Team "Todo lo que tenga piernas!"

jueves, 28 de enero de 2010

Entre la verdad y el amor- Capítulo 14- Océano

Chika Chikas!!!! ojla les guste este capi!!!
las cosas se estan poniendo peliagudas, se supone que tengo que estudiar asiq ue probablemente me asuente un par de días y no haya publicaciones!!
jeje lo siento pero el ocio es el ocio, y el deber es el deber!!!
ya quisiera que el osio fuera mi deber y el deber unas menudencia
ajjaja
OK me largo!!!
Bye BYE!!!

Jacob Black.
¡Maldita sanguijuela! Juro que cuando la atrape le arrancaré miembro por miembro de manera lenta y dolorosa.
-         Tranquilo, Jacob. Ella esta bien y eso es lo único que importa- la vos de Edward se perdió con el viento tras su carera, pero a pesar de que pude escucharlo perfectamente no le di importancia. Iba a matar a ese mal nacido.
Si, claro. Bufe sarcásticamente. Un vampiro desconocido entró en el cuarto de mi novia con el propósito incumplido de matarla y, de paso, dejarle una nota  amenazante. Nada de que preocuparse. ¿Por qué no mejor dejas de hablar estupideces y te concentras en buscar al chupasangre?
-         No puedo encontrarlo. Su efluvio es muy débil por esta parte. Como si hubiera borrado el rastro. Pero si te…
No. Le corté secamente. Ya sabía que quería. Que me fuera a casa por que la psíquica no podía ver nada si habían licántropos de por medio. Pero no me iba a dejar convencer tan fácil. Quería tener el placer de hacer trisas al tipejo, pero sin quemarlo, dejaría que su cuerpo se armara otra vez para poder asesinarlo de nuevo, y así una y otra vez hasta que me aburriera y le prendiera fuego a los pedazos.
-         Enternecedores tus pensamientos, Jacob- admitió sarcásticamente. No le di importancia y aumente la velocidad.
El y yo corríamos a varios metros de distancia, el olor de los vampiros me quemaba la nariz con más intensidad en mi forma lobuna que cuando era un hombre, lo que no quitaba el hecho de que, de las 2 maneras me resultara asqueroso.
Corrimos por varias horas. Quil y Embry estaban a mis flancos y Seth Cleawater estaba detrás de nosotros. Los 3 lobos estaban concentrados en rastrear y no me dedicaron la palabra por que sabía que mi estado de animo, en ese preciso momento no era justamente un delicia. Leah estaba en la Push acompañando a Annie en casa con Billy y Sue.
Edward corría a 20 metros en paralelo de nosotros con sus 2 hermanos, Jasper y Emmett.
Jasper no había parado de objetar acerca de la presencia de nosotros. Decía que sería mucho más fácil encontrar al tipo si no interviniéramos. Pero no pensaba quedarme atrás en ese asunto. Edward bufo y puso los ojos en blanco.
-         Serás terco, Jacob- le gruñí y acabamos la conversación. Todos nos pusimos a rastrear al maldito, pero no encontramos nada. Había empezado a llover y el rastro, de por si escaso, se izo aun mas débil. Solté una sarta de blasfemias, pero sin embargo no me rendí. Tenía que encontrarlo, o si no… No podía ni siquiera pensar en la posibilidad. Annie era todo lo que me quedaba, y no podía perderla. Ella merecía una familia, alguien que la amara, y que cuidara de ella. No podía negarle eso. Yo quería darle todo eso y mas, mucho mas. Y ninguna sanguijuela me la arrebataría de las manos.
-                     No vamos a encontrarlo, Jacob ¿Por qué mejor no vuelves a casa? Te mantendremos informado si algo pasa.
Bufe a causa de la frustración. No me gustaba nada la idea de que aquel tipejo andará suelto Bien, pero más te vale que me mantengas informado, chupasangre.
-         Creía que ya habíamos pasado la etapa de los insultos, chucho
Bah.
Corrí con Embry y Quil a mis flancos. Nos metimos por el bosque cercano a mi casa y entramos por el patio trasero. Le había ordenado a Seth que volviera a su casa a descansar. Ese chico era demasiado joven para convertirse en un noctámbulo obligado.
Desde fuera de la pequeña casa color mate podía escuchar los latidos de 2 corazones humanos, uno más tranquilo que el otro. La ausencia de un tercer corazón, que técnicamente debía ser el de Leah, no llego siquiera a molestarme. Que ignorara una orden era el problema número 81 en mi lista.
Adiós, Jake. Estamos para apoyarte hermano. Pensaron Quil y Embry al unísono.
Yo también. Pensó Seth, que ya estaba por salir de fase para entrar en su casa.
Gracias hermanos. Si pasa algo les avisaré.
Bien, pero no cometas una estupidez de las tuyas, Jake. No olvides que las actuaciones en solitario no se te dan bien. Seth empezó a recordar la vez que quería ir a por los Cullen, luego de que Bella se casó con Edward y la preocupación que sintió por mi seguridad.
Ahórratelo, chico. Annie me repite el sermón de la seguridad todo el tiempo. No se preocupen, si surge algo les avisaré. Nos vemos. Me adentré por el jardín trasero de nuestra pequeña casa y salí de fase. Me puse los roídos pantalones y entré por la puerta trasera con una con muy mala cara. Billy se acercó hasta mí para saludarme y seguramente preguntarme si habíamos atrapado al tipo, pero algo en mi seño fruncido le advirtió que no era una buena idea, y solo se limitó a hacerme un gesto con la mano.
Tipo listo.
-         Hola, Jake- me saludo desde su posición junto al refrigerador. Tenía 2 latas de coca cola en el regazo. Intuí que la segunda sería para Anne. Asentí a modo de saludo mientras me limpiaba los pies enlodados. En ese momento la lluvia empezó a repiquetear en el tejado.
-         ¿Y Leah?- inquirí con sequedad
-         Sue llamó, quería que fuera a encargarse de algo. No me dijo que, pero me aseguró de que no era nada serio- me aseguró con esa cara suya, toda arrugada que demostraba serenidad.
-                     ¿Y Annie?
-                     Esta recostada en el sofá, viendo televisión- dijo sonriente.
-                     Son mas de las 3 a.m.- le espeté en tono de reproche
-                     Ella quería esperarte para reprocharte que eres un exagerado- la sonrisa de Billy se ensanchó aun mas.
-                     ¿Y tú que le dijiste?
-                     Que no estabas exagerando y que todo esto era un asunto serio- asentí levemente y el a mi. Me fui para el diminuto salón donde la TV yacía encendida y alguien respiraba tranquilamente en el sofá aun más diminuto. Me acerqué por el respaldo con suavidad y me encontré con una pequeña criatura dormida en posición fetal, que se abrazaba las piernas y escondía su carita serena entre las rodillas.
La imagen me enterneció, y me provocó una sonrisa. Pero al mismo tiempo me trajo malos recuerdos, recuerdos de rostros angelicales placidamente dormidos.
Sacudí la cabeza con brusquedad, tratando de eliminar esas dañinas imágenes de mi cerebro.
Me recliné sobre el sofá y tome el delicado cuerpo de mi pequeña en brazos, y la lleve hasta mi habitación. Abría la puerta con una mano e ingresé procurando no producir el menor sonido, depositándola en la cama con delicadeza. Cerré la puerta casi por completo evitando hacer cualquier cosa que la despertara, pero parecía que no había sido suficiente por que ella se removió entre mis brazos en cuanto la deje en la cama.
Abrió los ojos despacio, parpadeando un par de veces para acostumbrarse a la oscuridad, y en cuanto reconoció mi figura sonrió.
-                     Hola, exagerado- me saludo estirándose entre las sabanas desordenadas de mi cama.
-                     Hola, inconciente- musité tratando de sonar un poco mas dulce, y ella se dio cuenta de que estaba fingiendo. Dio unas palmaditas junto a ella. Cerré la puerta completamente con el pie y me recosté a su lado. Ella sonrió otra vez y pude ver un dejo de alivio en sus ojos - ¿Esta preocupada?
-                     Me preocupaba por ti, tontito- su voz sonaba delicada como el repiqueteo de una campanilla. Me dio un suave beso en la nariz y suspiro. Se la veía tan alegre, y no pude evitar contagiarme su alegría. Mis brazos envolvieron su cuerpo, tenía la intención de fundirla en mi pecho, y así poder llevármela a todos lados y así asegurarme de que nadie podría lastimarla. Descarte esas ideas estúpidas y me concentré en el olor de su pelo. Un olor como de flores silvestres, era tan relajante. Ya ni siquiera olía al desinfectante o a vampiro ni a ponzoña. Solo un dulce olor humano, de una dulce humana.- Te amo, Jacob.
-                     Yo también, Anne.
-                     Entonces… ¿Atraparon al tipo?- Tranquilo, Jake. Ella no tiene la culpa ¡No le gruñas maldición! Respiré hondo y tarde un poco en responder, pero ella me corto cambiando de tema. Hablaba rápido y se la oía nerviosa, y fue fácil adivinar el por que.
¿Que pasaría si un vampiro psicópata te persiguiera?
Claro, no es lo mismo por que yo me pondría loco de la alegría. Nada mejor para curar el mal humor que acecinar a una sangujuela. Mejor que un antidepresivo o cualquier fármaco para el ánimo. Ahora si uno es humano la cosa cambia.
No es lo mismo ser un humano frágil, que un lobo pasado en esteroides adicto a matar monstruos mal olientes.
-                     Pues Leah, no ha parado de preguntarme por mis padres y sobre el imbesil de Jackson y si ya me había cansado de “mis amigos las apestosas sanguijuelas Cullen”- soltó una risilla nerviosa y continuo hablando a esa velocidad supersónica suya- Y no se, me a dado su ropa aun que e insistido que podría estar en pijamas, pero no me dio tregua. Le pidió a Billy que cerrase los ojos y me arranco mi lindo pijama. Y me puso esto que vez aquí- señalando unos pantalones de chándal grises gastados y una camiseta de tiras blanca- el pantalón es de Seth, me queda enorme. Durante la tarde no he parado de darme tropezones. También Leah ha llamado a mis padres y les ha dicho que dormiré en su casa por unos días. A mi padre no le gusto anda la idea por que sabes que esta de vacaciones y, según el “quiere pasar tiempo con sus hijos” Traducción: No quiere tener que cocinarse y limpiarse el mismo. Estuvo a punto de soltarle una sarta de tonterías a Leah pero ella le cortó y dijo un “No se preocupe, esta en buenas manos”. Por una parte me alegro.
>> ¡Vacaciones de mi esclavitud! Pero por otro, no se, creo que debería estar en casa para cuidar de mi madre y de que los hombres no incendien la casa tratando de freírse un huevo, o salvarlos de morir ahogados por que una aceituna del delívery se les atore en la garganta.
>>Al fin y al cavo es mi obligación.
>> Y hablando de obligaciones, Leah también me ha contado que hace 3 días que no duermes. No esta bien, deberías descansar. No por que descanses un poco se empezará a caer el cielo. Y otra cosa- le corté con un pequeño beso.
-         Luego de eso de “mis amigos las apestosas sanguijuelas Cullen” lo único que oí fue un zumbido y puro blablabla- parecía que su discurso planeaba seguir por mucho más. Ella me miró con gesto de reproche pero luego se suavizo y sonrió. Se acurrucó en mi pecho y suspiró. Ambos nos acomodamos mejor sobre las almohadas.
-         ¿Hoy si puedes quedarte a dormir? Si no, por favor miénteme- solté una sirilla entre dientes
-                     Si, me quedaré. Y no te preocupes, no es mentira- la conversación finalizó en cuanto Annie acabó por relajarse y susurrarme lo mucho que me quería suponiendo que no la escucharía.
Yo tarde más en conciliar el sueño. Estaba atrapado en una encrucijada pero no sabía en que me estaba metiendo.
Me sentía igual que un nadador que se aventura en el océano de tinta espesa en medio de una tormenta, y que todo estaba infestado de tiburones, pero a pesar del miedo, el nadador continúa adentrándose en la tormenta y en el peligro, por que tiene una corazonada. Por que supone que tal ves en la otra orilla todo este mejor.
Pero con la diferencia que yo sabía que no existía la otra orilla ni tampoco una posibilidad de volver atrás. Que solo había tinta y más tinta. Más y más dolor.
Tener a Annie entre mis brazos me daba fuerzas para seguir, por que su presencia mitigaba mi dolor, pero ¿Podría alguna vez llegar a desaparecerlo? Este océano se extendía ante mí, y no sabía como encararlo. Por que todo era negro y confuso. Y además de todo era espeso y baboso como pegamento.
Mi pequeña se movió entre mis brazos y suspiró.
-                     Jake- suspiró entre sueños.
-                     Aquí estoy Annie. Siempre estaré aquí para ti- ella volvió a suspirar y repitió mi nombre. Se acurrucó contra mi y siguió durmiendo placidamente, feliz y en paz como debía ser.
Cerré los ojos, no sin mirarla por última vez. Se la veía dulce y alegre con una expresión suavizada.
En su rostro se amontonaban unos cuantos mechones de cabellos. Le había crecido bastante y ahora le llegaba hasta la barbilla. Me gustaría que se lo dejara crecer para ver como le quedaría.
Acabé frito en menos de un instante, con ella entre mis brazos.
Por un momento, solo uno muy pequeño, pude aspirar un poco de paz. En vez de luchar por avanzar en el océano, solo me deje flotar, y que mis problemas se los llevará la corriente. Aun que sabía que me los traería de vuelta en un parpadeo.
Solo flote, y disfruté de la paz que me transmitía tener a mi pequeño remanso de alegría seguro entre mis brazos.

