Team "Todo lo que tenga piernas!"

miércoles, 25 de agosto de 2010

Entre la verdad y el amor- Capitulo 20- Y asi, el lobo malo termino rogando por sobras ¿Asi o mas patetico?

Habían sido días difíciles en los que mi manada no paraba de asegurarse de que siguiera vivo. OK, no mi manada, más específicamente Quil y Embry. Ya que Seth, bueno, estaba en alguna parte de Alaska, y Leah estaba planeando mi muerte a la espera de que bajara la guardia para rebanarme la cabeza… o mejor dicho, las cabezas. Aun que, ahora la muerte comenzaba a sonarme como una buena alternativa. Así al menos pondría fin a mi sufrimiento.


Suspire mientras observaba fijamente las betas en la madera del techo de mi diminuto cuarto.

El colchón de doble ancho hacía solo me quedara una separación de 30 centímetros desde la pared hasta la cama. Apenas si podía pasar cuando necesitaba buscar ropa. Aun que debía admitir que, últimamente lo unico escaso no era mi animo. Estos últimos 23 días, 15 minutos y 38 segundos sin Annie había estado mas fuera de control que nunca.

Cada ves que pensaba en ella, entraba en fase y solo pensaba en correr hasta su casa, importándome una mierda los humanos y rogarle de rodillas que me perdonara.

Pero siempre que estaba cerca de cumplirlo, el chupasangre Jasper se aparecía en la divisoria.

“Ella no quiere verte aun, Jacob” El se quedaba allí esperando a que me fuera o saltara sobre el, pero nunca lo hacía. Se lo debía a Alice.

Si, ni si quiera yo podía creer que le debiera tanto a Alice como para no matar al único obstáculo que me separaba de Annie.

El segundo día desde a separación, había llamado como una docena de veces a casa de ella. Pero nunca se ponía al teléfono. Recibí desde peticiones de que secara por parte de mi querida suegra, hasta amenazas de muerte y esterilización del maldito de mi cuñado. Pero extrañamente ni una sola ves contesto Alan.

Ese día, luego de colgar el teléfono y dejar pasar otra hora para llamar, convencido de que mi perseverancia daría frutos, Alice apareció en mi casa. Incluso lo supe antes de que llegara, por el aroma a vampiro que se filtraba y la repentina sensación de frío.

“Jacob” Había dicho ella un segundo después de que abrí la puerta “Deja de llamar a casa de Annie. Ella desconecto el teléfono”

Fue ahí donde alcancé un nuevo nivel de miseria. Ella ni siquiera se había dignado a decirme ella misma que parara.

Ella había rebuscado en su caro bolso de piel negra un objeto mientras yo observaba el asombroso contraste entre su blanquecino brazo de piedra y el negro brillante. Un milisegundo mas tarde ella me había dado un celular de color rojo, apenas más pequeño que la palma de mi mano.

La había mirado con el seño fruncido por el desconcierto y la nariz arrugada por el mal olor. Ella solo había puesto los ojos en blanco.

“No me digas nada. Solo trata de no estrellarlo contra la pared” Entonces, ‘como si pudiera ver el futuro’ ella se dio la vuelta y se marcho dando saltitos como si fuera una bailarina en pleno recital.

Al principio no tenía ni idea de cómo manejar aquel aparato. Casi toda la parte frontal era de una pantalla táctil. Recuerdo que la primera vez que lo toque le deje una mancha blanca a la parte de la pantalla donde decía “menú”.

Estaba apunto de arrojarlo al cesto cuando habían golpeado.

Resulto ser Quil que había venido a visitarme con Claire. Y después de una charla psicológica sobre mi estado de ánimo Claire había reparado en el aparato que aun sostenía en mi mano.

Flash back:

- Jake, ¿desde cuando tienes un iPhone?- Miré a Claire como si acabara de hablarme en alemán. Luego miré el aparato que en efecto, tenía una manzanita plateada a escasos milímetros del borde superior

- ¿Eso es lo que es?- inquirí extrañado. Ese aparato valía incluso mas que mi auto

- ¿Tienes un iPhone? Quien lo diría- una sonrisa irónica se extendió por el rostro de Quil- Sabías que ese pequeño aparatito vale mas que tu pedazo de basura con ruedas. Si lo vendes podrías comprar un auto decente. Ja, ja- Claire fulmino con la mirada a Quil, el cual la observo atónito- ¿Qué?

- Se bueno. A Jake le costo mucho armar ese auto. No debes ser malo o le diré a la tía Emily que te grite- le espetó dedicándole una dura mirada. No supe que era mas gracioso mientras me partía de risa. Que a Quil lo regañara una niña de 9 años que apeas le llegaba a la cintura, o, mejor aun, Que el se sintiera arrepentido de haberse burlado de mi Rabbit

- Mejor hazle caso Quil, no queremos que “tía Emily” te grite ¿no es cierto?- rompí a reír mientras ahora, Claire me miraba a mi con desaprobación y Quil se encogía de hombros avergonzado

- Solo opino. Esa cosa no puede llegar a los 100 kilómetros sin pararse o que el parachoques de desplome.

