ella aun no había entablado amistad con nadie más q yo y Nessie, incluso se negaba a hablar mas de dos palabras con los chicos... Lauren me lanzó una mirada que juraría era de picardía, pero debieron ser mis hormonas las que me habían engañado. Lauren me detestaba... aunque antes en el aparcamiento... sacudí mi cabeza despejándola, Lauren estaba hablando y yo SIEMPRE atendía a sus palabras.



No sé como ocurrió realmente, no era mi intención aunque…Wow estuvo genial... El casi es que se le escurrió la tiza de los dedos mientas estaba junto a mí explicando a la clase el tema... raídamente me agaché a recogerla para devolvérsela al tiempo que ella también se agachaba. Casi, casi... nos damos un coscorrón con las cabezas, divertidos ambos alzamos la cabeza para reírnos del casi tonto accidente con la mala fortuna de rozaros los labios....



Me frunció el seño, como si me estuviera reprochando el mal comportamiento:



- No es mi culpa que estés amenazando mis hormonas- le susurré mientras se incorporaba y me fulminaba con la mirada- Lo siento, me calló.



- Si, mejor- ella se dio la vuelta rápidamente y empezó a escribir las preguntas para un trabajo practico que debíamos entregar dentro de un semana.



Mandy me paso un papel. No era su costumbre mandarme papelitos entre clases, pero la veía muchos mas libre cuando me escribía que cuando tenía que decir algo. Iba a tener que sacarle provecho a ese detalle.



<< ¿Te gusta la profesora, Seth?>>



Dios, ¿tan obvio era? pero no podía decir nada de esto a un simple humano, no lo comprendería. Así que cogí el papel y le puse una de las más grandes mentiras:



<< No, ¿que dices? Casi me muero del asco cuando nos hemos rozados los labios. Urghhh>>



Miré a Lauren que se encontraba aun de espaldas, pero con la cabeza ligeramente girada hacia mí. ¿Estaba ruborizada? pestañeé un par de veces y volví a mirar. Sí, lo estaba. Sonreí internamente



<< ¿En serio? >> No pude evitar poner una sonrisa de idiota al tenderle la nota pero al verle su ceño fruncido se la volví a quitar y añadí: << que asco ¿no?>>



<> No era raro, Mandy siempre esperaba a que la sala quedase bacía para que los chicos no la empujaran, aun que sabía que nadie lo haría por que yo y mis amigos les dábamos miedo.



Del mismo modo que los chicos de la escuela dejaron de insinuársele a Nessie desde que Jacob y todos nosotros nos cambiamos aquí.



Ella me quito el papel de las manos, borró lo que había escrito y luego agrego <>



Me reprendí a mi mismo por ser tan obvió. Tendría que cambiar mi cara de "Si pudiera te vertería miel por le cuerpo y le limpiaría con la lengua" por una expresión un poco mas común



Para mi alivio no tuve que responderle a aquello, realmente no sabía que responder, pues la sirena sonó y rápidamente recogí mis cosas para salir. Pero Lauren me llamó.



- Seth, puedes venir por favor- me llamo desde su escritorio. Vacile en el umbral de la puerta y me adentre en el salón mientras los chicos se iban y Mandy me dedicaba una mirada de preocupación.



- No te preocupes por mí, nos vemos mas tarde- le asegure. Ella asintió y se fue cerrando la puerta tras ella. Me di la vuelta para encarar a Lauren que se sentó en su escritorio con las piernas cruzadas, y arrojo los brazos hacia atrás para sostener su cuerpo- ¿Que pasa ahora Lauren? No hice nada malo hasta donde se



Ella se mordió el labio, tensándome en el sitio. Ese gesto me excitaba demasiado.



- No, no has hecho nada malo, solo me has besado. - dijo alzando una ceja y mirándome con enojo.



- ¡Yo! Se equivoca Lauren, yo no la bese- ella se ruborizó, inmediatamente se bajo de escritorio y se paro junto a mi. Solo tenía que acercarme un poquito para besarla. Pero ella acercó su rostro hasta mi oído.



- Es una pena, me habría gustado que fuera así. - ronroneó dejándome estupefacto.