martes, 26 de enero de 2010

Carta para nuestra querida Vii de Annie y Kathe

Querida Vii:


Queremos que sepas que, nosotras igual que muchas otras te apoyamos en todo, y si tus amigos votaron porti, no tienes por que darte por vencida por un anonimod, sin mas da;os que perjudicarte.
Es cierto Honey, a ti que rayos te importa un par de tontas sin el menor apise de talento puedan decirte?
Tu eres una persona increible, y como menciono Kathe no tienes que darte por vencida por un simple anónimo.
Nosotras estamos con tigo, y te apoyaremos siempre
Asi que, mejor has esos comentarios a un lado y tomalo como una simple piedrita en el camino y no te derrumbes por eso, son cosas que hay que superar y no darse por vencido por eso.
Cierto: "Puede que el viento sople fuerte, pero la montaña nunca cederá"
Espero que entiendas este pequeño versito,jeje.
Recuerda Vii, nosotras, todas nosotras somos tus amigas, y todas te queremos por igual, tanto las que te ven todos los dias, como las que te mandamos apoyo por el chat.
Nunca dudes de nosotras Vii, pero que siempre estaremos para ti. Para apoyarte, y para darte animos, para felicitarte y para llorar contigo en los malos momentos.
Nosotras siempre estaremos en la buenas y en las malas contigo, asi que sabras que como nosotras muchas mas te apoyaran,
Siempre cuenta con nosotras lobita.
Te quiero
Teamoo Zonzaa
Nosotras: Annie y Kathe