- ¡Oye! Eso paso solo una ves, y por que lo estuviste pateando antes de que saliéramos.- el se encogió de hombros de nuevo pero ahora con diferencia

- No tenía nada mejor que hacer- se excusó. Claire negó con la cabeza, como si esa actitud pedante de Quil la exasperara. Le dediqué a la niña una mirada de comprensión. Oh, pobre. Tendría que soportarlo por el resto de su vida.

- ¿Quién te lo dio, Jake?

- Una- vacile, ¿Qué se suponía que éramos yo y Alice?- conocida- musite. Claire tomo la mano que envolvía el aparato. Ella lo sujeto en su manito y observo atónita la pantalla

- ¿Que le paso?- inquirió con los ojos bien abiertos señalando la marca de mi dedo en donde decía “menú” Me sonroje un poco de mi torpeza

- No lo se- ella frunció el ceño

- Que clase de tonto apretaría tan fuerte

- Tal ves ya estaba si- intente agachando la mirada. Podía oír a Quil reír por lo bajo

- Si, tal ves- Claire guardo silencio mientras tocaba la pantalla y buscaba cosas en distintas carpetas. La habilidad de Claire era asombrosa. Quil no exageraba todos estos años en los que había dicho que ella era una niña prodigio.

Un par de minutos después Claire me lo tendió y me sonrío.

- Esta usado ¿Quieres que te enseñe como usarlo?

- ¿Tu sabes usarlo?- pregunte asombrado de verdad. ¡Era solo una niña por al amor de Dios! Ella asintió

- Mi prima Sara tiene un igualito y me deja jugar con el, solo que el de ella es mucho mas lindo por que es de color rosa y tiene muchos diamantes pegados- los ojos de Claire se iluminaron ante la perspectiva. Y al caño con la niña que aparentaba mas de sus simples 9 años.

Fin Flash Back:

Con un par de días de enseñanza y varios mas de paciencia y delicadeza, al fin aprendí como recibir y hacer una llamada sin sacar una foto o llamar otro número simultanéamele. También había aprendido como enviar un mensaje de texto y responder uno.

Luego fui aprendiendo las cosas más triviales, como los juegos, entrar en Internet y sacar fotos.

Fue así como descubrí, un día en el que borraba unas carpetas con nueceros de tarjetas de crédito, direcciones, teléfonos y fotos de vestidos y diseños de Alice.

Me preguntaba por que ella guardaría esa información allí cuando los vampiros tenían una excelente memoria.

Pero mientras borraba carpetas con fotos, descubrí algo que me dejo tan asombrado como si hubiera encontrado una carpeta con fotos mías desnudo.

El titulo de ambas carpetas eran muy simples.

“Annie y Yo!!! <3”

Y el segundo.

“Annie, yo y tiendas”

El primero tenía 463 fotos. 122 de Alice con el maldito de Jasper. 300 de Annie y ella, y las restantes 41 eran de distintas tiendas y arreglos florales.

Ella se vía preciosa en todas las fotos. En cada una vestía algo diferente.

En algunas sonreía, otras hacia muecas, se ponía en pose junto con Alice. Señalaba el paseo marítimo. Sentada en la barandilla de un puente justo en un atardecer. Se veía con un ángel.

Mi ángel. Oh, cuanto la extrañaba.

La segunda carpeta, el fondo de la foto, predominaba el interior o exterior de algún centro comercial.

Sonreía. Anne no se veía muy contenta luego de algunas horas de caminata.

Varias fotos la encontraba sentada en una banca con la cabeza hacia atrás. Con los pies en alto. Colgando. En una se estaba sobando la planta del pie derecho.

Se la notaba cansada.

Pero había una que era mi favorita sobre todas las otras.

Annie estaba sentada junto a una fuente con un vestido censillo de color blanco con unas finas franjas verticales grises. Como la extrañaba.

MI niña. Mi pequeña

Me sujete la frente con fuerza tratando de no llorar de frustración ni entrar en fase. Los temblores se extendían por mi cuerpo como la pólvora encendida hacia la dinamita.

El animal en mi me llamaba a que arrasara con todo. A que fuera a por ella y la obligara a perdonarme ¿Me estaría volviendo loco?

No me extraña.

Cada mañana pasaba por lo menos 3 horas mirando las fotos de Annie, luego me iba al taller de chapa a sentarme sobre una cubierta vieja de repuesto a mirar el bosque.

Después me iba a patrullar todo el día mi zona, siempre tratando de acercarme a su casa para un avistamiento, pero no importaba lo mucho que intentara y que perseverara, los chupasangres siempre estaban protegiendo el perímetro.

Rosalie, a regañadientes. La verdad no sabía por que esta allí. Ella era demasiado frívola y egoísta para preocuparse por otros. Tal vez fuera cosa de su compañero, el grandote Emmett. Luego, la espina en mi costado, Jasper y Alice.