No sabía bien que hacer. Tenía su cuerpo muy cerca del mio. Ella apartó su rostro del mio hasta que quedamos a la misma altura.



No quise ser grosero, pero ella me estaba provocando.



- Lauren no llames al lobo si no vas a dejarlo jugar contigo- susurré tratando de sonar sexy



Y entonces hizo algo que me congeló, llevándome al cielo. Me besó. Instintivamente le correspondí sin párame si quiera a pensar si era algún truco, una trampa o qué, mi cuerpo solo era capaz de responder a aquel beso suyo. Sabía tan bien, tan dulce y suave...



Se me ocurrió tentar mi suerte. La sujete de las caderas e hice que quedara contra el escritorio. Para que sintiera mi cuerpo aplastarse contra el suyo.



Ella abrió su boca invitándome a robarme su lengua, y me sentí morir cuando sus manos se afianzaron con más fuerza en mi pelo, atrayendo mi cara aun más cerca de la suya, si es que eso era posible. Entonces ella cruzó las piernas por detrás de mi espalda, arrimándome aun más cerca de su cuerpo de fantasía.



Mi pobre cuerpo, sometido por sus encantos, respondió al beso con una maldita erección que no pude controlar. Ella sonrió contra mi boca, pero rápidamente volví a besarla y a apretarla aun más contra mi.



Si no podía poseerla al menos me limitaría a poder ceñirme lo mas cerca que me fuera posible.



- Eres tan hermosa Lauren- susurré sobre sus labios



- Lo sé. - rió Lauren mordiéndome el lóbulo de mi oreja. ¡Dios esta mujer me volvía loco! en ese momento pegaron a la puerta. Rápidamente me separé de ella y nos pusimos de pie, arreglándonos la ropa.



- ¿Quien es?- pregunto mientras se sentaba tras el escritorio fingiendo que solo estaba hablando con otro estudiante. Y realmente lo hacía muy bien. Yo tome mis cosas y disimulada mente me acomode el pantalón para disimular el bulto en mis pantalones.



- Soy yo Lauren, tengo las evaluaciones de los alumnos. ¿Te apetece reírte un rato?- pregunto el profesor de literatura., que ingreso sin pedir permiso. Me observó a mi y a ella, paseándose de hito en hito hasta que, de manera arrogante asumió que yo no suponía gran amenaza para el. Toda la escuela sabía que el estaba tras ella. Era un hombre pequeño, calvo, con la espalda encorvada, usaba anteojos y si Alice viera como bestia le daría un infarto del horror.



- ¿Interrumpo algo?



- No Jerry, pero de echo el señor Cleawater y yo, ya nos estábamos retirando- el hombre observo a Lauren desilusionado mientras se colocaba el abrigo y nos hacía señas para que saliéramos del salón mientras ella cerraba el curso con llave- Bien, ya me voy. Nos vemos Jerry. Otro día con gusto te acompaño a ver las evaluaciones de los alumnos.



El tipo este se fue refunfuñando, y cuando se perdió de vista acaricie la mano de Lauren y le sonreí.



- ¿Así que el señor Cleawater se tiene que ir? Y ¿A donde si se puede saber profesora Mallory?



- El señor Cleawater a su casa, y la profesora a la suya. Tengo cosas que hacer- me soltó secamente mientras se marchaba



Me quede allí parado mirando atónito, ¿me había corrido como a un perro pulgoso?



Ni hablar, no la dejaría irse sin más. Corrí hacia ella y la detuve por el brazo.



- ¿Qué crees que estas haciendo Lauren? - le pregunté indignado.



- Irme a casa, ¿que piensas? Nos hemos divertido pero ya esta. - Dijo soltándose y sacudiendo su larga y bella melena con aire de orgullo.



- No.



- Como dices? - pregunto volviendo intimidatoriamente.



- Que no te vas a ir. - le aseguré agarrándola por los hombro y empujándola a la clase más cercana cerrando tras mi la puerta. La arrinconé contra la pared y le planté un beso en los labios.



- ¡Suéltame!- murmuró contra mis labios. Me separé un poco para ver que sus ojos me decían lo contrario, entonces su vos se calmó- Llamaré a la policía



- ¿Enserio?- inquirí desafiante



Ella me miró dubitativa.