lunes, 25 de enero de 2010

Entre la verdad y el amor- Capítulo 13- sin rumbo


Me quede allí plantada del miedo, sin poder mover un músculo, a pesar de que mis instintos me gritaban “¡Corre! Grita ¡Huye!”
Y pasaron los segundos, y la nota seguía en mi mano, hasta que unas manos frías como el invierno, me sujetaron por los hombros y me arrastraron hacía atrás.
Solté el aire de golpe al sentir mi espalda chocar contra una dura pared de granito y entonces alguien susurró casi inaudible a mi espalda:
-         Shh, tranquila. Soy yo, Emmet. Alguien ha entrado en tu casa, pero no te preocupes, Edward te llevara a casa mientras Jasper y yo rastreamos al tipo- me di la vuelta en menos de un segundo, con el corazón en la boca y entonces vi que era cierto. Emmet estaba acuclillado en mi ventana con sus enormes brazos alrededor de mi cuerpo, sosteniéndome con fijeza contra su pecho. Una sonrisa maliciosa surcaba su rostro. Se lo notaba emocionado por iniciar la casería.
Entonces me levanto en vilo y me colocó junto a el en el marco de la ventana.
-         No te asustes, Edward te atrapará-
-         ¿¡Que!? ¿Estas loco? Para eso esta la puerta ¡Suéltame!- espeté removiéndome inútilmente entre sus brazos tratando de liberarme.
-                     Si lo hiciéramos por la puerta no sería tan divertido- dicho esto me empujo por la ventana, y caí al piso, aterrizando en los fuertes y helados brazos de Edward.
-                     ¡Edward bájame! Esto no es necesario, estoy bien- pero el hizo caso omiso a mis palabras, y me deposito en el reconfortante asiento trasero del Volvo y el se acomodo en el del conductor- Esto es ridículo, tanto escándalo por un miserable papelito- el motor del coche ronroneo en lo que el aceleraba para ir de camino hasta la mansión Cullen. Silenciosamente conté los minutos hasta que al fin habló con un tono sombrío y una tranquilidad forzada y tan rápido que tuve que hacer un gran esfuerzo por no perderme nada.
-                     Esta mañana, Alice ha tenido una visión acerca de tu futuro. Te vio dormida en tu cuarto y a un hombre inclinado sobre ti, lamiéndote el cuello, uno de los nuestros- los ojos se me dilataron de la sorpresa. Si era verdad que había entrado un vampiro a mi habitación ¿Por qué no me había matado, en lugar de solo dejarme una nota amenazante?
-                     Aun no lo sabemos. Creemos que tal vez sea algún rastreador que cree que encontró una presa interesante. El quid de la cuestión es que, este desconocido estuvo apunto de morderte, pero algo lo detuvo y no sabemos bien que es lo que fue, pero el, salió pitando un par de segundos antes de que despertaras- estaba abrumada, y aun mas aterrada que antes. Entonces pensé…Jacob
-                     Le hemos llamado pero no contestó nadie. Bella y Esme fueron a buscarlo fueron a buscarlo.
>>Carlisle esta en casa esperándonos. Quiere cerciorarse de que el intruso no te hizo daño.
-                     Pero estoy bien- le aseguré
-                     Eso no lo sabes con certeza- si lo sabía. Físicamente estaba bien, pero en lo que concierne al subconsciente, no tanto. Primero el sueño aterrador, luego la nota de “Encuéntrala” en mi habitación, y ahora resulta que un vampiro estuvo en mi casa…
-                     ¡Oh, no! Mi familia sigue dentro de la casa, que pasa si el tipo vuelve a buscarme y-grite completamente histérica, el negó con la cabeza, y entonces vi su rostro por el retrovisor. Estaba molesto. Tenía el ceño fruncido de forma pronunciada, hasta que sus cejas casi se tocaron entre sí, y las manos como garfios alrededor del volante.
-                     Tus padres salieron al hospital temprano por la mañana, y tu hermano se fue con uno de sus amigos- me recosté completamente consternada. Un vampiro había entrado en mi casa y podría haber herido a mi familia, y yo estaba como una inútil, tirada en la cama, teniendo pesadillas. Tuve que abrasarme todo el cuerpo con los brazos, y apretar los labios y los parados para tratar de detener los sollozos. Podría haberles pasado algo malo y yo no podría haber echo nada.
En una parada de semáforo, en lo que un camión de carga cruzaba frente al auto, Edward inclinó su cuerpo hacia atrás para acariciarme la cabeza con una de sus manos. Lo miré, y su expresión ya no era severa, se veía muy dulce ahí consolándome.
-                     No te preocupes, tu familia esta bien al igual que tu. Pronto llegaremos y veras que aclararemos todo este lío, te lo prometo- se me escapó una sonrisita amarga, cuya alegría no me llego a los ojos, pero de todos modos Edward no pudo notarlo por que aun tenía la cabeza escondida.
Llegamos a la casa de Carlisle, y el confirmó mis sospechas. No tenía el más mínimo rasguño, a excepción de los restos de la ponzoña que habían quedado en mi cuello, los que Carlisle insistió en erradicar.
El interpelado me llevo hasta su despacho. Me sentó en su enorme escritorio de madera, y de este último extrajo unos objetos del primer cajón. Un frasco de agua oxigenada, desinfectante, y algodón. Con ese tono tan paternal propiamente suyo, me pido que reclinara el cuello un poco mientras deslizaba el algodón húmedo por mi yugular haciendo el mayor esfuerzo por no tocarme, aun que sentía su piel helada enfriando el algodón.
-                     Te lo estas tomando con mucha calma. Cualquier persona normal estaría histérica- admitió sonriente una vez que acabó.
-                     No estoy muerta, ni herida, ni convertida. No tengo motivos para tener miedo- le mentí, y rápida mente fue conciente de mi inútil intento de embaucarlo.
-                     Esta bien asustarse, es humano y normal. No tenerle miedo a nada es una actitud temeraria e imprudente.
-                     Si, tiene razón- suspire bajándome de la mesa, para ayudarle a guardar los artefactos de doctor en el mismo cajón de donde los sacó.
-                     Gracias- el se giró un en menos de un microsegundo hacia la ventana, apenas arrugando la nariz y frunciendo sus cejas solo un poco, pero no tardó en suavizar su expresión y volver a sonreír de esa forma tan cálida que inspiraba amor y tranquilidad- Parece que Jacob ya está aquí- se volvió en mi dirección para darme un delicado beso en la frente y luego sonreírme- Nos alegra que estés bien- musitó, y luego me acompaño hasta el piso de abajo en donde nos aguardaban Jake, Quil y Embry, apoyados contra la pared de cristal con actitud estática. Era bien sabido que el olor a vampiro les causaba malestar. Y sentados en el sofá se hallaban Jasper con Alice, Emmett con Rosalie, y por último Esme que se acercó hasta quedar junto a Carlisle. Entonces noté que ni Edward ni Bella se hallaban allí. Una leve punzada de malestar me recorrió. Bella, el miembro mas hermoso de la familia Cullen, ella sentía tal aversión hacia mí y yo no sabía que rayos era lo que había echo para que me odiara de esa manera.
Estaba acostumbrada a la indiferencia de Rosalie, pero el odio que Bella sentía por mi…era mas de lo que podía soportar
Las miradas de todos recayeron en mi y en mi expresión incomoda. Tratando de hacer caso omiso a todos esos ojos curiosos me acerqué hasta la pared de cristal donde Jake y sus amigos descansaban con la misma cara incomoda que yo. Pero entonces me di cuenta que había algo de lo que no me había percatado antes. Sus ojos estaban llameando de furia pero estaban haciendo un esfuerzo sobre humano por contenerse.
-                     Amm, estoy viva- le aseguré levantando los brazos, dando un paso vacilante en su dirección, envolviendo su cintura con los brazos. El me correspondió de forma mecánica, y hundió su rostro en mi cabello.
-                     Apestas a vampiro y a desinfectante- murmuró con tono fúnebre.
-                     Pero es un estado pasajero. Pronto apestaré a lobo- intenté hacerlo sonreír pero fue en vano, su expresión seguía siendo bacía. Entonces me pasó el brazo por la cintura y me pegó a su costado.
-                     Gracias por cuidarla, la llevaré a la Push. Si algo mas sucede, llámenme.
-                     Esta bien, Jacob. Nos veremos pronto- le saludo Carlisle al mismo tiempo que Jacob giraba hacia la puerta seguido por Quil y Embry.
Caminamos varios metros hasta que la casa se perdió de vista, pero no siquiera entonces relajaron sus expresiones. Yo estaba un poco compungida por haber causado tantos problemas aun que sabía que no era cosa mía si no del vampiro que había entrado en mi casa.
Quil y Embry se fueron tras los árboles para entrar en fase y volvieron con nosotros enseguida.
-                     Necesito un minuto a solas con ella chicos- declaró. Ellos asintieron con sus enormes cabezas y salieron de mi campo de visión. Por más que traté de buscarlos con la mirada no los halle aun que sabía que estaría cerca en caso de un ataque sorpresa por parte de algún enemigo desconocido.
Jacob se giró hacia mí con una lentitud exagerada. Sus ojos ahora inexpresivos me escrutaron de arriba abajo.
En menos de un segundo estaba con la espalda contra el troncó de un árbol, aprisionada entre los brazos de Jake que se mantenían a cada lado de mi cuerpo, y sus labios trazando senderos por mi cuello. Cuando su repentino ataque de alivio acabó, me abrazó con todo su cuerpo y suspiró del alivio.
-                     Te asuste ¿verdad?
-                     Un poco- admití levantando los hombros, fingiendo que no era nada importante.
-                     Lo siento, no era mi intención. Ese idiota me ha dado un buen susto.
-                     ¿Pero ya estas bien? O sea, ya no estas molesto ni nada ¿Verdad?- sus ojos se volvieron inexpresivos otra vez, ocultándome sus emociones a través de una cortina de humo. No le creí ni una sola palabra de lo que dijo. Sus palabras trataban de calmar un pánico inexistente, pero ese alivio que transmitían, parecía no llegarle a los ojos.
-                     Si, solo ha sido un susto. Ahora todo esta bien

domingo, 24 de enero de 2010

Edward y Jacob? jajajajaja Graciosísimo


Buenooo
jejeje esta imagen es para todas aquellas con sentido del humor, no es una burla ni nada parecido. La encontre en un sitio llamado Luna NuevaMeyer y me encanto.
ajjaja
Ojala que la difruten y se rían tanto como yo, y en la boca se les forme una perfecta O!!! del asombro
ajajajja
Bye Bye

viernes, 22 de enero de 2010

El Canto del Cazador!!!!