Al final, había pasado los últimos días, malditamente consiente de cada segundo sangrante que pasaba sin Annie.

Pero, el día 24, a las 13:10 con 54 segundos fue cuando un rayo de esperanza asomo mi vida.

Vendito fuera Quil.

Había venido corriendo para contarme

- ¡Annie viene al pueblo a hablar, contigo y Sam!

Jojo, ojala les guste
y Gracias tia y Paulaaa
las adoroooo

jueves, 19 de agosto de 2010

Entre la verdad y el amor- Capitulo 19- ¿Que por que soy un imbseil? No lo se. ¿Por que no se lo preguntas a ella?

Jacob Black:


El teléfono se quedo mudo mientras yo seguía sujetándolo contra mi pecho. Hice todo lo que pude por contener las lágrimas, pero estas fueron más fuertes que yo ¿Cómo hace uno para mantenerse en pie cuando tu corazón esta destrozado?

Caí rendido al suelo, llorando, agradeciendo internamente mi soledad. Sentí como si todo se derrumbara a mi alrededor. Cada cosa que había considerado importante ya no era nada.

Maldita sea ¿Cuándo fue que me meé en la estatua de algún dios del odio? O tal ves cabree a algún chaman vudu sin darme cuenta, y ahora pagaba las consecuencias de ello. De cualquier manera, estaba, otra ves, sufriendo por una mujer que era tan importante para mi como respirar.

Si no fuera tan egoísta, si no fuera un pedazo de mierda egoísta le contaría la verdad. Haría que ella me odiara, que me llamara por todos los insultos que supiera hasta que se quedara sin aliento, para luego marcharse… y matarme.

Si, pero por desgracia para ella, yo seguía siendo un “bastardo egoísta” tal y como Annie había dicho con tanta elocuencia.

Mierda, ¿estaba destinado a sufrir por cada mujer que se cruzara en mi camino eso era cosa mía? Ahora, la teoría de la maldición vudu me parecía mas lógica, y menos dolorosa que afrontar el echo de lo que yo, y solo yo, había echo.

Era en estos momentos, cuando tenía ganas de tirarme de los acantilados- aun que sabía de sobra que lo único que lograría sería deformarme todo o a las rocas- cuando mas extrañaba a uno de mis mejores amigos.

Seth Clearwater. Suspire entre sollozos.

Como extrañaba los consejos de Seth, sus palmadas en el hombro. O su fastidiosa costumbre de tener la razón.

“Ósea, si tienes tantos problemas con Annie, solo dile la verdad y entenderá”

Yo había suspirado. Estaba tan cansado de siempre hondar el mismo tema con todos. Al menos Seth, era el, mas o menos amable de todos.

“Ya te lo e explicado muchísimas veces, niño. Annie jamás podría llegar a comprenderlo”

“Tal ves si le das la oportunidad…”

“No, Seth. NO me arriesgare” Luego el había suspirado

“Ok, hermano, no te presionare, solo digo lo que es mejor para ella. Después de todo ella ‘tu imprimación’”

Esas palabras, fueron las ultimas que cruce con el. Luego empezaron las peleas.

No soy perfecto. Eso es más que obvio. Pero no supe que más hacer…

“¡Me importa una mierda si eres el alfa!” había gritado Seth en forma de lobo el ultimo día en el que Seth y yo hablamos “De una u otra forma voy a decirle a Annie la verdad, Jacob. Y no podrás detenerme”

“¡Ya basta! No tienes derecho a entrometerte en mi vida”

“No, pero si tengo el derecho de ayudar a mi amiga”

“‘Amiga’ Si, claro”

“Pues si, soy su amigo y es mi deber ayudarle a abrirle los ojos”

“Tu estas enamorado de ella Seth, y la quieres solo para ti” brame

“¡No es cierto! Annie se merece a alguien que la quiera. Que no le mienta ¡bastardo! Y mañana, no se como, pero te juro que voy a decirle la verdad Jake. ¡Con o sin restricción del alfa!”

“¡No! No, no, no. Tú no vas a hacer nada. Te lo prohíbo”

“Mierda, deja de ser tan hipócrita”

“No, Seth. No te habla Jake, te habla tu alfa Jacob Black, el tátara nieto de Ephraim Black, el último alfa de la manada de nuestra tribu. Y yo te ordeno que te largues del pueblo hasta que se me antoje”

¿Cómo pude ser tan estúpido?