- Vamos Lauren, no voy a decir nada de esto si es lo que temes. - Le susurré al oído acariciándole el hombro con un dedo y escurriéndole la tira de la camisa por el brazo. Luego le besé el hombro y la mire a los ojos. Ella no dijo nada más, solo me agarró de la cara y la atrajo a la suya para besarme desesperadamente. Con un gruñido la levante, enroscando sus piernas en mi cintura y la tumbé sobre las mesas. La verdad estaba siendo demasiado imprudente, podrían entrar en cualquier momento y pillarnos y ese sería nuestro fin. Así que siendo por primera vez prudente me retiré de ella.



- Creo q la limpiadora apsara por aquí en cuestión de minutos para limpiar el aula...



- Cuando eres sensato pierdes tu encanto- musito mientras le incorporaba para cerrar con seguro la puerta- una de las ventajas de esta escuela mugrosa es que la gente se va temprano para dejar que los limpiadores nocturnos se encarguen de esto- entonces me tiró encima del escritorio y se sentó a horcajadas sobre mi. Curvó los labios en una sonrisa maliciosa en cuanto sintió mi erección presionarla - Mmm, se siente bien.



- Dentro de poco lo sentirás aun mejor- ella sonrió maliciosamente, se recostó sobre mi y empezamos a besarnos otra vez. Solo que ahora me tome unas cuantas libertades con ella. Como por ejemplo meter mis manos por debajo de su blusa y acariciar sus pechos por encima del sostén. Se me izo agua la boca, y me cuerpo ardió en llamas cuando ella gimió de placer, mientras con una mano envolvía la mía para que la apretara mas fuerte, y la otra la deslizaba dentro de mi pantalón, acariciando mi miembro por encima del bóxer.



No pude evitar soltar un gruñido de mi garganta al sentir sus suaves manos acariciarlo. Concentrándome en no rasgarla, le quite la blusa dejándome una genial visión de sus pechos atrapados en ese estorboso sostén de encaje negro. Ella hizo lo suyo con mi camisa entre risas y quedó muda al ver mi torso. Je, estaba claro q no se esperaba que estuviera tan tonificado. "Es lo que tiene ser lobo preciosa”, pensé para mi mismo.



- Guau- exclamo sorprendía, pasando sus manos por mi pecho. Ambas.



Sonreí muy pagado de mi mismo.



- ¡Estas que ardes!



- Gracias, tu también- pero su expresión no era la misma, estaba así como preocupada.



- Ósea, que estas ardiendo. Parece que tienes fiebre- sonreí tratando de disimular, aun no era tiempo de explicarle mi secreto. Y se me ocurrió un chiste para bajar la tensión.



- Es que cierta mujer me esta subiendo la temperatura con sus caricias.



Volví a besarla procurando acallar toda queja que pudiera salir de ellos, y entonces le deshice el sostén y me maraville ante sus perfectos pechos. Sus pezones estaban sonrosados y muy duros. No necesite otra cosa que me indicara que moría por mis caricias.



Los degusté con una devoción casi religiosa.



Pasé mi lengua por uno de ellos y luego lo mordí.



- Hay si- gemía ella, lo que me ponía aun mas frenético de lo que ya estaba.



Comencé a subir mis labios hasta su cuello dejando un camino de mordidas suaves que le hacían reír y gemir al mismo tiempo. Ella comenzó a desabrochar con manos nerviosas mi pantalón a lo que yo respondí con un gruñido y una sonrisa picara deslizando mis manos hasta su minifalda para quitársela por la cabeza, ya que estando sentada a horcajadas era difícil pasársela por las piernas. Nos reímos mucho cuando la falda se atascó en los hombros y yo tiraba de ella sin éxito hasta que al fin se deslizó dejando a Lauren solo con unas finas bragas negras. Ella hizo un sensual puchero y acercó su cara hasta mi oído para susurrar:



- creo que aquí sobra una prenda. - tiró de mis pantalones hasta se deslizó. Con los pies me quité las deportivas y me libre del pantalón.



La agarré de la cintura y la empuje de espaldas contra el escritorio para poder ponerme sobre ella. Se la veía preciosa con el pelo extendido por la superficie del escritorio y su pecho subiendo y bajando rápidamente por la excitación.