Hola Holaaa, bueno, aka esta el nuevo One Shot!!!!! jajaja
ok, no me quedo tan mierda como suponía pero ojala les gusteeee
va dedicado para todas las seguidoras y para todas las chikas que comentan!!! En fin, va para todas!!!!
Las amooooo, gracias a Karin y a Criso89 por el coment
jajajaja
Y si creen que merezco ganar vallan a Kokoro friends y voten por Annie Crazy!!!!
ajjaja
ok ahora si las dejo leer
Es viernes, o tra vez no tengo nada que hacer más que mirar televisión y comer chatarra.
Cualquier chico normal aprovecharía un fin de semana para salir y divertirse. Pero, sorpresa, sorpresa. No soy un chico normal.
O al menos lo soy en el exterior.
Me enfrenté a su traición, y pague por mis errores con sangré y lágrimas. Sobretodo con sangre.
¿Y para que? ¿Alguien puede decirme que gané con todo esto?
Yo se los diré, lo que gané fue que me partieran el corazón, que me lo arrancaran, lo apuñalaran y que al final lo incineraran con un soplete. Eso fue lo que gané.
¿Que voy a hacer ahora que ya no esta aquí? Solía preguntarme, pues no lo se.
Hoy se cumple un año, un año de haberla perdido. Les ofrecí a los malditos Daimons mi alma, mi sangre y mi vida por ella. Y al final fue ella la que acabó por traicionarme.
Aun recuerdo sus palabras, mientras yo estaba tirado en el piso desangrándome, apunto de morir:
¿Qué quieres que te diga, Jacob? Todo fue cuestión de quien es mas apto para sobrevivir. Tú nunca podrías protegerme de todos los males de este mundo, pero los Daimons si pueden, a demás ellos me convertirán luego de que tú mueras. Admítelo, al final no pudiste ganar la batalla.”
Leah no solo me había partido el corazón con su traición, había acecinado al hombre que quedaba en mi interior.
Eso pasa por confiar en los apólitas.
- Estoy harto, me voy a la calle- declaré mientras me levantaba del sillón. Edward y Bella me observaron con gesto inmutable. Ya los tenía hartos de mi mal humor.
- Pero amanecerá dentro de 2 horas. ¿No crees que deberías quedarte?
- A menos que quieras morir, si es así, vete con toda confianza- soltó Edward entre risotadas por lo que Bella de dio un muy merecido codazo en las costillas.
- Nos vemos- tomé el abrigo con mis armas del respaldo del sofá y salí al abrigo de la noche. Matar a un par de Daimons me pondría de mejor humor, o eso quería creer.
- Maldito seas, Edward- musité una ves que monté la moto.
El muy maldito se había encargado de dejarme varios recordatorios acerca de la fecha.
Hoy se cumplía un año desde que Leah me había entregado a los Daimons con el fin de que ellos la convirtieran luego en uno de ellos, pero al final la mataron como si no fuera más que una humana insignificante. Eso me provocó una sonrisa macabra, que erradiqué de inmediato. Fuera quien fuera, mi trabajo era proteger a los humanos de los vampiros. Para eso me pagaba Artemisa después de todo.
Recorrí las calles de la ciudad por varios minutos hasta que encontré un pequeño grupo de vampiros engatusando a unas chicas borrachas.
Sonreí a mis anchas, y me bajé de la moto sacando un par de cuchillos de los bolsillos internos del sacó.
- Valla, valla. Pero que linda sorpresa. Si que me voy a divertir- los vampiros me miraron asombrados y se lanzaron hacia mi. Acabe con la primera sanguijuela de pelo negro de una sola estocada, mientras que los otros 3 se pusieron a cada lado de mí para acorralarme.
Incineré al primero haciendo uso de mis poderes de Cazador Oscuro, que se izo polvo en menos de un instante y los otros 2 saltaron desde mis costados y los aceciné usando los chuchillos escondidos en las mangas del saco.
- Demasiado fácil- y en efecto así era, por que otro vampiro salió desde la azotea de un edificio y me golpeo con una barra de hierro afilada cortando mi piel a través del saco y la camisa- ¡Mierda! Ok, ya estoy cabreado
Hice uso de todo mi poder de Cazador Oscuro para acabar con el maldito de una buena vez, que acabó hecho cenizas.
Observé mi entorno unas 3 veces para asegurarme de que no iba a sorprenderme mas Daimons, pero ya estaba amaneciendo y debía salir pitando de allí.
Entonces retumbó en mis oídos los latidos frenéticos de un corazón a mi espalda. Los engendros no habían acabado de acecinarlas.
Detrás de mí, junto a su amiga muerta, había un ángel materializado en una mujer joven de cabello broncíneo y piel pálida.
Sus enormes ojos achocolatados me escrutaban aterrorizados.
Ella estaba sentada en el suelo, con los brazos envueltos en torno al cuerpo de su amiga, que yacía sin vida y con el cuello todo ensangrentado y retorcido.
Las piernas de esta pelirroja desconocida estaban claramente expuestas gracias a que los vampiros habían desgarrado su vestido. Podían apreciarse con total claridad sus cremosos muslos, que tentaban al hombre que yo creía muerto, incitándolo a zambullirse en ese cuerpo delicado, a probar esos pechos perfectos, o esos labios carnosos. A acariciar su dulce rostro y borrar todo rastro de temor o tristeza.
¡Jacob Black! ¿Ves una chica bonita y pierdes la cabeza? Compórtate ¿Quieres? Mejor ve a asegurarte de que este bien, imbesil. Sacudí la cabeza 2 veces, la voz de mi cabeza tenía razón. No podía estar haciendo el papel de idiota, en lo que probablemente la pelirroja estaba allí paralizada del miedo, herida o algo peor.
Caminé hasta ella lentamente con ademán inofensivo para no asustarla aun más. En sus ojos ya no se veía miedo, solo sorpresa. Pude apreciar como me recorría con la mirada, seguramente asombrada por mi aspecto.
Una vez frente a ella le tendía la mano y trate de preguntarle con la voz más dulce que pude:
- ¿Estas bien? ¿Te hicieron daño?- sus ojos se dilataron a causa del asombro. Abrió la boca para decir algo pero de sus labios solo salió un susurro imperceptible que disimulaba ser un “No”- ¿Como te llamas?
- Renn…Renesme- musitó tomando mi mano para incorporarse. Su voz de campanillas era el sonido más dulce y melódico que mis oídos habían escuchado jamás. ¿Y su cuerpo? ¡Por todos los dioses! Esta mujer era la personificación del deseo sexual encarnada.
- Hola, soy Jake.
- Hola- una tímida sonrisa jugueteo entre las comisuras de sus labios. ¡Mierda que deseaba a esa desconocida! Sus hermosos ojos estaban oscurecidos por alguna emoción que no supe identificar. Pero parecía tan absorta en su escrutinio que simulaba estar resolviendo una difícil ecuación de matemáticas.
- Discúlpame Renesme pero necesito irme de aquí, a no ser que quieras ver como me hago cenizas
- ¡No! Ven, rápido- ella tomo de mi mano y me guió dentro de un callejón donde había una puerta negra que daba a un restaurante, en el que las ventanas estaban cubiertas por varias capas de papel de periódico.
El lugar era pequeño y estaba muy sucio y baqueteado. Había botes de pintura regados por todas partes.
Renesme me llevó hasta otra puerta detrás de una especie de mostrador donde había unas escaleras que llevaban hasta una habitación sin ventanas con goma espuma pegada a las paredes, y muchos bártulos llenos de luces y cables, y en el medio de la habitación un enorme piano de cola color negro.
Ella soltó mi mano para ir hasta un apagador junto a la puerta, pero le di alcancé aprisionando su cuerpo entre el mío y la pared.
Su corazón dejo de latir por un segundo y luego empezó a bombear como loco.
Su respiración se acelero haciendo que sus pechos se aplastaran contra el mió, lo que me provocó una sonrisa maliciosa.
- No es una buena idea- repliqué contra su oído. Soltó el aire de golpe y agachó la mirada avergonzada. No me costó demasiado oír como la sangre se agolpaba en sus mejillas, a demás podía sentir su olor.
- Lo…siento- musito. La sujete de la barbilla y la forcé a mirarme. Sus verguenza e incomodidad eran casi palpables, hasta el punto que me izo sonreir, y ella, quedo como atontada en cuanto lo hice. Era casi tan divertido ver el efecto que la belleza natural de mi especie producçia en los mortales. Ja. Me imagino la sorpresa que se llevarçia si tan solo viera a alguno de los dioses.
Mi cuerpo actuo por impulso, y fui acercando mis labios a los suyos, hasta que casi se rozaron.
Pero no era el único con un deseo ferviente por el otro. Las dulces manos de Renesmee se aferrarón a mi cabello, acercando su rostro al mio con vehemencia, estrellando nuestras bocas en un beso salvaje cargado de pasión. No pude contener una sonrisa estúpida que demostraba mi alta satisfacción, y un ego que crecía hasta alcanzar alturas insospechadas.
La aferre por la cintura para que sintiera en su pelvis mi propia erección
Menos mal que eras un Cazador Oscuro despechado, duro y frió. Sin el menor rastro de emociones.
Pues si, soy un cazador Oscuro, pero no hace que no sea un hombre con necesidades. A demas cualquiera que viera a esta chica no reaccionaría de la misma manera y no hay nadie en este mundo capaz de contra decirme.