Era oficial, era un imbesil. Un total y competo imbesil hasta la medula.

jueves, 12 de agosto de 2010

Entre la verdad y el amor- capitulo 18 parte 2- Adios

Hey! Paulaaa, que lindo leer tu comentario, me conmueve muchisimo lo que dices. En serio.
Graciaaaaas
Encerioo
Quiero agradecerle a tofdas las que siguen la historia
Son divinas
juju
Y Pues, nada, gracias y una cosilla mas.
Las que hayan visto que en el primer capi decía "Nessie" Fue un pequeño error de imprenta sorry
Ok aki ta el nuevo capi...
Y por cierto, va dedicado para Paula.
-          Además, molestar a un vampiro mil veces más fuerte, ágil y rápido que yo, sería la cumbre del comportamiento estúpido e irracional.
Salí de la habitación con pasos ligeros. Me urgía salir de allí. Ya que, si no veía a Jasper, no me pondría nerviosa. Y podría pensar con mas claridad.
En la sala de estar, sentada en el suelo mirando una repetición de American Idol, estaba mi madre. Fruncí el seño confundida. ¿Qué hacía mama en casa?
-          ¿Mami?- ella volteo a verme y enseguida sonrío
-          ¡Cielo! Buenos días. ¿Quieres que te prepare el desayuno?
La observe detalladamente un segundo, se veía animada. Sobre sus hombros escuálidos descansaba una fina manta de lana. Y vestía una bata de dormir color azul marino y en su cabeza tenía un pañuelo con estampado de leopardo anudado alrededor de su cráneo.
-          Mami- aun no podía creerme que mi mama estuviera allí, sentada viendo televisión como si nada pasara- ¿Qué haces aquí?- su sonrisa se ensancho.
-          Hoy me e mareado un poco- ella se enocogio de hombros para restarle importancia antes de mi ataque de paranoia- Y tu padre me a llevado al hospital. Pero el doctor Stevens renunció. Y conocí al doctor Carlisle Cullen ¡Oh, Cariño! Que hombre mas maravilloso. Es un verdadero encanto, y es muy apuesto- un brillo de picardia destello en los ojos de mi mama, haciendome sonreír. Si supiera- En fin, de todos los doctores que e tenido, el a sido el primero que me a hablado en cristiano y que se a ocupado de hacerme sentir mejor en ves de tratarme como a un semi cadáver. Estoy tan cansada de la lastima, que este conocer a este hombre a sido todo un respiro de aire puro
-          Si, Carlisle es una excelente persona- sonreí. Era todo un santo. Juré que antes de morirme, le haría un monumento a Carlisle “Al vampiro mas decente y bondadoso de todos”
-          Me a dado adrenalina o algo similar. El caso es que estoy llena de energia, como nunca- exclamo estirando los brazos- Y hoy me a suspendido la quimioterapia. Asi que me quedare en casa contigo. Podríamos pintar tu abitacion, o arreglar el jardin- mama suspiro- Le dije a tu padre que las hortensias necesitan sen regadas todos los dias, excepto en invierno por que se congelan. Dios, es que tu padre siempre esta en la inopía
-          Tomatelo con calma, mami. ¿Que tal si solo vemos televisión? No estas como para bailar la macarena mama, lo sabes- le recorde. Ella puso los ojos en blanco.
-          Annie, mi amor. Me siento bien, mejor que nunca. Y quiero aprobecharlo. Por favor, por favor. Solo guardate tus nuevos instintos de responsavilidad por un rato ¿Qué le paso a mi pequeña impulsiva? ¿La que me causaba un dolor de cabeza tras otro?- Murio en cuanto enfermaste, me dije en mi fuero interno. Trate de controlar mi expresión. No quería arruinar el buen humor de mama. En verdad que se veñia muchisimo mejor.- Estaba pensado, cielo. ¿Qué tal si vamos a la Push?
Un nudo se formo en mi garganta y le corazon se me hizo añicos. Mama me obserbo preocupada, por lo que deduje que mi cara debía verse patéticamente triste- ¿Qué pasó, Annie?
Hice un sobre humano esfuerzo por contener las lagrimas, y mantenerme firme, No arruinare el buen humor de mama con mis tonterias.
-          Nada, ayer… pues, solo e peleado con Jake, seguro las cosas se arreglaran- le dedique una falsa sonrisa y me acerque para acariciar su hombro- ¿Quieres que te prepare algo?- cambié rápidamente de tema. Ella lo acept a duras penas.
-          No, gracias. Que tal si yo, que soy la madre- me recordó- ¿Te preparo el desayuno?- negué con al cabeza amablemente. No era que no confiara en Carlisle, o en sus superiores habilidades de doctor. Es que, preferia hacerlo yo misma.
-          No es necesario. No me tardo nada mami.
Estaba de camino a la cocina cuando mama me llamo, en tono bajo. Me di vuelta y la vi dudar, como hubiera algo que no quisiera decirme pero no tuviera mas opción. Suspirando, la incite a hablar
-          ¿Qué ocurre?