Ya la tenía a mi merced, solo tenía que quitarle las bragas y podría hacerla mía...pero...No sabía muy bien como hacerlo. Ósea, si que lo sabía. Había visto la peli porno en la cabeza de Jake más de una vez.



Pero yo no era como ellos, no era un ninfomano sexopata. Yo era un patético niño tratando de darle placer a una mujer sombrosa.



Deje que mis labios llegarán solos hasta su oído y le susurré con vos temblorosa.



- Si te lastimo, por favor, por favor golpéame. No podría soportar la idea de hacerte daño.



- Tu puedes hacerlo Seth, confió en ti pequeño- soltó entre suspiros.



Mas nervioso que confiado, sujete las diminutas bragas y las deslicé por sus cremosas piernas pálidas. Se las separé solo un poco para quedar entre sus piernas. Su calor me llamaba, su humedad me estaba volviendo loco por el deseo.



Solo deje que mi cadera fuera hacia su entrada y entonces...juro que sentí las puertas del cielo abrirse para mí:



- Mmm, que bien se siente- gimió contra mi cuello. Ella me sujeto del trasero (cosa que me divirtió bastante) y me obligo a entrar en su cuerpo con más rapidez. Haciendo que mí miembro entraba y saliera de ella, cada vez más rápido.



Mis brazos se hicieron gelatina, los había expandido a cada lado de su cuerpo para que dejar caer mi peso sobre su cuerpo. Pero entonces, mi resistencia se quebrantó, y ahora solo me sostenían con los codos apoyados, y roge que eso fuera suficiente



Nuestros cuerpos estaban totalmente pegados, notando el pecho de Lauren en el mio, bajando y subiendo frenéticamente. Su boca estaba a la altura de mi oído, haciéndome estremecer con sus suspiros y gemidos. Ella enrolló sus largas piernas al rededor de mi cintura y comenzó a moverse para obtener mas placer, llevándome al cielo con aquel movimiento de caderas. Lauren comenzó a respirar dificultosamente y se quedó quieta. Asustado la mire.



- ¿Ocurre algo?



- Es... solo que... esta tan caliente... que quemas de verdad. Y no te ofendas... pero pesas.- dijo entre jadeos.



No me había dado cuenta que deje caer todo mi peso sobre ella. Rápidamente la volteé para colocarla encima mio, así no la aplastaría y no se abrasaría con mi calor.



- Mejor. - suspiró.



Trate con todas mis fuerzas de sonreír, pero solo pude poner una expresión de placer en cuanto ella comenzó a moverse, alrededor de mi miembro, que la llenaba por completo.



Pero había algo que no entendía. ¿Por que todo se sentía tan apretado? Lauren estaba apretando mi miembro y todo cada vez se ponía mas húmedo y apretado.



Entonces, cuando reprimió un grito de placer comprendí que ella estaba teniendo un orgasmo.



Recordé lo que Jacob hacía cuando Nessie tenía uno. Empecé a arremeterla mas fuerte, a sabiendas de que me correría en cualquier momento, y cuando eso pasó, Lauren tuvo que taparme la boca para que no gritara del placer que estaba experimentando.



Ella se bajó de mí, y se sentó en la silla del escritorio mientras yo seguía tirado sobre este.



- Guau- solté asombrado con la mirada en el pecho- esto es...Ósea...fue como... ¿Que fue?- Lauren se inclino en la silla para besarme y susurró felizmente:



- ¿Primerizo eh? Pues felicidades, acabas de tener tu primer orgasmo- sonrió y empezó a buscar su ropa y la mía.



Me vistió con cuidado, y luego me permitió que yo la vistiera. Aun que lo hice con mucha tristeza.



Pero ella noto mi mirada y me tranquilizo diciendo:



- Tranquilo mi niño, tienes todo el tiempo del mundo para continuar perfeccionándote. Te prometo que esta no será la última vez...









___________________________________________________________



Ok, luego de muchas idas y vueltas pude publicar



jaja



un besote



We love you!!!

1 comentario:

  1. Oh my God!!! Annie!! qué hot hot hot y divertido!! Me encanta! Es genial! super ocurrente...ohhh Seth!! Sí!
    Besos
    T.

    ResponderEliminar