Sus manos atrajeron mi cuerpo al suyo aun mas cerca (si es que eso era posible, ya que ni un cordelito podría pasar entre nuestros cuerpo) y sus labios aparentemente expertos acariciaban los mios divididos entre una extraña dualidad. Eran suaves pero seguros, cálidos pero a la vez ferozes. Entonces recordé quien había sido la última mujer que me había besado de esa manera y solte un gemido involuntario de dolor que Renesmee mal interpretó. Rápidamente se apartó de mi que la súplica gravada en su rostro perfecto.
- Lo lamento, lo había olvidado- entonces volvió a acercarse a mi (que aclaro no tenía ni idea de a que rayos se refería) y me tomo de la mano para sentarme en un banquillo de madera negro enfrente de un enorme piano de cola. Se fue hasta un botiquín situado en la pader opuesta a mi posición contorneando esas suculentas caderas suyas. Se me hizo agua la boca.
Rápidamente se sentó a mi lado, mientras sostenía un monton de bártulos inútiles como gazas, agua oxigenada, desinfectante y otras cosas mas en las que no me molesté en observar, por que ella me había quitado la chaqueta y estaba apunto de hacer lo mismo con mi camisa. Al final lo hice yo mismo.
Estaba apunto de pasarme por la herida un algodon mojado con el desinfectante cuando observó mi torso lleno de sicatrises produciadas por los Daimons y se le resvaló entre los dedos y la boca se le habría por asombro, aun que sus ojos se vieran mas horrorisados que sorprendidos.
- ¡Dios! ¿Quien te hizo esto?- inqurió con su voz de soprano aun mas aguda a causa del asombro.
- Las mismas criaturas de las que te salvé
- Pero no puedes hacer esto...osea...pueden matarte. No deberás...
- Es mi deber- le corté con sequedad. Entonces recorde una de las reglas de los Cazadores Oscuros " Nada de relaciones serias, en caso de necesidad follate a la primera tia que te cruzes" Mierda de código. Pero ¿Como iba a hacer yo para no relacionarme con esta preciosa extraña? La respuesta era obia. Tenía que marcharme ya mismo antes de que acabara mas indido en esta situsación, sin importar que tan buena estuviera esta muchacha. Me levanté del banquillo y me dispuse a ponerme el sacó por algo me detuvo. Una pequeña mano cuidadosa y delicada que se aferraba a mi muñeca con determinación, mirándome como una madre que regaña a un niño malcriado.
- Ni se te ocurra Jacob, estas lastimado y tengo que curarte. ¿Quien me dice que no te has roto una costilla? Te dejaré marcharte en cuanto acabe de curarte- ¡Diablos! No podía irme. Esdtaba amaneciendo, y debía quedarme a cubierto hasta que el sol se pusiera. Osea que estaba encerrado en esta sala con la tal Renesmee hasta que oscureciera. La idea me sonaba de lo mas tentadora pero sin embargo debía marcharme. Encontrar un modo de alejarme de ella. De los malos recuerdos y de la tantación de poseer ese cuerpo glorioso. Oirla gritando de placer, mientras la penetraba hasta dejarle las cuerdas bocales destrozadas. Sentir su estrecha humedad rodeando mi miebro.
Oh si, Renesmee debía de ser una autentica belleza desnuda, y apuesto a que su piel pálida convinaría perfectamente con mi piel cobriza.
Le devolví una mirada cargada de frustración. Sabía ue no podía marcharme por el maldito sol, y tambbien sabía que acabaríamos en la cama de una u otra forma, asi que ¿Para que retrasar lo inevitable?
Me senté otra vez en el banquillo y la deje curarme mientras obserbava el probocativo escote de su bestido.
- Entonces...¿Que eran esas cosas, Jacob?- ¡No le respondas, imbesil!
- Daimons, son como vampiros, pero mas cabrones.
- ¿Y tu eres como Blade? ¿Un cazador de vampiros?- Eso tampoco se lo respondas
- Si, algo parecido. Soy como un vampiro que caza a otros vampiros, con la diferencia que yo no te voy a chupar la sangre, claro que podría chuparte otras cosas y todo lo que se te ocurra, Nessie- su mejillas se tiñeron de carmesí y su corazón martilleaba como loco. Bajo la mirada y continuo curandome. Pasaron unos minutos en los que ninguno de los 2 se atrevió a romper el sileció.
Me dedique absorber cada caricia suya. La forma en que sus dedos acariciaban mi piel sin querer, y su aliento chocaba contra mi cuerpo erizándome los bellos del cuerpo. Me imagine esas pequeñas manos acariciando mi piel mientras sus labios bajaban por mi pecho y mi cintura hasta mi...
- Terminé...Solo trata de no moverte demasiado para que no se salga el vendaje- ella se incorporo limpiando se los restos des algodon del bestido y entonces se dio cuenta de que lo tenía todo sucio y roto.- Mejor me cambió, vuelvo en un segundo- entonces se marcho por un estrecho pasillo hasta la habitación de junto- Te molesta si te prgnto una cosa- dijo en vos de grito desde la otra habitación
- No, dime
- ¿Por que matas vampiros?
- Por que hice un juramento
- ¿ Aquien le juras para matar vampiros?- pregunto como si fuera una broma
- Puesto que no tendría que estar hablando con tigo, no te lo diré por que no es algo que les incumba a los humanos
- ¿No tienes muy buen caracter que digamos no es cierto?- soltó con sarcasmo mientras entraba por la puerta. Ahora vestía una enorme camiseta y unos shorts. Me aventur{e a suponer que no traia ropa interior, y acabé por comprobarlo en caunto note como sus pezones resaltaban sobre la camiseta por la verguenza que le daba mi escrutinio. Aparté la mirada fingiendo que no me importaba
- Supongo que hoy no es un buen día.
- ¿Por que no?- Por que hoy se cumple un año desde que mi ex novia me entregó a los vampiros a cambio de la inmortalidad, para que acabaran matándola. Mi voz se tornó ácida y no pude evitar resonderle oscamente
- Eso no te importa niña- me levanté del banquillo dispuesto a irme cuando su brazos me detuo de nuevo. Me dí la vuelta para toparme con sus ojos suplicantes.
- Mira lamento ser tan entrometida. Me limitare a callarme ¿Esta bien?- suspiré. No podía contra un ángel caido del cielo. Me pregunté si Artemisa habría puesto a esta chika en mi camino para acabar de cagarme la vida o era simple y pura casualidad.
- Bien- ella sonrio y se incorporó saliendo de la habitación. La puerta se abrió y por esta se colaron varios rayos de sol. Me refugie rápidamente detras del piano y ella me observó exrañada- La luz- le recordé, y ella izo un gesto de sorpresa y luego comprención. Cerró la puerta tras de si y salio escaleras abajo.
Aprobeche el momento de soledad para aclararme la sesera.
Estaba encerado con una guapisima desconocida en quien sabe que casa de los suburbios. No podía llamar a Bella o a Edward para que me buscarán por que seguramente habría demasiada luz.
Conclución: Debía aprobechar mi estancia con la tal Renesmee y disfrutar de su compañía por lo menos hasta la noche. Probablemente echarle un buen polvo, pero nada de implicaciones sentimentales.
Entonces vino a mi como un relámpago y no tuve tiempo de contenerlo
El teléfono había sonado esa misma tarde, el día en que Leah y yo cumplíamos 2 años de novios. No la había visto en todo el día y eso me preocupaba. Ella había dicho que vendría a verme y que haríamos algo "especial" (traducciión: tener sexo de todas las formas avidas y por haber)
Contreste antes de que sonara el segundo timbrazo:
- ¿Hola?
- ¿Jake, eres tu? Ayúdame por favor
- ¿Leah que ocurre? ¿estas bien? ¿Por que lloras?
- Jake unos Daim...Hola Jacob- respondió una voz extrañamente familiar- Si tengo a tu chica, y si la mataré a menos que no vengas a quí. Y por cierto, si aun no sabes quien soy, te refrescaré la memoría. Hace 2 años maté a tu madre y Artemisa te ofreció convertirte en cazador oscuro y te negaste. ¿Recuerdas que te dije que nos servías mejor como Daimon?- Minos- Bueno supongo que ya lo sabes. Tienes una hora para aparecerte en el lugar que ya sabes oh...- y al fondo se olló el agudo grito de Leah que me heló la sangre de las venas. Luego Minos cortó la comunicación.
Salí volando a toda pastilla hasta el viejo bar en reconstrución que Leah y yo frecuentabamos.
En la puerta había una nota que decía "Entra! Unete a la fiesta" manchada con sangre.
Entre corriendo como uan exalación, y entopnces la ví tirada, sangrando, en el suelo sucio del bar inconciente. Corri hacia ella con el corazón en la boca y entonces, algo me aprisiono contra el piso, justo junto a ella.
- Hola Jacob, bueno. Como ya te lo habras imaginado, te tenemos rodeado y tus amigos cazadores no podrán salvarte. Ahora tienes 2 opcciones. Convertirte en uno de nosotros, o- se acercó hasta mi oido y susurró- ver como violamos entre todos a tu amiguita y luego la asesinamos lenta y tortuosamente
- ¡No la toques! ¡¡¡BASTARDO ASQUEROSO HIJO DE UNA GRAN PUTA!!!
- No, no. MI madre era una mujer muy respetable- entonces me dió un puntapie en las tripas y gemí del dolor.-Ahora Jacob, te daré una última oportunidad. O te unes a nosotros, o, ya sabes- lo sopesé en menos de un segundo. Nada en este mundo valía que mataran a Leah. El amor de mi vida, la razón de mi excistencia.
- Esta bien, me uniré a ustedes. Pero por favor déjala ir.