-          Pues… mira, si se han peleado…No quiero entrometerme, pero- ella se mordio el labio y medito si debía o no decirme lo que tuviera que decirme. Aun que mas o menos me daba una idea- Jacob ha llamado anoche- lo sabía, pensé con tristura- Tu hermano a atendido. Mira que si no lo obligo no me entero- refunfuño- Y lo ha vuelto a hacer durante toda la mañana, cada una o dos horas. No e cortado la línea solo por lastima. Es que se lo oía realmente preocupado. Le dije que viniera pero el me dijo que no…- guardo silencio unos segundos. Mientras mi corazón se partía en miles de pedazos solo de pensar en Jacob preocupado por mi. Pero no podía olvidar lo que había echo así nada mas. No señor. Un minuto después, ella continuo- Me dije que si era necesario que te suplicara por que lo llamaras ni bien despertaras. Juro que estuve apunto de ir yo misma y obligarte a llamarlo- no tuve tiempo de dijerir lo que me había dicho que el telefono de la sala comenzó a repiquetear- Justo a tiempo
-          Si- me quede esperando dos timbrazos que mama fingió no oír. Meditando si constatar o no. Al final, decidí si hacerlo. Después de todo Jacob era muy terco y seguiría llamando hasta que la compañía de teléfono le cortara el servicio. Camine pesadamente hasta el estridente aparato y los descolgué sin ánimos. En cuanto me lo puse cerca del oído, pude escuchar como Jacob hablaba sin parar.
-          ¡Por Dios! Anne, al fin contestas el maldito teléfono. Me tenías muerto de preocupación. ¿Es que tanto te cuesta devolver una llamada? Estuve toda la mañana llamándote sin parar. No me e despegado del teléfono en toda la noche. Incluso fui a verte pero Sam me dijo que… No importa. Por Dios, Annie. ¿Estas bien? ¿El chupasangre te hizo algún daño? Solo di que respiro cerca de ti sin tu permiso y entones iremos a despedazar al bastardo- su tono ronco y serio dejaba implícito que no era una simple amenaza- ¡Annie! Por el amor de Dios, ¡Di algo! Me siento como un idiota gastando saliva. Aquí esta Billy mirándome como si estuviera loco. Y creo que estoy empezando a enloquecer. ¿Sabes? Enserio, Annie. No tienes excusa para haber salido corriendo por el bosque con un vampiro psicópata rondando. No podemos encontrarlo, ¿Lo sabias? No podemos encontrar a ese bastardo por que siempre hace un maldito truquito que dejaría a David Copperfield como un princípiate.
>> ¡Annie! Por al amor de Dios, di algo. Me siento tan estúpido hablándote y tú sin decir nada. Es como conversar con una pared. ¡Annie..!
-          ¡Jacob! Ya cállate- chillé- Cálmate, estas histérico. Y lo que yo hice…- guarde silencio un segundo, observe como mama fingía no estar escuchando así que comencé a susurrar- Quil me contó lo de Seth bastardo egoísta, así que quiero que sepas que en la vida voy a perdonarte por lo que hiciste. Eres un mentiroso y una mierda. No quiero verte- podría haberle dicho “nunca mas” pero era obvio hasta para el mas idiota que yo amaba demasiado a Jacob, y sin importar lo mucho que quisiera a Seth. Jacob era mi novio después de todo y lo amaba, con su idiotez, su egoísmo, etc.- por aquí hasta que Jasper aleje todos los objetos con los que pueda matarte
-          Amor, lo siento. Pero Seth-
-          Pero Seth, nada. Nada, Jacob Black. Te juro que iría a la Push a matarte pero- “pero te amo demasiado. Y siempre que te veo se me olvida como respirar” Nop, esa no era una buena respuesta- Estoy segura que Billy te echaría de menos, aun que ahora lo dudo, por que se que eres un bastardo egoísta. Y para terminar con esta charlita te informo que estoy bien. No vuelvas a llamar- del otro lado de la línea reino el silencio. Un silencio tan profundo que incluso era capas de oír el sonido de su entrecortada respiración. Entonces, luego de un par de minutos de tratar de controlarse. Un hombre hablo por el teléfono. Su vos era un sonido lastimero y entrecortado. Similar al de una persona que esta apunto de estallar en llanto, pero que trata de hablar disimuladamente. Oírlo así fue como si me clavaran un puñal en el corazón, y este estuviera impregnado de veneno. Un veneno que me corroía y hacía que quisiese pegar alaridos de dolor. Por que de una u otra forma la pena de Jacob me dolía.
-          Esta bien. Solo quería asegurarme que estas bien- intento pronunciar con vos monocorde, pero al final se le quebró. Guardo silencio un segundo tratando de recobrar la compostura y luego hablo- Adiós, cuídate. Y si tiene el menor problema con el chupasangre llámame- soltó anhelante
-          Gracias pero prefiero a Alice. Y ahora, adiós Jacob Black
-          Adiós, Annie. Te amo cielo
-          Si, claro- con un nudo en la garganta estampe el teléfono contra el aparato. Eso había sido tan doloroso, que solo quería gritar y patalear. Correr a la Push y suplicarle que me perdonara era cada vez más tentador. Y por mucho que intentara negarlo, yo no era de las personas capaces de guardar rencor por mucho tiempo.
Suspire y me di la vuelta solo para encontrar la sala vacía. Entonces oí el suave murmullo de una nana en el porche. Era obvio que mama se había esfumado para darme algo de espacio. En verdad aprecie el gesto.
Sin más que dolor y cansancio fui hasta la cocina a prepararme mi desayuno.
Hoy iba a ser un larguísimo día. Y solo estaba empezando
Gracias por leer!!!!
Encerio, este es para ti Paula. Eres grandiosa.
Tankiuuuu
Y comentennn, juju,me saca canas verdes que no comenten