- ¿Vez que facil son las cosas si copeeras?
Los malditos me levantaron del suelo y me atarón a una silla. Empezaron golpearme por todas partes, rompiendome varios huesos y dejandome sangrando. Me estaba matando el dolor pero no dije nada. No debía. Lo que mas lesgustaría seríaque gritara, que suplicara por que me mataran pero no iba a darles esa satisfacción.
Minos se inclínó sobre el cuerpo de Leah y pasó algo que me dejó sin aliento.
El la ayudo a levantarse del suelo mientras ella se limpiaba la sangre de la ropa. Del vestido que yo le había obsequiado por su cumpleaños.
La estúpida sonrisa de Minos se ensanchó aun mas. Se acercó hasta mi que aun miraba a mi novia sorprendido ¿No se suponía que estaba secuestrada? ¿¡por que rayos no uía!?
- ¿Creías que yo tocaría auna chica tan hermosa como tu pequeña Leah, mi buen amigo? Esto era una trampa- luego me golpeó las napias destrozandome el puente de la naríz- ¿O no es cierto querida?

Ella se acercó hasta mi, hasta quedar junto a Minos, que le rodeo la cintura con el brazo meintra ella sonreía impoluta.
- Pero claro. Desde el principio todo esto fue una trampa ¿Qué quieres que te diga, Jacob? Todo fue cuestión de quien es mas apto para sobrevivir. Tú nunca podrías protegerme de todos los males de este mundo, pero los Daimons si pueden, a demás ellos me convertirán luego de que tú mueras. Admítelo, al final no pudiste ganar la batalla. Ellos me convertiran y viviré para siempre
- ¡¡Ellos te mataran!! ¡¡¡No pueden convertirte en un Daimon!!! Por favor Lee-Lee, ayúame
- ¡¡¡Cállate!!! No te quiero y jamas lo hice. Cuando ellos acaben de matarte seré imortalmente hermosa para siempre.
- Pero claro cariño- musitó mientras la besaba apaionadamente metiendo su asquerosa lengua dentro de su boca- Y solo para que lo sepas no te convertiremos en uno de nosotros. Eres demasiado peligroso. Es mejor matarte y evitar que mas adelante te conviertas en otro poderoso enemigo.
No quise recordad lo demas. Al final habían acabado por hacerme trisas a golpes, solo que Leah había echo el mayor destrozo. Luego como Minos había prometido fue violada por todos y cada uno de los Daimons presentes. Ella me había partido el corazón.
Desde entonces juré que jamás volvería a amar a otra cosa que no fuera mi trabajo.
Lo único que me permití recordar fue cuando Edward (que ya no era mas un Cazador Oscuro ya que Bella lo había librado del juramento de Artemisa devolviendole su alma) me encontró y me llebó hasta su casa.
Una vez recupere el sentido le pedí a Artemisa que me convirtiera, y maté a Minos y a todo su maldito séquito.
No me había dado cuenta de la cara de angustia qur había puesto, sino hasta que Renesmee entró por la puerta y relajé el semblante. Entonces ella se acercó hasta mi corriendo dejándo caer la canasta con cosas que traía para abrazarme.
- ¿Estas bien Jacob?- me preguntó levantando la vista de mi pecho para mirarme a los ojos. Nadie me hab{ia abrasado para consolarme hacia mucho tiempo asi que se imaginaran mi sopresa.
Aparentemente un par de lágrimas se habían colado por mis mejillas, pero no fuí conciente de ellas sino hasta que Renesmee las limpió con la punta de sus dedos finos y delicados.
Otra ves la cercanía de nuestros cuerpos hizo mella en mi autocontrol.
Era extraño sentir a una mujer consolandome, pero mi cuerpo tenía intereses mas amplios que un simple abrazo.
La sujeté de la caderá para sentarla sobre el piano. Sus ojos relucían la autentica sorpresa pero no había atisvo de miedo en ellos.
Estrellé mis labios con una fuerza pasional rayana en la violencia. Y contrarió a lo que sospechaba no me apartó. Sus brazos se aferraron a mi cuello y me acariciaron el pelo tratando de hacer que mis labios dejaran de violentarla moviendo los suyos con dulzura. Pero mi cuerpo tenía sus propias intenciones y yo preso como por un encantamiento le corresponía al igual que lo haría un niño obediente, al que su madre acabara de darle una orden.
Destrabé mis manos de su cintura (haciendo uzo de mi fuerza de cazador) y despedazé su camisa. Grande fue mi sopresa cuando me percate de que ella tenía los pechos mas perfectos con los que fui capas de soñar .
Me llamaban, pidiendome que los probara. Así lo hice.
Ella soltó un gemido de placer en cuanto mi lengua empezó a jugetear con su pezón y curvó su espalda para que pudiera tener un mejor acceso a sus pechos.
Lamí y desgusté todo lo que estubo a mi alcance mientras ella gemía de placer aferrando sus dedos como pinzas de acerco en mi pelo, acercando mi rostro aun mas cerca del suyo
Solto un magnifico gemido de placer que izo que fuera aun mas rápido, pero de sus manos no se quedaron quita y empezarón un camido desesdente por mi abdomen desnudo hasta desabrocharon mi pantalón liberando mi inchada verga de la prición de tela a la que estaba confinada. Sus suaves manos de deslizaron por mi miembro acariciando desde la punta hasta la base, apretando en ocaciones, solo cuando dejaba de gemir.
Mi voz se volvió ronca y mi respiración cada vez mas entre cortada.
- Oh, Nessie- ni siquiera sabía de donde se me había ocurrido ese nombre tan extraño pero solo lo dije y partecío gustarle por que sonrió alegremente. Solo separé mis labios de su enrojecido pezon por un solo segundo y ella lo aprobecho para dejar un reguero de besos por mi abdomen hasta que llegar a la zona donde comanzaba mi bello púbico. Entonces su rostro desapareció debajo de mi erección pero podía sentir su sonrisa cuando su lengua acaricio mi glande completamente, y despues me besó la punta. Solté el gruñido mas salvaje que se escucho y si no fuera por la excitación de seguro que ella se habría asustado. Pero contrario a eso continuo lamiendo mi verga inchada hasta separó su lengua para juguetear con mis testículos. Jamás ninguna mujer me había tocado de esa manera y eso que habñia estado con muchas mujeres. Renesmee tenía algo muy especial. Algo que la hacía única.
Sus labios revolotearon dejando besos por aquí y por alla hasta que sin previo aviso se llevó mi miembro a la boca acariciandolo con su lengua y acariciando con los dientes, mientras que una de sus manos seguía jugueteando con mis testículos.
Su ritmo era delicioso, adictivo y muy excitante, pero mas que eso erá tóxico. Era algo inigualable. Una tortura deliciosa que deseaba que nunca se acabase, pero por desgracía el cuerpo tiene sus limitaciones, y el mió no era la excepción. Aparté su rostro con un poco de brusquedad y ella acabó de incorporarse reluciendo en puchero de tristeza fingida demasiado adirable para su seguridad.
Sabía que me vendría, y no quería hacerlo, no hasta que la poseyera, y no podía esperar mas.
- No es justo- musitó con un fingido tono de aflicción- tu miembro estaba muy pero muy rico- y luego sonrio para seguirme besando. Descubrí entonces que no había nada mas excitante que oír decir a una mujer ese tipo de cosas como "Tu miembro estaba, muy pero, muy rico"
- Necesito hacerte mía Renesmee, no puedo esperar mas- ella sonrió nuevamente, enseñándome sus deslumbrantes dientes blancos. Mis manos, como con mente propía bajaron por su abdomen hasta llegar a sus pantaloncillos, lo cuales hice girones, pero esta vez cuidando de no hacerle daño. Pude oler lo húmeda que estaba, y su corazón delataba su creciente excitación - No puedo esperar- y entonces undí mi verga palpitante en su centro. Decir que estaba húmeda era quedarse corto y convinado con lo estrecha que estaba...
...Juró que jamas sentí algo similar. Su calides, y sus caricias eran tan deliciosas.
- Oh, si ¡Jake!
Mis esfuersos por ser getil se fueron al caño en cuanto enrredó sus piernas em mis caderas y, no me pdió, me exigió que fuera mas aprisa y así lo hice.
Otra vez trabé mis labios con los suyos y nuestras lenguas danzaron entrelazadas siguiendo el silencioso compas de nuestra propia orqueta silenciosa.
Mis embestidas se hicieron mas salvajes, entraba y salía de ella, undiendome hasta el fondo de su intimidad.
No me bastó con que se corriera una vez, sin que que a la tercera vez, cuando su cuerpo quedo reclinado sobre el mío, abrasándose con la poca fuerza que le quedaba, acaricie suavemente su clitoris mientras entraba y salía aun mas rápido a saviendas de que estaba a punto de ser sacudido por mi propio orgarmo.
Tras una última envestida me vine dentro de su cuerpo...
Ambos descanzamos reclinados sobre el otro sin podernos creer lo que acababamos de vivir.
- Guau- exclamo entre jadeos
- Si, "Guau"- sujeté sus caderas con delicadeza y nos recostamos abrazados en el suelo. Nessie levanto la vista hasta obserbar mis piernas aun atadas por los pantalones, y soltó una risilla traviesa
- Supongo que estaba demasiado ocupada como para darme cuenta- suspiró y me abrazó por el pecho con mas fuerza y yo hice lo propio con ella.
Por primera vez en 3 años me sentí un hombre feliz y completo, sin mencionar extremadamente exausto. Pero feliz, al fin y al cabo. Estreché a Nessie con mas fuersa en tono a mi pecho
- Me llamaste Nessie un par de veces, puedo preguntar ¿Por que?
- Se me ocurrió de la nada, llamarte Renesmee todo el tiempo no me hacía gracia- le expliqué, y otra ves su sonrisa. Un hombre jamás podría cansarse de verla sonreir...
- ¿Y que pasará ahora?- preguntó repentinamente seria. Me iría, pues a los Cazadores Oscuros no se nos permitía tener relaciones fijas con humanos. Ella levanto su mirada y me escrutó por un minuto inmensurable- no quiero que me dejes. Se que tanto para ti como para mi esto fue increible y no te creeré si me dices que no significó nada- tenía razón, pero una voz, la sensata me gritaba "¡Mientele!" pero también había otra voz que le gritaba a la sensata un sonoró "¡Cierra el pico!"
- Pues...no se. Ya veremos que hacer...
Renesmee
Ya pasaron 3 años.
Hoy es mi aniversario y alguien muy especial esta esperandome. Los niños (Tim y Karin) estan en casa de mis padres y Jacob prometió que me daría una grata sopresa en cuanto llegará.
Entré por la puerta y estaba todo apagado, pero había un claro senderó de pétalos de rosas que decía por si mismo "Sigueme"
Subí las escaleras casi a la carrera hasta quedarme frente a la puerta de nuestro cuerto duvitativa, sin saber bien que hacer "¡Entra!" me gritaba una vos en mi interior.
- Ya la oí señora Black, mas le vale que entre pronto o si no se perderá su sopresa- canturreó desde dentro. Abrí la puerta y otra vez todo estaba oscuro, tan solo iluminado por la tenue luz de las velas. El estaba completamente desnudo tirado en la cama, mirandome con picardía con esos hermosos ojos marrones.. No pude evitar hiperventilarme, aun me costaba creer que era real.
Se incorporó de la cama, caminando hacia mi con su respectivo andar felino tan sensual y se plantó frenté a mi abrazandome con todo su cuerpo escultural- Hoy señora Black, se cumplen 4 años desde que Leah me traciono y me entregó a los Daimons, y tambien hoy se cumplen 3 años desde que te salvé de aquellas sanguijuelas en el callejón y me eche el mejor polvo de mi vida. Y ahora se cumple 2 años y 1 mes desde que me devolviste mi alma- tomo mi mano derecha en la que descanzaba la quemadura del medallon de Artemisa (el medallón que contiene las almas de los Cazadores Oscuros, el cual es tan caliente que quemá a los humanos pero no a los dioses o a los mismos cazadores) y la beso con suavidad- Hoy se cumple el aniversario en el que conocí a la persona mas maravillosa de este mundo, a la esposa mas fiel y a la madre mas devota- suspiró satisfecho regalándome una de sus mas hermosas sonrisas
- Jake, Te amo
- Y yo igual mi cielo- y entonces selló su juramente con un beso devastador y luego ambos caimos en la cama (era nuestra acción refleja). Me preguntó: ¿Como le caería la noticia de que tenía un 3er hijo en camino? Nah, mejor se lo digo despues.... Despues de todo hoy es mi aniversario y tengo que disfrutarlo.
N/A: Supongo que ahora esperan el y vivieron felices para siempre, pero eso no lo se.
Prefiero dejar esa decición en manos de ustedes. Je.
Este One Shot esta inspirado en el One Shot "Gracias por mentir"( creo que es de Jazzy pero no adelantaré concluciones) y en el cuarto libro de la saga de los Dark Hunters de Kenyon Sherrilyn "Placeres

viernes, 15 de enero de 2010

Yo de vacas!!!!

chikillas, como estoy de vacas y por desgracia no puedo traerme la compu hasta la playa les digo que probablemente no habra mucha actividad a menos que les interese ver lo que hago en la playa a demas de seducir sexys morenos. ajajajjajajaja
Ok, lo que si voy a subir el One Shot para el concurso de Kokoro por su aniversario!!!
jejejej
Ok, akí reportando Annie desde la playa, les mando saludos
ojala la pasen bien
Besus

domingo, 10 de enero de 2010

Propuesta Piloto!!!! Y no estoy hablando de aviones!! ejeje

Ok, como ya les habrá indicado el título, este es una pequeña idea que se me ocurrio y quise compartirla con ustedes!!!
Ojala les guste y bueno, nada. BYEEEEE