viernes, 6 de agosto de 2010

Entre la verdad y el amor- Capitulo 18- Algo nuevo Parte 1

Todo lo que recuerdo fue la sombra de un ángel espectral desvanecerse, antes de desmayarme.


Desperté en un lugar desconocido. La migraña me había ocasionado pesadillas. Una horribles en las que Jake en forma de lobo luchaba contra uno color arena. Como Jacob gimoteaba de dolor. Su pelaje cobrizo todo manchado de sangre.

Sacudí la cabeza con brusquedad para tratar de despejarme. Gran error. Fue como un maldito martillazo en las sienes.

Abrí un ojo despacio, y observe mi entorno. Todo en mi mente era borroso y confuso. Parecía que alguien hubiera tomado lo sucedido en mi memoria, como si te una hoja impresa se tratase, y la hubiera recordado en tiras desiguales y luego la hubiera vuelto a acomodar desordenadamente.

Muy lentamente, me fui adaptando a la intensa luminosidad.

Me encontraba sobre una cama individual de sabanas azules, y cobertor blanco. Junto a la cama había una ventana abierta, donde alguien había levantado las persianas para dejar entrar la luz del sol

Bajo la ventana había un escritorio de madera, con una caja de cartón rebosarte de libros.

Contra la pared opuesta se encontraba un armario de madera viejo y bastante grande y sobre este un póster de Kings of the Lyon manchado de humedad.

No podía estar en Forks o en la Push. Esa era mi habitación. Pero, ¿Cómo había llegado ahí? Lo último que recordaba era el bosque oscuro a mí alrededor. El miedo, el dolor...

La luz era demasiado intensa. Me lastimaba los ojos.

En la esquina derecha, la luz se reflejaba contra lo que parecía ser algún tipo de espejo de cuerpo entero. Que extraño, ¿Desde cuando yo tenía un espejo ahí? Que recordara, jamás había tenido un espejo.

Me levante de la cama con los ojos entrecerrados, di un par de pasos a ciegas hasta toparme con el escritorio. Hice a un lado la caja, me incline y baje las cortinas.

Toda la luz se esfumo, y la habitación se hundió en las tinieblas.

Me recline sobre el escritorio y suspire aliviada, mientras cerraba los ojos unos minutos, tratando de recordar…

- Ejem- contuve un grito ahogado. No estaba sola. Abrí los ojos de golpe pero aun no me acostumbraba a la oscuridad. Por lo que no pude identificar al emisor de la vos- No te asustes- me aconsejo una vos ronca y grave, aun que también sonaba dulce y melodiosa. De pronto me sentí Mass tranquila, no sabia como, pero los músculos que se contrajeron del susto se relajaron de pronto.

Pestañeé 4 veces tratando de aclarar mi visión. La habitación no estaba tan oscura como yo creía, solo fue un efecto visual, causado por la ausencia de una intensa fuente de luz, de donde se suponía debía estar ese espejo de cuerpo entero. En lugar de eso. En la esquina derecha, sobre un una silla de madera, había un precioso hombre de cabellos dorados y tez nieva sentado. Era el… Jasper.

- Ah- musite asombrada. De todas las personas, o mejor dicho, seres sobre naturales que podría conocer o tener motivos para entrar en mi habitación. Jasper era definitivamente la ultima persona que yo esperaba que estuviera aquí.

Toda la tranquilidad se fue al caño, cuando comprendí la gravedad de la situación. Jasper, estaba en mi habitación. NO estaba soñando.

Y aunque debería temerle, ya que era uno de los vampiros de la familia Cullen, más sensibles a la sangre, y para el que la sed era más dura que para cualquier otro, no puedo hacerlo. Algo en mi interior me decía que no debía temerle. Una desconocida confianza

- Espero que te sientas bien. Aun que ahora te siento mas tranquila- En efecto, era Jasper. No se trataba de una cruel broma de mi subconsciente.

Jasper se mantenía completamente estático en la oscuridad. Como si no quisiera que lo viera claramente.

- ¿Qué haces aquí?

- No lo recuerdas- no era una pregunta- Pues, te encontré en el bosque llorando. Luego te desmayaste y te traje a casa. No te veías bien, axial que me quede contigo- su perfecto y estoico rostro me decía que ocultaba mucho más de lo que en realidad me contaba. Sabía que Jasper no era una persona, o mejor dicho, vampiro muy sociable. Pero incluso ahí su respuesta me pareció un poco baga. Le fruncí el seño al piso de vinilo. Pero de todos modos me quede muy “en el molde” como diría mi mama.

- Pues eso suena bien- Oh, genial. ¿Así o más falso, Anira? Mierda, tengo que ser mas convincente.

Jasper se incorporo. Como un felino al acecho. La imagen me causo escalofríos, haciéndome dar un pequeño paso hacia atrás.

- Lo lamento. Se que no estas acostumbrada a mi presencia. Tratare de ser lo mas cauteloso que me sea posible.

- ¿Cauteloso?

- Tu aroma esta impregnado por todo el lugar. El olor de tu sangre no es tan atractivo como otros, pero de todas formas. Aun es sangre- trague en seco. Estaba atrapada con un vampiro sediento… Genial.- No temas. Te doy mi palabra de caballero, que no te haré daño.

- Esta bien… ¿Qué haces aquí?

- Pues, ayer te veías muy enfadada. Jacob llamó para asegurarse de que estabas bien

- Bien- admití desanimada. La verdad el nombre de Jacob era como una punzada contante en el corazón. Un cuchillo enterrado profundamente en mi espalda.

- Lo siento, no pretendía incomodarte

- No, esta bien, Jasper. Estoy bien- musite. Me incorpore con dificultad, aun sin mirarlo y me encamine hacia la puerta- vuelvo en un segundo

Jasper asintió, y entonces salí de allí. Necesitaba aclarar mi cabeza. Tenía tantas imágenes confusas. No sabía si eran ciertas, si las había soñado, si era un recuerdo.

Estaba asustada, confundida, y más triste de lo que jamás había estado.

Me mire al espejo dubitativa. La mujer que me observaba le era completamente ajena.

- No se que hacer.- me incline sobre le lavabo, esperando que el agua fría aclarara mis ideas.

El frescor alivio ligeramente el dolor palpitante en mis sienes, lo suficiente como para pensar un segundo con claridad.

No podía seguirlo negando.

Jacob había echado a Seth, su mejor amigo, su hermano. De su propio hogar, solo por faltarle el respeto.

¿Que clase de tontería era esa?

¿Que podría haberle dicho Seth que hiciera a Jacob molestarse tanto?

Me quede parada en mi sitio cunado una imagen paso velozmente por mi cerebro.

La imagen de un ángel de tez nívea que me observaba, sentado en un sillón color gris y rojo. Mirándome, con expresión estoica, y con unos ojos rojos como la sangre, cargados de tristeza.

Jasper...

¿Que hacia Jasper en el sillón de mi sala?

Más imágenes aparecieron.

Vi una mano muy parecida a la mía, sosteniendo un trapo blanco manchado de sangre, cerca de rostro de Jasper...

Todo el estaba cubierto de sangre.

Cada ves que lo tocaba que el paño me dedicaba una mirada de tristeza y decepción que se escabullía sobre su mascara inexpresiva.

- Dios- exclame sin aire. ¿Que rayos había pasado ayer?

Entonces, todo vino a mí

Fue rápido, como un relámpago atravesando el cielo tormentoso.

Jasper me confesaba haber bebido la sangre de un humano. El me había llevado a casa, me había cuidado.

Cuando desperté, el estaba sentado frente a mi, mirándome estoicamente.

Se veía espeluznante, todo cubierto de sangre con ese brillo escarlata en sus ojos habitualmente dorados.

El no quiso ir a su casa. No me dijo por que. Solo repetía que quería asegurarse de que estaba bien

Recordé como limpie cuidadosamente la sangre de su cuerpo. Le había prestado una de las camisas de mi padre mientras lavaba su ropa...

Todo lo demás... me costaba recordarlo, pero sabía que había más. Todo se veía como si fuera una película con mala recepción.

Corrí hasta mi cuarto, importándome más bien poco si había alguien dormido.

Ahí estaba el, parado exactamente en la misma posición en la que lo deje. Bestia la ropa que yo recordaba, solo que ahora estaba limpia.

Se mantenía en la oscuridad, para que no viera su rostro.

- Jasper- me acerque un paso a el- ¿que paso ayer?

Se alejó la misma distancia que yo me acerqué, y su cuerpo entero se tensó en la oscuridad.

- No creo que sea algo que quieras saber -murmuró con la voz taciturna y un tono sombrío.

- Pruébame- lo desafíe, acercándome otro paso. Creí que se alejaría de nuevo, pero en lugar de eso se quedo quieto, dudando.

Suspiró profundamente y me miró por un segundo largo.

Finalmente bufó frustrado y dio un paso adelante, adentrándose en la tenue luz de la lámpara.

- Esto fue lo que sucedió -susurró mirándome fijamente a los ojos.

El aire se escapo de mis pulmones en un jadeo. Era cierto. Jasper si había bebido de un humano...

Entonces recordé donde lo vi ayer. En terreno Quileute. Significaba que...