Una vida bacia es prueba de que el alma ya no tiene ambiciones...
La noche me aguardaba oscura y fría, como siempre. La luna imponente sobre el cielo nocturno me observaba con gesto inmutable. Siempre sin decir ni una sola palabra.
Velando por mi en silencio.
"No es una buena idea. Vas a conseguir que te maten, y eso a Izzy, no le va a gustar nada" La voz mental de Nissa no se oía alegre, pero nada con respecto a mi podía producirle alegría. Esataba en mi naturaleza exasperar a cualquier indibiduo a mi alrededor.
"¡Sal de mi cabeza!"Le espeté con sequedad "No me importa lo que Isaias pueda pensar. Ya me tiene hasta el gorro de tanta mierda protectora"
" Si le presatras atención debes en cuando sabrías que no lo hace por molestarte. Pero claro Loreley no necesita de nadie" Pensó con sarcasmo y con calma.
"¡No me llames así!Te arrancaré la cabeza como vuelvas a llamarme de esa manera."
"Lo siento Kia, pero es que es divertido hacerte raviar" soltó una risita entre dientes que me izo perder los estribos. Desenfundé la espada de mi cinturon y partí un arbol en 2.
"Tu serás la proxima si no cierras el pico"
"Cerrado. ¿Quieres que te cubra? o ¿Te apetece companía para salir de caza? La verdad que matar a un par de sanguijuelas me caería geníal"
"Si a lo primero, no a lo segundo. No te ofendas pero hoy no estoy de humnos para aguantar tus tonterías, y no quiero acabar haciendo alguna sandez. Nos vemos por la mañana"
"Bien ¿Pero mañana me llevaras no? Por favor Kía" Su voz se torno suplicante, y por mucho que me molestara, sabía que no podía negarle nada. Odiaba que Nissa nos moviera a su antojo con sus malditos poderes psíquicos, o con su cara de niña que no rompe ni un plato. "Hay gracias"
"Ahora por escuhcar mis pensamientos te quedas sola" le reproché y entonces cuando estaba por responderme un grupo muy grande de sanguijuelas aparecio ante mis ojos. Sonreí con petulacia al ver como se pavoneaban ante 2 chicas que acavaban de salir de un club nocturno completamente alcoholizadas.
- ¡Hey!- les grite a los vampiros, que se me quedaron obserbando con ojos curiosos. Seguramente nunca habían visto a una criatura parecida a mi. Un trabajo sencillo. Pense en mi fueron interno. Eran 3 vamipos, convertidos recientemente (obio para cualquier cazador experimentado. Su piel refulgía a la luz de la luna, y sus ropas estaban todas ensangrentadas. esto claro no lo haría un veterano a sabiendas de que los cazadores o los lobos pueden rastrearlos con mas facilidad)- Que descortecía la suya, pero he de reconocerles que tienen que tener valor, huebos, o muy mala suerte para salir a matar gente estando de guadia- untonces uno de ellos saltó hacia mi y acabe con el facilmente sin siquiera sacar la espada del cinturón. El muy ingenuo se hizo polvo en menos de un instante.
Los otros 2 fueron mas listos y corrieron despavoridos al obserbar como había acabado con su compañero.
Sonreí eufórica ante la idea, ellos creían que podían escapar de mi.
Corrí como una exalación y les dí alcance. El primero me gruñó enseñandome sus colmillos, y el segundo se escondió a su espalda. Saqué un cuchillo de abrigo y le lo enterre a la sanguijuela en lo profundo del pecho.
- ¡Dejanos en paz, maldita perra!- gritó el otro antes de salir corriendo hacia la carretera, y esquivar los autos con la misma gracia que una bailarina. Este maldito si que era rápido. No pude alcanzarlo. Y en cuento las luces de la carretera se reflejaron en mi espada, volví al manto d elas sombras.
Ya iba a encontrar yo al bastardo, y luego le arrancaría su muerto corazón con mis propias manos.

***

- Oye Nieth-
- Si, lo ví-
- ¿Por que hablas si no sabes que es lo que voy a decirte?
- Te conosco demasiado bien, Denian- murmuré con suficienca. Me recosté boca abajo subre el tejado con los brazos detras de la cabeza.
- Es sorprendente ¿No crees?
- Si, tienes razón. Una cazadora exepcional-
La mujer de abajo era mucho mas que excepcional. Era el sueño de cualquiera de los de mi especie.
Su figura esbelta, delicadamente escondida tras esos pantalones de cuero que se ajustaban a sus piernas, y ese chaleco rojo que de escote en forma de V, abierto mas arriba del ombligo. Mostrando ese pircing tan sexy. Cuvierta por esa chaqueta de invierno de color gris mate.
Una mujer hermosa, definitibamente. Su cabello blanco- que visto en ella era completamente encantador- largo hasta la cintura anudado en una media coleta, que le concedía un aire mágico a su rostro en forma de corazón. Encerrando las finas facciones típicas de los mismos ángeles. Con pómulos delicados, esa nariz pequeña y respingada, esos ojos verdes mortales para cualquiera que los obserbara con detenimiento.
Apuesto a que es una autentica belleza sin toda esa indumentaría para cazar vampiros.
También su cuerpo debía ser infartante. De seguro sería sensual y peligrosa.
No pude evitarlo, pero es que mi naturaleza sexopata es mas fuerte. Me imaginé sus pechos saltando de arriba abajo, y sus largas piernas envueltas en mi cadera. La imaginaba gimiendo mi nombre, gritando de placer. Y maldición, me excitaba la idea, sabía que estaba a solo un pestañeo de tener una...
- Viejo, tienes una erección- las palabras de Denian me trajeron a la realidad de una bofetada. Levanté apenas la cabeza para toparme con el fruto de mi imaginación.
- ¡Diablos!
- Ya, seguro que estabas teniendo fantasías sexuales con esa cazadora ¿A que si?
- Eso no es asunto tuyo- la luna le alzaba sobre nosotros me indicó la hora exacta- Vámonos de aquí.

sábado, 9 de enero de 2010

Entre la verdad y el amor- Capítulo 12- ¿Jugando al tesoro perdido?

Pase de un capi extra Large a uno mediun!!
ejejejje no entiendo
igual, quien carajo me entiende no?
jajaja
que lo disfruten chikillas!!!
ajajaj
PD: Quien es mi nueva seguidora?
ajjaja
Gragias por unirte!!!
Ojala les guste, y un beso para todas!!! este capi va dedicado a la "Tia Leda" ajajjaa
Besos

Caminamos por la playa tomados de la mano. Contemplando el mar y el cielo.
No dijimos nada por un buen rato. Solo estuvimos paseando por la playa por un tiempo inmensurable, hasta que nos tumbamos boca arriba en la arena. Y seguimos sin decir nada.
-         El silencio es bueno hasta cierto punto ¿Sabes?- susurró con la vista perdida en las nubes. Su rostro el vivo reflejo de la serenidad de Sam. Solo que era mucho más creíble cuando no estaba enfadado ni tratando con vampiros.
-         Estoy tranquila. Este es uno de esos momentos en la vida en el que las palabras sobran- rodé hasta quedar de costado, y el volteo la cabeza. Le dediqué una sonrisa abierta- Y acabas de arruinarlo
-                     Lo siento, pero es que ya estaba preocupado. Creí que te había enfadado con migo.
-                     Solo estaba tranquila, no te preocupes. Además, no podría enfadarme con tigo. Oh al menos, no este día. No solo hiciste feliz a una mujer con cáncer terminal- me recosté sobre su pecho y el abrió los brazos como acto reflejo para acunarme en su pecho. Deje la cabeza reposar contra su corazón, dejándome adormecer por sus latidos, hasta que por fin hablé- también a mi me hiciste feliz. Es la primera vez que la veo sonreír de esa manera.
-                     No le agrada que pienses así. Hablas de ella como si fuera un cadáver andante, sin pasado ni futuro, y le molesta. Es tu madre, y no quiere que la recuerdes así. Ella sabe su futuro y no le preocupa morir.
>> Tubo la posibilidad de casarse, y criar a una hija maravillosa, y a un hijo que no lo es tanto- ambos nos reímos entre dientes- Sin embargo le gustaría morir de otra manera. No de cáncer. Ella ve como con cada suspiro, la vida se le escapa, y también lo ve en ti y en tu familia. Siente que su enfermedad los esta matando a ustedes también. Me dijo que si pudiera, preferiría morir en un asalto, o en un accidente de autos. De forma rápida en indolora.
>> Como si, el hecho de no verla morir representara alguna diferencia. Cuando mi madre murió en ese accidente, todos nos sentíamos culpables. En especial Billy. La muerte no es algo fácil de afrontar para nadie. Por que todos sufrimos por igual. Pero algo de lo que podemos estar seguros es que nuestros seres queridos tuvieron la vida que quisieron. Amaron, odiaron, rieron, lloraron, comieron y bebieron.
>> Se que no es fácil de comprender, pero al menos, cuando ya no este tendrás el consuelo de saber que ella fue feliz, y que tubo una vida plena, pero no precisamente larga.
>> Ella espera que sepas lo mucho que te ama, y que esta orgullosa de ti. Por que has hecho mucho más de lo que te correspondía, y lo hiciste sin quejarte, ni pararte a pensar en ti. Cosa que no nos agrada a ninguno de los 2. Pero esta más que orgullosa por tu valor, y tu fuerza para seguir en pie y no rendirte. Dice que te educó para que luches sin cansancio por lo que amas. Que des todo y hagas todo lo que este a tu alcance para ser feliz.
>> Yo le dije que, por eso te amo tanto. Por que tú luchaste por mí, por el hombre que quedaba dentro de mí. Me hiciste volver a nacer. Y no pediste nada a cambio, y que a demás me diste tu amor incondicional, y sin darme cuenta yo te di el mio.
-                     Hablaron de muchas cosas- mi vos salió como un susurro apenas audible a causa de los sollozos imperceptibles, imperceptibles para los humanos, pero no para el, que me estreche entre sus brazos, acariciando mi cuerpo con delicadeza.
-                     Si…
Otra vez el silencio. Pero este no era un silencio feliz, este era un silencio melancólico, que quemaba la piel a cada segundo. Pero aguantábamos el ardor sin decir nada, por que ambos teníamos miedo de hablar, y eso yo lo sabía aun mejor que el.
Me arrastré patéticamente hasta quedar cerca de su rostro. Una vez allí lo mire directo a los ojos, escrutando su alma. El limpió las lágrimas con sus labios, y entonces empecé a llorar silenciosamente. No quería llorar. Este había sido un día perfecto y lo estaba arruinando.
-                     Lo siento, no puedo evitarlo- em limpie las lagrimas con el dorso de la mano, pero el me la arrebató para besarla.
-                     La muerte no es un tema sencillo de discutir, cariño. Sobre todo si hablas de un ser querido.- su vos era tranquila y monocorde, también era dulce, muy dulce. Ahora parecía que estaba hablando con un padre o un abuelo. Como algún mayor que le habla a un niño pequeño.
-                     Quisiera que no fuera tan duro. Mi prima Renata tuvo que manejar la muerte de su esposo, y ayudar a sus hijos a sobrellevarla. Actuaba como si no le doliera, y todos la admirábamos por su valor. Yo creía que era como ella, pero ahora no se si podré soportarlo. Para ella era tan fácil ocultar lo mucho que le dolía la muerte de Henry
-                     Esa mujer se estaba haciendo daño a si misma. No esta bien lo que izo. Solo tienes una vez para llorar por los que se fueron, y si desperdicias esa sola vez, te atormentaran siempre. Ella tuvo que ser fuerte por sus hijos. Pero la compadezco. Ahora debe sufrir como nadie.
-                     Lo se, pero solo quiero ser fuerte. Quiero poder soportar por mi familia. Se que no te agradan, pero debes comprender que para ellos no es nada fácil esta situación.
-                     No es motivo para que te traten como te tratan, es difícil pero no es motivo para que te conviertan en la esclava.
-                     Lo se, pero todo va cambiar. Estoy segura- sonreí ante mi propia mentira, pero no quería mostrarle lo mucho que me afectaba. En cambio lo bese, y el alivio que sentí fue inmediato. El delicado rose de sus labios irradiando calor, se llevaba con rapidez el dolor.
Mi alma suspiro de felicidad. Nunca, jamás me cansaría de besar a Jacob y descubrir sensaciones en el.
Seguí besando su cara, su cuello, su pecho, sus manos. Cada unos de sus dedos, sus brazos, sus hombros, y por último sus labios otra vez.
-                     Te amo, eres mi vida. Mi nueva razón para tener esperanza.
-                     Yo también, Anira. Eres lo que hace que mi alma quiera seguir viviendo.

Luego de besarnos por unos minutos o unas horas, fuimos a la casa de Jake a ver la televisión con Billy y Rebeca. Cuando se hicieron las 9:30 de la noche, me ofrecieron amablemente quedarme a cenar, y yo amablemente rechacé la oferta.
Jake me llevó hasta mi casa, y se despidió con un último beso y un triste adiós
Entré en la casa con una sonrisa. El día había sido increíble. Nada podría acabar con mi ánimo.
Encontré a mi padre sentado en la mesa charlando animadamente con mi mama y mi hermano. Que curiosamente no se veía tan alegre como el. Jackson estaba con el seño fruncido y los brazos cruzados a través del pecho. Mis padres estaban sentados juntos tomados de las manos riendo alegremente. La escena me enterneció, pero no quise dejarme llevar. Solo deje florecer un optimismo cauteloso.
Mi padre se dio la vuelta con gesto amable y en cuanto me vio salto de su silla para abrazarme. Me congelé por la sorpresa.
-                     Mi pequeña ¿Cómo estuvo tu día?- pregunto sentándose en la silla con migo en sus piernas. Todos (experto Jackson) estaban muy animados, parecía que nos acabáramos de ganar la lotería
-                     Bien, papa- respondí dubitativa
-                     Tu madre me contó lo de tu novio. Ese Jacob debe de ser un buen chico. Estoy feliz por ti cariño- mis ojos casi se salen de las cuencas. Yo no me esperaba esto. Yo suponía que haría un berrinche y luego me soltaría un sermón sobre la irresponsabilidad de mis actos. En cambio, estaba ahí sentado con una sonrisa realmente sincera en sus labios (y un brillo en los ojos) alegrándose por que yo tuviera novio. Y eso era algo que jamás le agrado a mi padre en particular.
Mi mama sonreía con esa expresión tan tierna. Todo pareció volver a la normalidad por un micro segundo. Justo antes de que mama enfermara.
-                     Si, gracias- respondí con cautela.
-                     Hija quería que me dieras el teléfono de Jacob. No pongas esa cara “Oh Dios mio, va a acecinarlo” Por que no pienso hacerte algo tan horrible. Solo quiero poder ubicarte cuando no estas en casa. Y por supuesto que me encantaría charlar con el. Tu madre me ha dicho que es un buen muchacho. Hoy estuvo muy animada, canturreando de aquí para halla lo feliz que era por su niña- Casi sentí el clic, que izo la lamparita de mis ideas cuando todo encajó en su lugar. El buen humor de mi padre se debía a la nueva alegría de mi madre. Claro, el no podía odiar nada que a ella le hiciera bien. ¿Por entonces todo estaba bien? ¿Ahora papa iba a adorar a Jacob, como mama lo hacía? Aquí había algo raro. No podía ser todo tan sencillo ¿O si?
¿Que tal si ahora las cosas empezaban a mejorar? ¿Por qué tenía que ser tan pesimista?
Desde luego, es difícil abandonar los viejos hábitos…
3 largos años de miseria no se los lleva el viento.

Pase las siguientes 2 horas en un constante interrogatorio acerca de cada minúsculo detalle acerca de la vida de Jake, sus amistades, sus antecedentes penales (o sus inexistentes antecedes penales), sus padres- o mas bien Billy-
Acabado mi suplicio me quedó un asqueroso sabor amargo en la boca, por lo que preferí irme a la cama sin comer, que acabar vomitando la comida.
Al fin y al cabo, Jacob me había dado mucho en que pensar.
“La muerte no es un tema sencillo de discutir, cariño. Sobre todo si hablas de un ser querido” Sus palabras rebotaban en mi subconsciente una y otra vez, el lo que me cepillaba los dientes. Ya tenía el pijama puesto y estaba apunto de irme a la cama.
Entré en mi habitación y trabe la puerta. Caminé junto al diminuto escritorio de madera junto al closet, donde descansaba un paquete sin abrir que mi tía Leda que me había enviado hace una semana.
Hasta donde entendía eran unos libros de un tal Kenyon Sherrilin. Algo sobre la mitología griega.
No quería ser mal educada con mi tía, pero tenía demasiadas cosas en la cabeza como para poder concentrarme en el libro.
Una vez arropada en mi cama no quise ponerme a pensar en las palabras de Jake, de pronto me sentía exhausta. Incluso mantener los parpados abiertos me resultaba de lo más difícil.

Aparecí en una enorme plaza en medio de una noche estrellada. No reconocí el lugar, pues jamás había estado en algún lugar parecido.
En el suelo había muchas personas dormidas, arropadas con capas rojas.
En medio de esa plaza había una enorme torre con un reloj y una especie de palacio atrás.
Tenía frió y mucho miedo. No sabía por que, pero algo me decía que ese no era un lugar seguro, y también me decía que la imperturbable paz con la que las personas descansaban en el piso no se debía a que estuvieran dormidos.
Las capas rojas se derritieron, volviéndose líquidas. Mi corazón se detuvo para empezar a latir a mil revoluciones por minuto. Las capas se habían vuelto sangre a mis pies, y esta me llegaba hasta los tobillos. Me di la vuelta queriendo echar a correr, pero 2 hombres que salieron de la nada me detuvieron sujetándome por los hombros, levantándome por los aires.
La manos de los hombres eran mas frías que la mismísima noche, y a la vez eran fuertes, pero de textura suave. Me arrastraron hasta dentro del enorme palacio por la oscuridad, y no supe si fue por horas o minutos.
Les pregunte a los hombres que ocurría pero nunca respondían. Trate de gritar pero de mi vos no salió ni un solo sonido. Intenté correr, soltarme, golpear a mis opresores, pero todos mis intentos fueron inútiles, por no decir, patéticos.
El silencio se hacía cada vez mas profundo, hasta el punto de dolerme los oídos.
Entonces alguien empezó a hablar, y se oía como un eco extraño. Su voz era grave y aterciopelada. Hablaba tranquilo, con suavidad, lo que le confería a sus palabras un tono amenazador y terrorífico.
Vamos a jugar al tesoro perdido, pequeña. Solo tienes que averiguar la verdad detrás de la cortina de humo. Hazlo, encuéntrala, busca la verdad. Encuéntrala, encuéntrala.
Repitió una y otra vez con un tono monocorde. Miré pare todos lados en busca del emisor de aquel sonido amenazador, pero entonces descubrí que los hombres que me habían arrastrado habían desaparecido como una exhalación. Entonces un grito agudo y desgarrador resonó estridente, y con un eco espeluznante.
Los gritos de aquella criatura eran de pura agonía y desesperación. No pude resistir el impulso de ayudarla.
Y por más que gritara de mi boca no salía nada más que aire.
Encuéntrala, encuéntrala ¡Encuéntrala!
Me desperté gritando a todo pulmón y con las sabanas arrugadas en torno a mi cuerpo. Estaba sudando y mis ojos estaban totalmente abiertos.
Estuve sentada en la cama, con las piernas envueltas por los brazos hasta que las articulaciones empezaron a dolerme. Sin embargo no me moví. Estaba aterrada a causa de la maldita pesadilla.
Aun podía escuchar la voz de aquel hombre en mi cabeza.
Me incorporé con lentitud. Me desespérese estirando las piernas y los brazos, asombrada por el crujido de mis articulaciones.
Me encaminé hasta la puerta de mi habitación, y entonces vi un trozo de papel doblado en el piso de madera.
Me incliné para recogerlo, y lo examiné con deliberada lentitud. El papel era muy grueso y refinado, y olía extremadamente bien.
Lo abrí por los dobles y entonces observé la leyenda con asombro y terror:
“Encuéntrala”