- Jasper, -susurre entre cortadamente- ¿Tu mataste... a algún... Quileute?- No podía dejarlo morir. No sabía por que. Simplemente no podía. El rostro de Jasper se volvió sombrío

- ¿Acaso hay alguna diferencia?

- Si que la hay. Si mataste a un Quileute en su territorio. ¡Ellos te mataran, Jasper! ¡No podré detenerlos, Jasper! Debes decirme exactamente que paso- mi vos sonó una octava mas alta. Un remanso de paz me atravesó. Haciendo que me calmara solo superficialmente

- ¿Eso es lo que te preocupa? Acabas de notar que maté a un humano, y no sientes... ¿miedo?

- ¡Por ti! ¡El o ella ya esta muerto! Pero tu no, y no quiero que nada te pase- le asegure. Contra toda lógica me acerque un paso, y estire mi mano para rosar su brazo, gélido. El se encogió ante mi tacto, pero no se aparto. Le hice una pequeña caricia antes de mirarlo a los ojos de nuevo- Jasper, no quiero que nada te suceda. Eres una buena persona, además piensa en Alice, ¿Que hará ella sin ti?

- ¿Una buena persona? -escupió entre dientes con la mirada clavada en la mía, como si intentara asegurarse de que percibiera con claridad el antinatural carmesí- ¿Por qué crees que me estoy escondiendo? ¿Tienes alguna idea de lo que le haría a Alice verme de esta forma?

- ¡Alice te ama! ella jamás te juzgaría. Créeme -soltó una mueca de dolor tan intensa que pensé que se derrumbaría en pedazos ante mí.

Dio un paso atrás y volvió a la oscuridad

A donde parecía que pertenecía con esos ojos tan brillantes y acongojados.

No podía forzarlo, ya de por si, que me hubiera dejado acercarme a el, era un enorme progreso en una relación de dos personas… o mejor dicho, vampiro/humano que nunca se trataron formalmente.

Debía darle espacio a Jasper.

Me aparte otro paso de el. Me esforcé todo lo que pude por no sentir miedo, solo confianza. Eso parecía ponerlo entre cómodo y nervioso. Como si nadie nunca hubiera confiado en el. Que extraño.

- Pues, iré abajo. Llamare a Alice…

- No es necesario.

- Pero, Alice debe estar preocupada por ti- exclame, sin embargo, Jasper continuo firme

- No te preocupes, Alice sabe que estoy bien.

- Ok- suspiré- Pues- el estomago me gruño, observe a Jasper apenada

- Ve a desayunar- asentí. Cualquier escusa para escaparme me venia bien. No por que tuviera en verdad mucha hambre. Sino por que Jasper se veía de tipo que prefiere pegarse un tiro en el hombro antes que tener una larga y profunda conversación sobre sus sentimientos.

Ya luego hablaría con Alice, para informarle de todo… y, aun que estuviera mortalmente molesta, también llamaría… a Jacob. Además, de esa manera lo mantendría lejos de la casa y de cualquier objeto punzante que pueda arrojarle y mas tarde arrepentirme.

Ok, lamento la tardanzaaaa buaaa
espero sepan tenerme pasiencia.
Un enorme gracia a Naty que me ayudo a terminar e interpreto brevemente a Jasper. Dios Natt! te amoooo
Ojala les haya gustado, y va dedicado a Mika! que parece que es la unica que sigue leyendo por que nadie dice nada ni comenta ¬¬ jajaja. No, es broma. Pues, Mika es para ti. Gracias por leer.
Byeee

lunes, 2 de agosto de 2010

Algo...

Pues, no se me ocurrio un nombre para esto asi que solo es algo... Ojala les guste
Pasamos en la vida, acumulando cosas. A veces sin darnos cuenta, otras tantas, si.

No solemos detenernos a observar una estrella, a oler una rosa, o a beber agua de un poso. Solo seguimos en el mismo sitio vegetando, creciendo, acumulando y existiendo. Limitándonos a estar y luego desaparecer. A volvernos mayores, poniendo cifras y apariencias como lo mas importante.
Y de repente y sin darnos cuenta, nos topamos con un hombrecito de cabellos dorados que viene de un planeta no más grande una casa. Con tres volcanes, uno de ellos inactivo, un montón de flores que nacen en la mañana y mueren durante la noche. Y una rosa. No dejes de prestarle importancia a ese hombrecito. Déjense domesticar.
Es en ese momento en el que debemos darnos cuenta que todo lo que uno toca, todo lo que uno conoce y en las personas en la que dejamos una huella, son todos los que domesticamos, y sin darnos cuenta, nuevamente, nos dejamos domesticar.
Que sepan que no tiene nada de malo, aun que ello conlleve unas cuantas lagrimas.
Que todo aquello que nos llegue al alma, a lo mas recóndito del corazón, es enteramente nuestro y nada nos lo puede arrebatan.
Por que en el momento en el que nos dejamos domesticar, pasamos a ser una rosa, una estrella única en el universo.